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Sábado, 13 de diciembre de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase

SIG, Sistemas de Información Geográfica, claves en el ámbito militar

Las vistas 3D (como en este caso) ofrecen información situacional y geo-espacial de un vistazo.
Las vistas 3D (como en este caso) ofrecen información situacional y geo-espacial de un vistazo.

Desde que el GPS fue desarrollado a finales de los años 70 del siglo pasado por el Departamento de Defensa norteamericano y puesto en marcha en 1993 con su primera constelación de 24 satélites, los militares de todo el mundo han podido utilizar este servicio para saber dónde se encuentran exactamente en la superficie del planeta, lo que es una información extremadamente importante para cualquier plan de batalla. Pero la tecnología avanza, los campos de batalla son más complejos y el GPS, como tal, ya no es suficiente. Por suerte hay una tecnología complementaria que cubre las necesidades del escenario de batalla moderno: los SIG.

SIG: Mucho más que sólo coordenadas

Los SIG, Sistemas de Información Geográfica, o GIS, por sus siglas en inglés, ofrecen una plétora de información adicional a las coordenadas actuales que proporciona el GPS. Los sistemas GPS permiten saber la posición exacta en la superficie de la Tierra (o en el aire) en la que se encuentra el receptor. Sin embargo, para cualquier operación militar resulta extremadamente importante disponer de información adicional, para facilitar una toma de decisiones adecuada y certera.

Los datos geoespaciales que proporcionan los SIG son adaptables a la naturaleza de cada misión y proceden de múltiples fuentes, sensores u otros sistemas de comunicación. Pero lo que les da la relevancia que tienen y proporciona un valor extraordinario para las operaciones militares, es que visualizan, en un mapa, todos los elementos de interés.

Y estos se pueden configurar exactamente según las necesidades del momento. Un SIG puede mostrar el terreno, la ubicación de las tropas y armamento, la vegetación, temperaturas, tipos de suelo, vientos, irradiación solar…la lista es interminable. Y la conjunción de todos estos datos en un mismo mapa, fácil de comprender y de visualizar, es lo que le da el verdadero valor a los SIG.

El gran concentrador

Hoy en día, en cualquier campo de operaciones o de batalla hay decenas, sino cientos de sensores de todos los tipos. Por otro lado, el armamento está interconectado con los sistemas de información en la mayoría de los casos, lo que permite que un sistema de cartografía digital como los SIG se convierta en la piedra angular para las decisiones de combate. El SIG ofrece lo que los americanos llaman Common Operational Picture, o COP.

Es decir, un estado de situación compartido por todos los implicados, mostrando la misma información del entorno de la operación para todas las partes, lo que facilita la planificación colaborativa y, en última instancia, una ejecución coordinada. Disponer de un COP asegura que tanto los mandos como la tropa disponen de la misma percepción de la situación actual, y esto conduce a una mejor toma de decisiones a todos los niveles.

Al tratarse de información en tiempo real, se facilita la toma de decisiones proactiva, que tiene un valor elevado en las fuerzas armadas modernas, dada la rapidez con la que pueden cambiar las circunstancias en un conflicto.

La información del SIG ayuda a analizar múltiples dimensiones del status quo actual de tropas propias, aliadas y enemigas, así como de toda la información geoespacial relevante:

  • las características del terreno, su elevación, composición, pendientes
  • influencia del terreno en propagación electromagnética
  • visibilidad actual (para misiones de vigilancia o posición de francotiradores)
  • posibilidad de planificación y optimización de rutas o transportes
  • simulación de movimientos de tropas o logística, antes de comprometer efectivos
  • modelado de escenarios factibles y proyección de bajas
  • visualización del campo de batalla
  • superposición de múltiples capas de datos (posiciones enemigas, objetivos, campos de minas, zonas geográficas desfavorables, tiempo meteorológico, etc.)
  • densidad y ubicación de población civil
  • planificación de rutas de evacuación o de zonas seguras o de fallback.
  • análisis de zonas potencialmente peligrosas
  • mapeado de redes o puntos de comunicación (propios o enemigos)
  • detección de rutas frecuentes o patrones de movimiento

Ejemplo de falso color sobre una imagen aérea, señalizando densidades de población.

