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Tte. Coronel del 2º Tercio Cívico, Edecán y Teniente de Husares de la Guardia ( Argentina 1810 )

Láminas históricas de la Revista Defensa

En 1794, Manuel Belgrano regresa a Argentina procedente de España donde en la Universidad de Salamanca había estudiado leyes y obtenido el título de abogado, rango que le permite ingresar como secretario en el Consulado de Buenos Aires. Es trabajo que condiciona el saber de letras y funciones de despacho; por eso se sorprende cuando tres años más tarde, el entonces virrey Melo de Portugal lo nombra capitán de las milicias urbanas de infantería, cargo que acepta sin convicción alguna, dada su inclinación por el estudio de las ciencias socio-políticas. Está lejos de suponer que aquel hecho, al parecer trivial, le iba a convertir en el impulsor y caudillo de soldados patriotas que en su día constituirán la base fundamental para lo que ha de ser el Ejército argentino.

Los hechos darán razón para su historia cuando por los años 1806 y 1807 los ingleses, perennes en Río de la Plata, pisan suelo argentino y son rechazados tras brioso contra- ataque de las fuerzas defensoras. 
Al persistir la presencia de la flota inglesa ante las costas del Plata en actitud amenazadora de repetir nuevo intento, el realista conde de Liniers, apoyado por el fervor popular, es nombrado general en jefe de todas las fuerzas que intervengan en la defensa. Propone crear nuevas unidades a base de hijos de la tierra y cuenta con Belgrano, al que nombra sargento mayor y será éste el idóneo inductor que realice tan augusta empresa. 
Es el comienzo de las armas argentinas, que si al principio llevan la enseña hispana con la Cruz de Borgoña, no pasará mucho tiempo en que ésta, por aquella idea de Domingo French, acólito de Belgrano, se torne en esa madrugada del 22 de mayo de 1810 en blanca y azul. 
Y origen habría de ser cuando ya salen en primera línea cinco batallones de patricios y arribeños, un batallón de granaderos provinciales, otro de cazadores correntinos, cinco escuadrones de caballería gauchesca y un cuerpo de artillería. Y era notoria la formación de estas fuerzas porque en sus filas alternaban tanto blancos como negros, indios o pardos. Por parte de la metrópoli se constituyen cinco tercios de españoles formados por andaluces, cántabros, astures, gallegos y criollos hijos de españoles. También el Cabildo organiza a sus expensas con los catalanes de Sentenach y de Llac, un cuerpo de artillería llamado La Unión. Todos estos cuerpos iban uniformados de blanco, azul, encarnado y verde, y se distinguían por el color de los penachos y las vueltas de las casacas. Los patricios vestían casaca azul con collarín encarnado, solapas, vivos y pantalón blanco y un sombrero de copa alta con penacho y presillas en azul y blanco; en el brazo llevaban un escudo granate con el nombre de Buenos Aires orlado por ramas de laurel en plata. 
Este completo y unido ejército haría frente a la segunda invasión inglesa, obligándola a desistir de su empeño gracias al brío y al ardor que pusieron aquellas tropas, y más por ese empuje de las dos mil bayonetas de los patricios que habría de tener por colofón y título: Victoria de la Reconquista y de la Defensa. 
El dibujo que ilustra el presente trabajo muestra algunos de los uniformes usados por el Ejército argentino en la época citada. Su estilo es netamente francés según la moda que pusieron al uso las tropas napoleónicas. En primer lugar es el de un tte. coronel del 2º Cuerpo Cívico (comandante) perteneciente al Cuerpo de la Guardia Nacional creado en el año 1811. Estaba dividido en 1º y 2° Tercio, luego le sería agregado un 3º. Su tropa se componía de milicianos sin sueldo con misión de estar en expectativa para caso de guerra. En servicio activo sólo quedaba un plantilla de sargentos, soldados citadores y tambores distribuidos entre las 9 compañías del mencionado Cuerpo. La Plana Mayor la constituía un comandante, sargento mayor y dos ayudantes mayores primordialmente veteranos. Por decreto de 24 de febrero de 1814, el 2º Tercio Cívico pasa a ser de la “Guardia Nacional de Infanteria”.  Y el 28 de enero del año siguiente se le añade una compañía de negros de la capital. Más tarde le sería agregado otra compañía de caballos con tres oficiales y 50 soldados. El 1 de noviembre de 1820, éste en su día 2º Tercio, se refundiría con el 1º y 3º en un regimiento de tres batallones de milicias de infantería bajo el pie de los de línea y recibiría el nombre de Legión Patricia. 
El uniforme del tte. coronel responde al de gran gala, cuyo sombrero era de dos picos; con el pequeño uniforme cambiaba al ser de una sola solapa cruzada a la derecha y un sólo vivo celeste. El sombrero era permitido el de copa alta con penacho, de corriente uso en esta clase de tropa. 
El siguiente uniforme es el de edecan (ayudante de campo) del Cuerpo del Superior Gobierno. Fue establecido según decreto en 7 de octubre de 1810, y cuyo objeto era el desempeño de aquellas tareas inherentes que dependieran de la Junta de Gobierno. Para esa misión fueron nombrados primeramente los oficiales don José María Escobar, don Floro Zamudio y don Beltrán Terradas. A éstos seguirían otros muchos más que en el transcurso del tiempo llegarían a ser figuras prominentes en el Ejército argentino. Respecto al uniforme, había de ser en su formación aquel generalmente usado por los regimientos de patricios, pero ostentando un cordón que le distinguía pertenecer a ese destino. Por un decreto en 9 de febrero de 1811, se les asigna uniforme de gran gala, representado en la lámina, y otro de pequeña o media gala. 
El tercero de los uniformes corresponde al de teniente de Húsares de la Guardia, creado por decreto en 13 de julio de 1814 como escuadrón de caballería formado por dos compañías de 100 hombres cada una. Se les denominaría Húsares de la Guardia en razón de su cometido, que era el prestar escolta al supremo director —ya en tiempo anterior, este servicio había sido encomendado a destacamento de tropas de línea. No obstante, al ser aquél un cuerpo decretado oficialmente, conservaría cierto privilegio y en razón a ser el primero se le consideraría como Escuadrón de Elite. El 21 de febrero del año siguiente se creó un 2º Escuadrón bajo el mismo pie y número de hombres que el lº. 
Aunque este cuerpo fue creado con el solo propósito de dar escolta a la autoridad suprema, no sería óbice para que en casos de necesidad se le empleara como tropa de línea, y así tendría que actuar en aquellas acciones de guerra a que dieron lugar en la defensa de las costas marítimas. Y tal vez fuera su actuación eficaz en este aspecto por lo que el mando superior decidió a mediados de 1815, transformarlo definitivamente en fuerza de línea con el nombre de “Húsares de la Unión”, creando en su defecto para escolta, el “Piquete de Guías de Caballería”. 
En cuanto al uniforme primero que figura en la lámina, de modelo francés, al ser excesivamente caro, se modificó por otro de coste más económico. 


Texto y dibujo por Miguel Montaner


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