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Las bombas guiadas JDAM de la Fuerza Aérea de Estados Unidos son probadas para hundir buques de forma costo efectiva

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha informado, con cierta sorpresa por cierto, de una serie de experimentos positivos en los que está empleando bombas guiadas tipo GBU-31/B JDAM (Joint Direct Attack Munition) para atacar buques en navegación con gran precisión, bajo coste y notable letalidad.

La necesidad de afrontar la creciente amenaza que en hipotéticos conflictos futuros puede materializarse de la mano de flotas o de navíos adversarios ha llevado al Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL, Air Force Research Laboratorio) a validar, con una serie de pruebas reales designadas JCTD (Joint Capability Technology Demonstration), las capacidades que tienen las bombas guiadas para acabar con pequeños buques.

Lo han hecho con un experimento en el que un único impacto directo ha demostrado que es especialmente letal y puede hundir al objetivo y dejando claro que se trata de una tecnología ya operativa que, además, es económica.

Sus validaciones las han iniciado con bombas GBU-31/B JDAM de 2.000 libras que son el resultado de transformar bombas convencionales con un kit de guiado desarrollado por Boeing para colocarlo en la ojiva y permitir que el arma realice vuelos de cerca de 30 kilómetros e impacte, gracias a su sistema de guía que combina posicionamiento por satélite y equipos inerciales, de forma extremadamente precisa.

Un bombardero F-15E puede llevar varias JDAM modificadas para ataque naval y convertirse en un instrumento letal y económico. (AFRL)

Mejorar capacidades

La Fuerza Aérea de Estados Unidos tiene en sus arsenales decenas de miles de bombas tipo JDAM, que en la versión probada pesan cerca de una tonelada y consiguen precisiones del orden de cinco metros. Lo que el ARFL ha hecho es modificar ejemplares de la GBU-31/B JDAM para adaptarla al uso en el entorno naval, versión que han designado como “Quicksink”.

En su parte delantera se han instalado sensores modulares de arquitectura abierta (WOSA, Weapon Open Systems Architecture) que ofrecen el potencial de buscar el objetivo en la fase terminal del vuelo y permiten usar esas bombas contra blancos marítimos en movimiento; opcionalmente, podrían recibir un sistema de guiado por láser que ya está disponible.

Las validaciones, realizadas hace ya unos meses y en las que ha intervenido el Ala de Pruebas número 96 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, han dejado claro que los cazabombarderos F-15E “Strike Eagle” se convierten en letales plataformas aéreas con ese tipo de bombas JDAM adaptadas para atacar buques. Se ha logrado la destrucción de un navío mercante dado de baja justo veinte segundos después de lanzarle la bomba que lo partió en dos como lo atestigua el vídeo suministrado sobre el experimento de transformación “Quicksink”.

En las pruebas pendientes se valorará una opción designada “Quickstrike” J en la que se emplearán armas similares provistas con un kit de planeo que permite obtener alcances de unos setenta kilómetros, una opción que suma precisión, economía y rápida disponibilidad. Se han previsto más pruebas durante 2022, y en una de ellas se usará como objetivo una fragata FFG –similar a las “Santa María” españolas- dada de baja. (Octavio Díez Cámara)

Fotografía portada: Un único impacto de una GBU-31 modificada puede acabar con un navío de medio porte de forma rápida y eficaz. (AFRL)

 


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