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Lunes, 29 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

En abril, aguas mil, al fin, para Defensa

Dos aviones de combate Eurofighter del Ejército del Aire y del Espacio dotados del IRST PIRATE (Eurofighter)

FEINDEF, el gran punto de encuentro en España para la industria de defensa y aeroespacial, abre sus puertas en mayo, en un momento de inversión en el sector indudablemente óptimo y largamente esperado, refrendado en el Consejo de Ministros del pasado 18 de abril con acuerdos aprobados para reprogramaciones en curso y partidas para nuevos programas que hasta ahora no se habían materializado.

 

El primero supone la aprobación para adquirir compromisos de gasto que afectan a siete programas de los catalogados ahora como especiales de modernización (PEM) de las Fuerzas Armadas, por valor de 3.929,4 millones de euros. También se han aprobado partidas de gasto en programas en curso y otros nuevos, con compromisos hasta 2033 en nuevos proyectos de armamento y material, equipos para la Unidad Militar de Emergencias y obras de infraestructuras, por más de 742 millones. Ambas partidas arrojan una importante cifra, por encima de los 4.673 millones de euros.

 

Si sumamos lo aprobado en el Consejo de Ministros de 11 de abril, 1.397,6 millones de prefinanciación de Industria, Comercio y Turismo para el programa Halcón (Eurofighter que sustituirán a los F-18 del Ejército del Aire y del Espacio en Canarias) y 1.750 millones para la modernización, evolución y apoyo logístico del Eurofighter, los compromisos de gasto en diferentes partidas destinados a Defensa superan en abril los 7.800 millones de euros.

 

Al menos cuatro de las partidas están relacionadas con los trece nuevos programas anunciados a finales del año pasado para el Ministerio de Defensa, incluidos en los presupuestos 2023. Resalta la adquisición de aviones de combate (el sustituto del F-18 con presupuesto de 4.500 millones de euros y 5 años de duración), el helicóptero mutipropósito de la Armada (900 millones para MH-60R), 2 buques hidrográficos costeros (332,5 millones) y el nuevo UAV para los ejércitos de Tierra y el del Aire y del Espacio, el SIRTAP, con 348 millones.

 

En los autorizados 7 PEM en abril hay partidas para programas ya conocidos y en curso, como el Pizarro, la segunda fase de los helicópteros NH90 o el 8x8 VCR Dragón (otros 420 millones entre 2024 y 2028). Destaca la puesta en marcha del llamado Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), destinado a sustituir a los viejos M-113 del Ejército de Tierra, para el que se han previsto 1.970 millones entre 2023 y 2035.

 

El Gobierno aprobó, asimismo, la adquisición de medios para la UME, distintas obras de infraestructuras, equipos para el programa de guerra electrónica Santiago, un simulador de apoyo aéreo (SIMFAC), otro de C295, una embarcación para la Escuela de Buceo de la Armada, nuevos UAV micro y mini para las tres ramas de las Fuerzas Armadas, un Centro de Coordinación de Operaciones Aéreas Despegable (AOCC-D) y misiles superficie-aire de corto alcance Mistral. Todos ello son compromisos que, entre 2024 y 2033, se sitúan por encima de los 1.216 millones.

 

El VAC, un sistema necesario para el Ejército de Tierra, pero que parecía no ser aún urgente, y el SIRTAP fueron considerados por la Secretaría de Estado de Defensa como muy importantes en términos industriales por su efecto tractor sobre la economía, al igual que otros tantos de los puestos en marcha.

 

Se echan sin embargo en falta otros que sí estaban contemplados tiempo atrás y en las últimas fases de concreción, como la segunda fase del programa Spike LR2, los lanzacohetes, morteros y modernización del Patriot para el Ejército de Tierra o el menos vistoso, pero igualmente importante, Sistema Conjunto de Radio Táctica (SCRT) o MC3 de mando y control, cuya visibilidad en términos de retornos industriales quizá sea más difícil de amortizar a la vista de la importante cita electoral del 28 de mayo.


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