El T.10, un avión de transporte táctico, fue previamente adaptado a la misión de transporte sanitario en la base aérea de Torrejón (Madrid), inmediatamente después de su llegada de Zaragoza. La medicalización de la aeronave ha consistido básicamente en la instalación de una cámara de aislamiento proyectada para aislar temporalmente a enfermos contagiosos, que cumple con la norma N 36-2 y proporciona protección al paciente y al personal sanitario que lo trata, así como un sistema de soporte vital para la monitorización del enfermo.
No obstante, se han cargado otras dos cámaras de aislamiento (una segunda de reserva, ya montada, y otra más sin montar, con carácter preventivo) y material médico diverso con un total de 1200 Kg.
Las tripulaciones, sanitaria y de vuelo de cabina, van protegidas con monos impermeables que cubren de los pies a la cabeza, más gafas, mascarilla, guantes y calzas, para aislarlas de fluidos o partículas contaminantes en el área de trabajo próxima al paciente infeccioso.
En el avión viajaron dos tripulaciones de vuelo, integrada cada una por un piloto, un copiloto, un navegante y un auxiliar (ocho personas en total) del Ala 31 del Ejército del Aire más dos equipos médicos de la UMAER formados por un Comandante médico, un Capitán enfermero y un Cabo 1º y un auxiliar de enfermería (6 en total, todos ellos militares).