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Lunes, 13 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Ejército de Estados Unidos incorporará las lecciones de la guerra de Ucrania en su carro de combate M1A3 Abrams

Así sería el nuevo M1A3 Abrams. (foto GDLS)

El Ejército de los Estados Unidos acelerará la prevista actualización de su carro de combate M1 Abrams atendiendo a las lecciones aprendidas de la guerra terrestre en Ucrania.

El nuevo plan de desarrollo del blindado, que finalmente se denominará  M1A3 Abrams, no es un diseño de hoja en blanco, ya que se lleva años trabajando en el proyecto por parte del suministrador, General Dynamics Land Systems (GDLS). De hecho, la multinacional ya presentó en 2022 un desarrollo integral de este carro de combate, que designó como Abrams X.

El objetivo final del Ejército de los Estados Unidos o US Army, que ahora se quiere acelerar, es contar lo antes posible con un nuevo sistema de carro de combate o Main Battle Tank (MBT) muy diferente a la actual versión: más móvil, más letal, con mayor capacidad de supervivencia y más sostenible en entornos hostiles.

El US Army lleva tiempo pensando en cómo adaptar sus brigadas de blindados pesados a las nuevas condiciones de combate, pero a diferencia de otros sistemas, no se había planteado seriamente la sustitución de este carro.

Sin embargo, desde que la actual versión del Abrams, la M1A2 debutó en combate en la década de los años noventa del pasado siglo, se ha desarrollado una gran cantidad de nuevas tecnologías. La gota que ha colmado el vaso ha sido la intensa guerra convencional, con alta intensidad de combates directos entre carros, en Ucrania, no vista desde las muchas más cortas guerras de Oriente Medio del siglo pasado.

Las experiencias del conflicto, del que el Departamento de Defensa de Estados Unidos tiene información de primera mano, ha convencido a los líderes del US Army que continuar con la sucesivas actualizaciones o System Enhancement Package (SEP) en el veterano diseño no es suficiente para adelantarse a los futuros posibles adversarios.

Por lo tanto, el Ejército de los Estados Unidos está en fase de cancelación del desarrollo de la próxima SEP prevista y se prepara para saltar hacia adelante con un diseño del Abrams transformado drásticamente y que puede estar en servicio en la próxima década de los años treinta.

GDLS presentó el año pasado el “Abrams” X, en el que se basará el futuro M1A3. (foto GDLS)

Qué mejoras tendrá el M1A3 Abrams

En un memorando de actuación firmado el pasado 28 de julio por el Subsecretario de Adquisiciones, Logística y Tecnología del US Army, Douglas R. Bush, no se describe en detalle como deberá ser el nuevo MBT, pero ya existe un consenso emergente en los expertos del US Army sobre qué tipo de mejoras tendrá que incorporar.

Así el nuevo carro de combate tendrá una mayor capacidad de supervivencia en el campo de batalla mediante la integración de un sistema de protección activa en el diseño y la introducción de defensas contra los ataques aéreos de aeronaves no tripuladas o Unmanned Aircraft System (UAS). Los sistemas de protección activa emplean medios cinéticos y no cinéticos para neutralizar los impactos de los modernos proyectiles de tipo flecha.

El peso del actual Abrams, que con 66,8 toneladas (en su última variante SEP v3) limita su flexibilidad operativa, se reduciría utilizando una torre no tripulada y el consiguiente cargador automático para el cañón principal y eliminando así la necesidad de uno de los cuatro tripulantes, que pasarían a sólo tres. Ello contribuirá a reducir el perfil del carro de combate en el campo de batalla, al tiempo que permitiría eliminar toneladas de blindaje de la torre.

La movilidad del nuevo M1A3 Abrams mejoraría con un sistema de propulsión híbrido que emplearía combustible convencional o propulsión eléctrica según las circunstancias. La propulsión eléctrica se recargaría cuando el motor funcionase con combustible fósil, reduciendo al mismo tiempo el consumo total de combustible y minimizando el ruido generado por el motor.

La letalidad del carro de combate se vería reforzada por la introducción de electrónica avanzada y el uso de munición autónoma y/o de merodeo. El Abrams ha cambiado recientemente el uso de diversos proyectiles para su cañón principal por un proyectil multiuso, y su ordenador de puntería ya permite una probabilidad del 95% de acertar en el primer disparo.

Estas y otras modificaciones reducirían significativamente la carga logística que supondrá mantener los proyectados M1A3 en futuros campos de batalla. Un vehículo que consume menos combustible, utiliza municiones más letales, cuenta con menos tripulantes y tiene menos probabilidades de quedar inutilizado por el fuego enemigo, es intrínsecamente más fácil de mantener. El mero hecho de poder utilizar más infraestructuras locales, como puentes, debido a su menor peso, es una ventaja potencial en términos de la demandante logística.

Es demasiado pronto para decir con exactitud cuánto peso podría reducirse del futuro MBT, pero los responsables del proyecto del US Army estiman que una rebaja de entre 10 y 15 toneladas podría ser factible. Esto tendría beneficios logísticos lejos del campo de batalla, en términos de reducción de la carga impuesta al despliegue del MBT en transporte aéreo y marítimo.

Hasta la llegada del M1A3 en la referida década, es de suponer que el US Army seguirá encargando a GDLS la actual variante más reciente de Abrams, en parte para garantizar la disponibilidad de estos medios y en parte para conservar una mano de obra altamente cualificada. Con el nuevo Abrams, este carro de combate seguirá siendo parte integrante del arsenal de los Estados Unidos hasta mucho más allá de mediados de siglo. (Julio Maíz)


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