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Viernes, 19 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Planeamiento en la incertidumbre

Frente a la sorpresiva explosión con que el COVID-19 irrumpió hace un año, aquel febrero de 2020 en que la gran mayoría de la población era, por incrédula y desinformada, negacionista, hoy, en medio de una cifra de contagios que se mantiene dramática en plena tercera ola, entre las lecturas positivas que necesariamente debemos hacer están la mostrada capacidad de resiliencia y la de planeamiento, a pesar del mar embravecido en que navegamos.

Hemos aprendido a planificar en medio de la incertidumbre, a replanificar lo planeado, a improvisar en un escenario de cambios constantes, que se mantendrá durante muchos meses, aún iniciado ya el largo y por momentos accidentado proceso de vacunación mundial.

Al inaudito desafío de la pandemia se sumaba en este recién estrenado año el de la meteorología, generando escenarios de caos no vistos en décadas en buena parte de España. Las Fuerzas Armadas volvían con fuerza a primer plano en auxilio, una vez más, de la población, haciendo del Ministerio de Margarita Robles una pieza clave para el funcionamiento del país. Aún con mucho camino por andar y presupuestos por asignar, la modernización de las capacidades militares se mantiene, avanzan, aun con más lentitud de lo deseado, el desarrollo de los grandes programas de la defensa ya aprobados y se espera que a lo largo del año se concreten otros que son una necesidad perentoria desde hace años, como dotar al Ejército del Aire de aviones de transporte y reabastecimiento en vuelo Multi Role Tanker Transport (MRTT), lo que debería materializarse con los contratos pertinentes, a la luz de los acuerdos entre el Gobierno y Airbus en el segundo semestre de este año.

Afrontar la jubilación de los F-18 con la apuesta por un fortalecimiento de la actual flota de Eurofigther es otra asignatura pendiente con fecha de vencimiento próxima. La entrada firme de España en el proyecto del Sistema de Armas de Nueva generación (NGWS) en el seno del nuevo Sistema de Combate Aéreo (FCAS) otorga a España una posición de liderazgo dentro de la política de defensa europea y alienta a una industria nacional que, en lo aeronáutico, ha debido centrar sus objetivos en lo militar, a la vista del hundimiento del transporte aéreo comercial, cuya recuperación y vuelta a ratios anteriores a la pandemia tardaremos aun años en llegar.

El sector industrial de la defensa se mantiene fuerte en España, en un marco de constatación de la necesidad de contar con unas Fuerzas Armadas preparadas. En el capítulo de inversiones del presupuesto de Defensa para 2021, dentro de su contención, los créditos ascienden a 3.090 millones, un 32,8 por ciento del presupuesto total del Ministerio, con enfoque en los planes especiales de modernización, cuya dotación se incrementa en 177,1 millones de euros, un 8,2 por ciento respecto a 2020. El capítulo destinado a las operaciones en el exterior también verá aumentar sus créditos.España mantiene sus compromisos del año precedente y despliega éste, por vez primera, sus Eurofighter en Rumanía, en la misión  Policía Aérea Reforzada de la OTAN en el área el Mar Negro.


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