Este mes de febrero se cumplen 80 años de la batalla de Krasni Bor (Rusia), librada entre las tropas soviéticas y las del Eje, incluida la División Azul, fue la de mayor importancia en la que participaron los españoles durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque España no participó en la Segunda Guerra Mundial, decenas de miles de sus ciudadanos lucharon en favor de ambos bandos, en la mayoría de los frentes de batalla, la única Unidad participante plenamente compuesta por españoles, del general al más joven de los soldados, fue la División Azul.
Entre el 10 y el 13 de febrero de 1943 estos voluntarios, falangistas anticomunistas, se enfrentaron a un ataque soviético devastador en una proporción de fuerzas de casi 5 a 1, apoyado por 1.000 bocas de fuego. Durante la batalla, que se libró en la ciudad de Krosni Bar y sus alrededores, los españoles pararon contra todo pronóstico, a costa de altísimas bajas (más de 2.500 incluidos 1.127 muertos), la ofensiva, dando tiempo a la llegada de refuerzos alemanes.
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Fuerzas soviéticas del sector de Leningrado. (RIA Novosti)
La División Azul acudió en 1941 al frente del Este para luchar contra Stalin, que lideraba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En Alemania los voluntarios constituyeron, tras ser equipados con todo el material estándar germano, la denominada 250 División del Heer (Ejército) de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas), siendo destinada al Grupo de Ejércitos Norte.
En febrero de 1943, unos 5.000 efectivos de la División guarnecen la línea del frente que sitiaba la ciudad de Leningrado (San Petersburgo), cuando el más destacado mariscal soviético, Zukov, decidió que dicho punto sería el más propició para romper el frente. Le avalaba la favorable experiencia de las batalla de Stalingrado y del frente del Don, donde las fuerzas soviéticas arrasaron inmediatamente a otros aliados (rumanos, italianos y húngaros) de la Alemania de Hitler, propiciando el pleno éxito de sus ofensivas.
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El general Esteban-Infantes, con uniforme del Heer, que estuvo al mando de la División Azul entre 1942 y su disolución a finales de 1943.
En el norte, a pesar de los consejos de los generales de la zona, que sí sabían de la eficacia española, se intentó repetir el éxito, pero, ante la defensa numantina de las tropas españolas, dirigidas por el general Emilio Esteban-Infantes, fracasó, una de las pocas derrotas de su brillante trayectoria militar.
La épica batalla ha sido relatada por múltiples autores, destacando los trabajos acerca de ésta y de la División Azul de Carlos Caballero Jurado.
