A bordo del Apache
Guillermo Pis PHOTO, 30 de junio de 2019
El Boeing AH64 Apache con sus casi 40 años de edad y tras diversas actualizaciones, continua siendo el referente en cuanto a helicópteros de ataque se refiere.
El borde de las palas es de titanio, capaces de resistir el choque con ramas y otros obstáculos, además, el ángulo diferente entre sus palas le permiten amortiguar entre ellas el ruido que generan.
El cañón automático M230 de 30mm tiene una cadencia de hasta 650 disparos/minuto y es guiado por los visores de combate acoplados s los cascos de los pilotos.
La última actualización en el sistema de sensores le proporciona mejoras en el sistema de designación y asignación de objetivos así como en la visión nocturna del aparato.
Nuestros enviados al SIAE fueron atendidos por los propios pilotos, que nos explicaron sus impresiones y respondieron a nuestras preguntas acerca de este emblemático helicóptero
Parte del cockpit que también ha sufrido una profunda modernización. Sus nuevas pantallas permiten al piloto ver imágenes en alta resolución y a color.
También se ha incrementado a los pilotos la capacidad de identificar objetivos a mayores distancias.
Su bautismo de fuego fue en 1991 durante la Guerra del Golfo. Desde entonces, se ha convertido en un importante activo tanto de apoyo a tropas como en misiones específicas.
El chasis tremendamente ligero aunque reforzado en sus zonas vitales permite resistir impactos de ametralladora así como de antiaéreos de calibres reducidos.
El radar Longbow, le permite detectar 1024 potenciales objetivos, clasificar los principales 256 y desplegar los 16 más amenazantes en tres segundos.
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