
Las fuertes lluvias que cayeron en la región en los últimos días, causaron la muerte de 33 personas, incluidos dos niños de 2 y 4 años, cuyos cuerpos fueron encontrados junto con el de una joven a un kilómetro del lugar donde se registró un deslizamiento de tierra y el de dos agentes de Defensa Civil.
En enero de 2011, a semanas de que Rousseff asumiera su mandato, casi 1.000 personas murieron en la región serrana de Rio debido a las fuertes lluvias, que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en una vasta área, inclusive de residencias de alto nivel, desatando entonces una fortísima reacción de todos los vectores aeropoliciales de Brasil para instrumentar acciones de rescate y abastecimiento de víveres a la población afectada
Diversos observadores atribuyen los hechos, o al menos sus consecuencias, a la extrema tolerancia registrada al respecto de emplazar nuevas construcciones en el lugar de la anterior tragedia, a causa de las recientes elecciones municipales, relajando los controles, amén de que las nuevas viviendas y ubicaciones destinadas a los sobrevivientes y afectados de 2011 no se entregaron aún. Además, el desarrollo del Sistema Nacional de Alerta Meteorológica se halla evidentemente ralentizado. (Javier Bonilla)



