El Comando de Aviación del Ejército Bolivariano de Venezuela se encuentra en las primeras etapas de incorporación de drones FPV (First Person View) tipo kamikaze a las unidades tácticas de maniobra. Esta iniciativa busca dotar con estas plataformas a las Unidades de Reacción Rápida (URRA) del Ejército Bolivariano, marcando un paso significativo hacia la modernización de sus capacidades en el ámbito de la guerra asimétrica y de defensa territorial como resultado de la escala de tensiones en la región.
Los drones FPV venezolanos están basados en modelo de fabricación china EVO Max 4T, ampliamente utilizados en conflictos recientes por su bajo costo y alta efectividad, representan una herramienta versátil para operaciones tácticas. Su capacidad para portar cargas explosivas y realizar ataques de precisión contra objetivos específicos los convierte en un recurso ideal para escenarios donde la movilidad y la sorpresa son factores decisivos.
El anuncio del Ejército Bolivariano refleja una tendencia global, en la que los ejércitos modernos adelantan la integración de sistemas no tripulados en unidades tácticas y de maniobra convencionales para aumentar la letalidad y reducir riesgos para el personal militar. En este caso, las URRA, unidades tácticas que son comparables a un batallón de infantería ligera que han sido concebidas por el Comando Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para despliegues rápidos en áreas geográficas remotas con situaciones críticas para el abastecimiento, se beneficiarán de la capacidad de los drones para neutralizar amenazas en tiempo real, incluso en entornos urbanos, selváticos, rurales y costeros.
En este contexto, la implementación de drones FPV kamikaze representa ventajas estratégicas relevantes, como un menor coste en comparación con los sistemas convencionales de lanzacohetes, misiles aire-tierra o artillería de campaña; además, ofrecen una mayor flexibilidad táctica, al posibilitar ataques selectivos sin comprometer recursos significativos; y una detección dificultosa debido a sus dimensiones compactas y elevada velocidad.
En América Latina, el empleo de drones en operaciones militares ha crecido de manera sostenida, impulsado por la necesidad de enfrentar amenazas híbridas, narcotráfico y grupos irregulares. En este sentido, las Fuerza Armada Venezolana es pionera en esta corriente que ya exploran fuerzas armadas de países como Colombia y Brasil, aunque con enfoques operacionales distintos.
Los videos publicados por el Comando de Aviación del Ejército Bolivariano muestran entrenamientos iniciales de personal militar y policial, donde los operadores practican maniobras FPV y simulaciones de impacto. Este proceso implica no solo la adquisición de equipos, sino también la formación de personal especializado en pilotaje, mantenimiento y adaptación de cargas útiles.
Algunos medios venezolanos citando fuentes cercanas al proyecto, señalan que la Fuerza Armada Venezolana estaría evaluando la posibilidad de fabricación nacional o ensamblaje local, aprovechando la experiencia previa en sistemas aéreos no tripulados desarrollados por la Empresa Aeronáutica Nacional dependiente del Ministerio de Defensa de Venezuela, esto permitiría reducir dependencia externa y garantizar sostenibilidad operativa.





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