100 años de los "U-Bote" como arma naval
Revista Defensa nº 439, noviembre 2014, J. María Treviño
José María Treviño, 17 de mayo de 2016
A comienzos del siglo XX, el submarino como arma naval era una entelequia. Diversos prototipos realizados en Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, Alemania e, incluso, España, con el “Peral”, habían conseguido hacer inmersión y navegar varias horas bajo el agua, pero su propulsión dejaba bastante que desear. Se había utilizado el vapor y la electricidad como medio más idóneo, pero su poca autonomía y complicada maniobra para hacer inmersión hacían que los estados mayores navales no se tomaran en serio estos pequeños sumergibles, más peligrosos para sus dotaciones que para el enemigo...
Foto: Almirante Tripitz La poderosa Royal Navy seguía construyendo enormes Dreadnought, el acorazado monocalibre, que debía enseñorearse de todos los mares en el siglo XX, del Reino Unido para mantener su supremacía naval, aplicando el two standing power, es decir, tenía que construir el doble de buques de línea que los demás, especialmente preocupada por la creciente potencia naval de Alemania, alentada por su emperador, el Kaiser Guillermo II, fiel seguidor de las teorías del teórico norteamericano Alfred T. Mahan, cuyo libro sobre el poder naval en la Historia hacía furor en las Escuelas de Guerra Naval de todo el mundo. El asesinato en Sarajevo del heredero al trono del Imperio Austrohúngaro, Francisco Fernando, el 28 de junio, precipitó el estallido de la I Guerra Mundial un mes más tarde, con la invasión de Serbia y Bélgica por parte de los imperios centrales. En el ámbito naval, el 2 de agosto de 1914, los primeros...
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