Durante las pasadas semanas han ocupado más titulares las disputas entre los socios de Gobierno por el anunciado incremento del presupuesto de Defensa en “1.000 millones de euros” que lo que significaban estos o a lo que estaban destinados.
Y es que después de que en los días previos, los principales medios de comunicación hablaran de un incremento aprobado de 1.017 millones de euros, finalmente el Consejo de Ministros aprobaba un fondo de contingencia y crédito extraordinario de 999.793.477 euros.
Y es que a pesar de que muchos estábamos escribiendo la habitual “Carta a los Reyes Magos” con lo que se podría adquirir para las Fuerzas Armadas con esos 1.000 millones, hay que analizar en detalle la escasa información disponible sobre esta ampliación.
La propia referencia del Consejo de Ministros del pasado día 5 lo deja claro, el acuerdo por el que se autoriza la aplicación del Fondo de Contingencia y la concesión de un crédito extraordinario en el Ministerio de Defensa, “para atender los gastos extraordinarios de las Fuerzas Armadas ocasionados por la invasión de Ucrania”.
Bajo este punto de vista, podrían en primer lugar pagarse todos los gastos y adquisiciones extraordinarios derivados de la misión del Ejército de Tierra en Letonia, como parte de la eFP de la OTAN, por ejemplo el envío de la batería NASAMS a dicho país.
Sin embargo si tenemos en cuenta lo desglosado por El País o ABC, “650 millones para armamento y 367 millones para gastos corrientes”, la inversión neta estaría por debajo de los citados 650 millones de euros y estaría principalmente destinada a reponer el material enviado por las Fuerzas Armadas a Ucrania en concepto de ayuda gubernamental.
Entre esta al menos que sepamos se ha suministrado, munición de diversos tipos, armamento ligero, chalecos y cascos, con lo que para desgracia de la vicepresidenta Yolanda Diaz, esto no da para encargar barcos en su tierra natal de Fene, ni en Cádiz ni en otro sitio.
Haciendo números
Y es que si este es el primer anuncio del compromiso renovado de alcanzar el 2 % del PIB en inversión en Defensa anunciado en el marco de la Cumbre de la OTAN en Madrid (eso sí, en el 2029), debe ser el primero de muchos para poder lograr ese porcentaje.
Recordemos que según los datos del año pasado de la OTAN (y calculados según sus criterios), la inversión actual destinada a Defensa en España es de 12.208 millones de euros, que supone un 1,03 % del PIB. Si añadimos los anunciados 1.000 millones, este porcentaje se dispararía hasta el 1,11 % del PIB, mucho más cerca, donde va a parar, del 2 % objetivo.
Como vemos, estos 1.000 millones suponen solo un acercamiento del 0,08 del PIB y han provocado una importante crisis entre el PSOE y sus socios de Gobierno. De ahí que no se pueda afrontar con optimismo el objetivo anunciado de llegar hasta el 2 %, con elecciones generales en el horizonte y sin poner en peligro la sostenibilidad del actual Gobierno. Porque las cifras son claras, si los citados 12.208 corresponden al 1,03 % del PIB, aún tendremos que añadir de aquí a 2029 aproximadamente 11.500 millones de euros. O esperar que nuestra economía crezca hasta entonces a unos niveles muy superiores a los actuales, situación que tampoco parece esperable, máxime con la crisis internacional que sufrimos. (José Mª Navarro García)





