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El tanque Panzer IV del Cuartel General de la División San Marcial, en Burgos

Tanque Panzer IV expuesto en Burgos. (Julio Maíz)
Tanque Panzer IV expuesto en Burgos. (Julio Maíz)

En los jardines de la entrada del acuartelamiento “Diego Porcelos”, Cuartel General de la División “San Marcial”, en Burgos,  se expone una colección de piezas de artillería y carros de combate entre los que destaca un tanque Panzerkampfwagen o Panzer IV.

Este carro fue adquirido juntó a otras 19 unidades en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial (SGM), a Alemania por el Gobierno del general Franco, que  intentó dotarse de medios de defensa modernos con los que renovar el material blindado sobreviviente de la Guerra Civil,  por si las potencias extranjeras arrastraban al país a intervenir en el conflicto global.

Inicialmente el Ministerio del Ejército (hoy Ejército de Tierra) tenía la aspiración de hacerse con hasta 250 tanques con cañón de 45 o 50mm y otros 100 con cañón de 75mm., que se corresponderían aproximadamente con los Panzer III y IV respectivamente. La comisión negociadora alemana, presidida por el general Becker, se opuso a la entrega de esa flota, sobre todo por las acuciantes necesidades de las Fuerzas Armadas alemanas o Wehrmacht, en un momento en que la derrota del III Reich se empezaba a vislumbrar. Peso a todo, los alemanes accedieron a entregar a España: 20 Panzer IV Ausf. H y 10 cañones de asalto autopropulsados Sturmgeschütz III (StuG III), además de una serie de piezas de artillería, camiones y motocicletas.

Aunque menos conocido que los Tigre I, el Panzer IV fue el carro de combate más construido por parte de Alemania durante la SGM, en total cerca de 8.600 unidades en sus múltiples variantes, siendo utilizado por la Wehrmacht a lo largo de todo el conflicto, desde la invasión a Polonia en 1939 hasta su finalización el 9 de mayo de 1945.  
Volviendo a los planes de adquisición por parte de España, tras aceptar la oferta alemana el 29 de abril de 1943, en diciembre de aquel año llegaron los Panzer IV a  España por ferrocarril, dado que por entonces España y Alemania tenían acceso directo terrestre por tren a través de la Francia ocupada. El agravamiento de la situación bélica para Alemania y la liberación de Francia por los anglosajones el verano de 1944 cerraron la posibilidad de solicitar más material a Berlin.

A finales de 1943, un grupo de 26 oficiales, suboficiales y especialistas del Ministerio del Ejército, realizaba un curso de especialización en el Panzer IV, en la ciudad alemana de Wunsdorf, donde radicaba un Regimiento y una Escuela de Instrucción Panzer. A su llegada estos tanques fue asignados a la recién constituida División Acorazada n.º 1 (en base a la 13º División de la Guerra Civil) y repartidos entre el Regimiento de Carros de Combate «Alcázar de Toledo» n.º 61, de Canillejas (Madrid), y el Regimiento de Carros de Combate «Brunete» n.º 62, de Sevilla, a cada uno de los cuales dotaron con una compañía de 10 carros, repartidos en uno destinado al mando y tres secciones con 3 carros.

Tras más de una década en servicio, los Panzer IV llegaron a convivir con los modernos carros de la ayuda americana M-47, que empezaron a llegar tras los Pactos de Madrid firmados en 1953. Finalmente, tras contar ya con más medios made in USA, se dieron de baja los Panzer IV, y en 1965 se vendieron 17 a Siria, que los empleó en la guerra de los Seis Días en Junio de 1967, donde casi todos fueron destruidos por los israelís o abandonados en los altos del Golán. Uno de éstos está expuesto en el interesante  Museo del Cuerpo Acorazado israelí, en Latrún.

Actualmente, en tres diferentes instalaciones del Ejército de Tierra, están expuestos los taques Panzer IV, que no se vendieron a los sirios, uno se encuentra en la base militar El Empecinado, sede del Regimiento de Caballería de Reconocimiento “Farnesio” 12, sita de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), otro en el Museo de Medios Acorazados (MUMA) sito en El Goloso (Madrid), y el referido de Burgos.  

El Panzer IV que fotografiamos en Burgos está pintado con el gris oscuro, o dunkelgrau, que se aplicó la Wehrmacht a sus vehículos de combate en la primera parte del conflicto, en concreto hasta 1943 en que empezó a usar el color arena o dunkelgelb. (Julio Maíz Sanz)

 

 


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