Cien años de planes navales en la Armada Española, "recuerda España, tu registe el imperio de los mares"
Revista Defensa nº 464, diciembre 2016, José María Treviño
José María Treviño, 10 de agosto de 2017
La Armada Española a lo largo de todo el Siglo XX siempre contó con un programa o plan naval que le permitiera renovar sus unidades de forma escalonada y ordenada para mantener así un alto grado de operatividad. No hay como recordar la llamada Ley Ferrándiz, también conocida como Plan de Escuadra Maura-Ferrándiz de 1908, que llevaba los nombres de los entonces presidente del Gobierno y ministro de Marina, respectivamente, que significó la reconstrucción de la Armada después del desastre de 1898. Esta Ley trajo consigo la construcción de los 3 acorazados de la Clase “España”, cruceros “Reina Regente” y “Cataluña”, 3 destructores de la Clase “Bustamante”, 4 cañoneros de la “Recalde”, 2 buques de vigilancia de la “Dorado” y 22 torpederos que sólo tuvieron numeral. Más tarde, y gracias a la Ley Miranda de 1915, que propició la producción de 4 cruceros y 6 destructores, se autorizó la adquisición de 4 submarinos, número que se incrementaría con 12 sumergibles más hechos en Cartagena. Dos años más tarde, otro ministro, el contralmirante Flórez y Carró, daría pie a la creación de la Aviación Naval, en 1917.
La Guerra Civil de 1936-39 supuso un duro quebranto para la Armada, que inició la siguiente década sin acorazados por la pérdida de todas las unidades; un solo crucero moderno, el Canarias, con el doloroso hundimiento en combate de su hermano gemelo, el Baleares, que arrastró con él a gran parte de la dotación, y dos series de destructores y cañoneros de construcción anterior...
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