El pasado 28 de abril, España vivió un apagón en las telecomunicaciones que afectó a múltiples servicios esenciales. En cuestión de minutos, se pusieron de manifiesto algunas de nuestras vulnerabilidades estructurales: la excesiva dependencia de infraestructuras centralizadas, la fragilidad de ciertos sistemas críticos y la falta de alternativas robustas para mantener la operatividad en contextos de emergencia. Fue un recordatorio, incómodo pero necesario, de que la resiliencia no es un lujo, sino una prioridad estratégica.
En el ámbito de la defensa y la seguridad nacional, esta lección es aún más urgente. En un escenario cada vez más complejo y distribuido, donde las amenazas no siempre son convencionales ni visibles, garantizar la superioridad táctica exige algo más que potencia de fuego: exige información, coordinación y comunicaciones seguras, persistentes y confiables.
Aquí es donde los sistemas de comunicaciones LP-BLOS (Low-Power, Beyond Line-of-Sight) vía satélite entran en juego. Estas soluciones están pensadas precisamente para escenarios donde la infraestructura terrestre puede estar comprometida, ser inexistente o directamente no ser una opción. Hablamos de zonas remotas, entornos GNSS-denied, situaciones de interferencia electromagnética, o despliegues de alta movilidad donde cada gramo de peso y cada milivatio de consumo cuentan.
Desde FOSSA Systems llevamos años desarrollando una constelación de satélites LEO, de órbita baja, con cobertura global y diseñados específicamente para ofrecer conectividad directa entre dispositivos en tierra y el satélite, sin necesidad de infraestructura intermedia. Esta arquitectura permite mantener la cadena de mando, el intercambio de datos tácticos o la alerta temprana incluso cuando el resto de los sistemas están caídos.
Nuestra propuesta combina tres ejes:
- ía LPWAN (Low Power Wide Area Network), que permite operar sensores, terminales o nodos desplegados con un consumo energético mínimo, reduciendo la huella logística y aumentando la autonomía operativa.
- Resiliencia en el espectro. A través de técnicas de espectro ensanchado, nuestros sistemas operan con mayor resistencia al ruido e interferencia, incluso en entornos hostiles o negados. Su capacidad para operar por debajo del ruido los hace especialmente valiosos en escenarios de guerra electrónica o zonas comprometidas.
- Seguridad por diseño, con cifrado E2E AES-128 o AES-256 y microcontroladores seguros certificados (FIPS 140-3 Level 3). Esto garantiza la confidencialidad y la integridad de las comunicaciones, incluso en entornos adversos.
Además, se trata de una solución soberana, 100% diseñada, desarrollada y operada en España. En un momento en el que la autonomía estratégica cobra cada vez más importancia en la agenda europea, disponer de capacidades nacionales en el ámbito espacial y de defensa no solo es deseable: es imprescindible.
El LP-BLOS vía satélite no compite con las redes existentes. Las complementa y las refuerza. Actúa como capa de respaldo, como red de último recurso y, en muchos casos, como la única vía de comunicación viable en despliegues en el exterior, zonas montañosas, desiertos, operaciones navales o situaciones de catástrofe.
Volviendo al apagón del pasado lunes, pensemos qué hubiera pasado si ese fallo se hubiese producido en plena operación táctica, en mitad de una intervención humanitaria o durante una misión internacional. La falta de comunicaciones no es solo una incomodidad: puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso. Entre la seguridad y la exposición. Entre la vida y la muerte.
Desde nuestra experiencia en FOSSA Systems, creemos firmemente que reforzar las capacidades de defensa y seguridad nacional no pasa solo por gastar más, sino por gastar mejor: en tecnologías que sean eficientes, seguras, soberanas y adaptadas al nuevo entorno operativo. La superioridad táctica hoy no se mide solo en alcance o precisión. Se mide también en capacidad de seguir comunicando, incluso cuando todo lo demás falla. (Vicente González, COO y cofundador de FOSSA Systems)
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