Las infraestructuras submarinas críticas, como tuberías, cables eléctricos y líneas de datos, constituyen la columna vertebral de la vida moderna, transportando suministros energéticos esenciales, posibilitando las transacciones financieras y transmitiendo más del 95 % del tráfico mundial de internet.
En los últimos años, presuntos sabotajes y daños inexplicables han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de estos sistemas vitales, lo que ha suscitado graves preocupaciones de seguridad. En respuesta, la OTAN ha intensificado la vigilancia con patrullas aéreas y navales reforzadas, especialmente en regiones como los mares del Norte y Báltico.
La OTAN también ha fortalecido el intercambio de información entre sus aliados y se ha asociado con el sector privado para desarrollar nuevas tecnologías que permitan detectar y disuadir las amenazas submarinas. Todos estos esfuerzos están coordinados por una célula especializada con sede en la sede de la OTAN en Bruselas (Bélgica).
Además, se ha establecido un nuevo centro para la seguridad de las infraestructuras submarinas críticas dentro del Mando Marítimo de la OTAN en Northwood (Reino Unido), cuya tarea es coordinar las operaciones y desplegar fuerzas para proteger estas importantes infraestructuras. En el vídeo publicado por la Alianza se explica como se están tomando medidas para salvaguardar las infraestructuras submarinas y se está adaptando para hacer frente a una amenaza cambiante y persistente.
Investigadora española en la OTAN
Uno de los expertos que interviene en el vídeo es Pilar Caamaño Sobrino, investigadora española del Grupo de Modelado y Simulación del Centro de Investigación y Experimentación Marítima de la OTAN. Es doctora en Ciencias de la computación e Inteligencia Artificial por la Universidad de La Coruña.
Caamaño trabaja en el desarrollo de tecnologías marítimas punteras en las áreas de defensa y seguridad en La Spezia, Italia y en el vídeo muestra los sensores y vehículos empleados para proteger las infraestructuras críticas. “Podemos tener sensores transportados por vehículos submarinos autónomos y también podemos tener sensores estáticos, como los que se encuentran debajo de esta boya.
“Las operaciones de protección de infraestructuras submarinas críticas son muy complejas. Se recopilan múltiples fuentes de datos simultáneamente. Los operadores deben analizar los datos y tomar decisiones sobre qué hacer y cómo hacerlo.” Con la herramienta que estamos desarrollando aquí en el CMRE (Centre for Maritime Research and Experimentation o Centro de Investigación y Experimentación Marítima de la OTAN), primero recopilamos datos, luego los procesamos, los fusionamos y los recreamos en un entorno de realidad virtual donde las operaciones militares pueden explorarlos. Es muy realista. Así, comprenden lo que ocurre bajo el agua y pueden tomar mejores decisiones sobre qué hacer, cómo hacerlo o cómo acercarse a un objetivo, por ejemplo”.






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