La capacidad de mando táctico, desde el nivel de pelotón hasta cada soldado individual, se ha optimizado gracias a la integración de vehículos de combate con enlaces de radio y ordenador. Las radiocomunicaciones también se han mejorado a través de una mayor cobertura y aparatos de radio nuevos y unificados, además, el uso de sistemas de visualización HMD (Head/Helmet-Mounted Display) optimiza además el conocimiento de la situación y la navegación.
Asimismo, ha sido posible ampliar la capacidad de reconocimiento y combate nocturno. La arquitectura modular pone a disposición toda una serie de interfaces estándar para sensores, por ejemplo, un dispositivo de imagen térmica o módulos con los que enlazar sistemas externos, tales como sistemas aéreos no tripulados. El peso y el balance energético del equipamiento también se han mejorado considerablemente.
En definitiva, y gracias al grado de madurez técnica conseguido, el sistema ya puede pasar a la fase de producción en serie. La aceptación técnica por parte de Armasuisse –la Agencia Suiza de Adquisiciones militares– da por cumplido dentro del plazo acordado el contrato suscrito en 2011 y dotado con 23 millones de francos suizos.