Para reducir la vulnerabilidad propia ante la creciente amenaza de los UAS (Unmanned Aerial Vehicle), los ejércitos se están dotando de sistemas antidron, operando desde lanzadores autónomos o módulos instalados en diferentes tipos de vehículos, incluidos los blindados. La compañía británica Marss propone una solución novedosa e ingeniosa, que llaman Interceptor para derribar drones.
Emplea, según conocimos en DSI, novedosas tecnologías, se caracteriza por un coste contenido y, según quien la propone, es notablemente rentable para hacer frente a la amenaza que se intenta neutralizar. Es una solución efectiva basada en unos pequeños sistemas aéreos que actúan como si de minimisiles se tratase. Los llaman Interceptor y los ofrecen en dos versiones, una más grande, la MR de 8 kilogramos y con un radio efectivo de uso de unos 5 km, y otra más compacta, la SR, que es de corto alcance y se estima tiene menos radio operativo.
.jpg)
Marss propone lanzadores como este remolcado que puede llevarse a un punto para proteger un objetivo de alto valor. (Octavio Díez Cámara)
Instalados sobre vehículos
Los Interceptor SR y MR que propone Marss están impulsados por cuatro pequeños motores eléctricos contra el blanco a abatir. En su cometido aprovechan su ligereza, al estar fabricados con materiales compuestos y sus formas aerodinámicas híbridas.
Los Interceptor se sitúan en módulos en los costados de vehículos o en remolques de forma que, respectivamente, pueden dar cobertura a convoyes en movimiento o a instalaciones fijas. Detectada la amenaza, con sensores optrónicos o radáricos, se lanzan de forma que se cruzarán con los drones para, con un impacto directo sobre ellos, romperlos o golpearlos para desestabilizarlos, impidiendo que cumplan su cometido.
Marss informa que el SR está especialmente destinado para la defensa antidron contra los UAS de la clase I y el MR para hacer frente a los de la clase II. Ambos son soluciones autónomas provistas con sistemas especialmente inteligentes, basados en equipos NIDAR, que los hacen idóneos para neutralizar la amenaza de forma especialmente efectiva y a un bajo coste. Además, generan bajo riesgo colateral.
Son minimisiles que cuentan con una micro cámara en su proa, pueden hacer frente incluso a objetivos con alta capacidad de realizar maniobras ágiles moviéndose a velocidades de unos 80 metros por segundo, lo que aún los hace más válidos en el propósito antidron al que están destinados. Su fuselaje realizado con materiales compuestos reforzados con titanio les permite actuar contra varios objetivos en la misma misión, siendo su autonomía de unos 20 minutos. (Octavio Díez Cámara)
