Hay varios programas en curso dentro de la Infantería de Marina que dan respuesta a esa pretensión y a la necesidad que podrían tener también en un momento dado los estoles de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE). Dos de ellos, al menos, sustentan la capacidad de fuego de las tropas que llevarían consigo medios ligeros con los que actuar de forma diligente contra distintos objetivos terrestres que en buena medida serán de oportunidad, pero también incluirían otros previamente conocidos.
Uno de los recursos que va a recibir la Infantería de Marina en fechas especialmente próximas es el que oficialmente se define como el Arma de Defensa Inmediata. En ese caso, y tras evaluar varias opciones, se habrían decantado por el empleo de un sistema de lanzacohetes reutilizable que consista en un lanzador, una dirección de tiro de alta capacidad tecnológica y una serie de tipos de granadas que puedan dispararse contra diferentes tipos de blancos.
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Con las municiones merodeadoras Q-SLAM 40 se da capacidad de ataque y de reconocimiento a las tropas empeñadas en acciones anfibias o en Operaciones Especiales. Foto: Octavio Díez Cámara
El Hispano de Instalaza
Tras validar el concepto de una capacidad ofensiva versátil en distintas pruebas, se les va a dotar con los lanzacohetes Hispano de la compañía zaragozana Instalaza que han sido desarrollados focalizando sus prestaciones en lo que la Infantería de Marina requiere y se caracterizan por conseguir alcances efectivos de unos 650 metros. Seguramente, se asignará un Hispano a cada pelotón de forma que un militar transporte el propio lanzacohetes reutilizable y otro/otros diferentes tipos de granadas en mochilas específicamente concebidas para esa finalidad; en combate, se irían usando unas u otras de estas últimas para neutralizar vehículos, destruir bunkers, acabar con nidos de ametralladoras o incluso conseguir determinados efectos sobre tropas desprotegidas.
La Infantería de Marina contará también, ahondando en la capacidad ofensiva deseada, con municiones merodeadoras, siguiendo lo que los conflictos más recientes han demostrado que es ya una realidad que ha venido para quedarse. Se les dotará con un diseño de corto alcance puesto a punto por la compañía española Arquímea.
Será Q-SLAM 40, que está basado en un concepto de dron merodeador de tipo táctico especialmente útil en operaciones de corto alcance de protección, adquisición de objetivos o vigilancias y reconocimientos; estas municiones merodeadoras tienen un alcance estimado de entre 10 y 20 kilómetros, pueden estar en vuelo unos 20 minutos y su disparo se realiza desde un lanzador neumático, que puede ser llevado por los Infantes de Marina consigo o situado en diferentes tipos de vehículos, de baja firma térmica y acústica; Q-SLAM 40 puede operar tanto en modo autónomo como ser guiado directamente por un piloto operador.







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