Algunos tipos de SIG militares

Naturalmente existen múltiples fabricantes y proveedores tanto de hardware como de software para sistemas SIG, pero las plataformas más empleadas son algunas de las siguientes:

•    ArcGIS. Empleado ampliamente en la OTAN y el ejército norteamericano. Permite planificar misiones, funcionalidades C&C, analizar el terreno o realizar el seguimiento de la logística. Soporta la simbología estándar MIL-STD-2525.
•    FalconView. También usado principalmente por las fuerzas armadas americanas, dispone de visualizaciones tanto 2D como 3D y ayuda a planificar las misiones.
•    SITAWARE. Utilizado por ejércitos de todo el mundo, esta suite C4ISR se adapta a batallas de dominio conjunto y puede funcionar como sistema de gestión de batallas (BMS).
•    Dispositivos DAGR/PLGR. A pesar de que, estrictamente, son dispositivos GPS, con frecuencia incluyen software GIS para disponer de información en tiempo real del área de batalla.

La inteligencia artificial y los SIG de última generación

Desde hace un par de años, la inteligencia artificial ha pasado a formar parte de muchos ámbitos, especialmente aquellos relacionados con el análisis de datos. Y por este motivo, muchas plataformas SIG han decidido integrar esta potente tecnología. Como la velocidad de respuesta es crucial en el campo de batalla, disponer de un sistema que analice todos los datos disponibles y recomiende cursos de acción, es una ventaja táctica importante.

Los sistemas de IA en un SIG pueden tener múltiples aplicaciones, como por ejemplo el análisis de objetos en imágenes aéreas o de drones, localizando pistas de aterrizaje, convoyes de tropas o sistemas de armamento (incluso camuflados, si el modelo está entrenado apropiadamente). Entre otras cosas, estos sistemas son capaces de detectar posiciones enemigas, así como de proyectar daños o bajas en un posible enfrentamiento. Toda esta información es extremadamente relevante para los mandos.

Para áreas urbanas, cubiertas por cámaras de tráfico o de seguridad, hay plataformas como Intelion que son capaces de conectarse a las cámaras y, mediante IA, detectar patrones de movimiento, la formación de convoyes o controlar los pasos por rutas específicas, enviando alertas automáticas cuando suceden eventos de interés.

La detección de convoyes en zonas urbanas (como aquí en Intelion) es de importancia estratégica.

Pero, más allá del puro análisis de datos, tres de las funcionalidades más interesantes de las inteligencias artificiales en el campo de batalla pueden marcar una diferencia en los conflictos futuros:

•    Reconocimiento de patrones. La capacidad de integrar y analizar datos de cientos o miles de fuentes, incluso aquellas que inicialmente parecen inconexas o irrelevantes, permite a los modelos de IA reconocer patrones (de actuación, de movimiento, de objetos, etc.) donde un ser humano no podría. La detección de anomalías visuales, por ejemplo, puede ayudar a determinar objetivos a reconocer con más detalle en el campo de batalla.
•    Capacidad predictiva. Estas funcionalidades aún están en fases de experimentación en muchos casos, pero las funciones predictivas de la IA representan una potencial ayuda a mandos y tropa para, en base a los datos disponibles, anticiparse a movimientos enemigos o a situaciones que podrían resultar conflictivas (emboscadas, flujo de refugiados, ubicación probable de IEDs, etc.).
•    Simulación. Aunque ya lo hemos mencionado anteriormente, las capacidades de simulación de un SIG, combinado con IA, puede ser una herramienta de gran valor para el entrenamiento de tropas y mandos en situaciones diversas y mejorar la preparación de los efectivos ante imprevistos.

Conclusión

Los sistemas SIG, como concentradores de datos vitales en situaciones de conflicto donde la toma de decisiones puede tener consecuencias graves, son una herramienta que proporciona toda la información necesaria para facilitar esa toma de decisiones en base a hechos y datos en tiempo real.

Su capacidad para integrar modelos de IA que analicen la información de múltiples fuentes y hagan recomendaciones es muy valiosa para mandos de todos los niveles, al ofrecer sugerencias de actuación, así como sus probabilidades de éxito, daños y pérdidas posibles. Con ese conjunto de datos se pueden tomar las mejores decisiones posibles en función de la situación del campo de batalla, los objetivos marcados y múltiples otros parámetros que, en ocasiones, es difícil de considerar todos a la vez, por ser tan numerosos.

Pero incluso sin IA, los SIG pueden ser la piedra angular de muchas operaciones, al unificar toda la inteligencia necesaria en un entorno geo-espacial que representa el campo de batalla o de actuación con precisión.


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