En unas recientes jornadas de sistemas autónomos celebradas en Barcelona hemos podido conocer, con cierto detenimiento, buena parte de los medios con los que está equipado el Grupo de RPAS de la Guardia Civil española, organización policial que está introduciendo esos equipos en diversos elementos de sus estructuras operativas.
Habíamos visto operar a los agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) con sus sistemas aéreos controlados a distancia (UAS, Unmanned Aerial System) o desplegar, protegiendo las alturas con diferentes equipos antidrón que permiten actuar diligentemente contra esa amenaza creciente.
Ahora, hemos podido observar rifles antidrón Etrair de la Guardia Civil que se operan en conjunción con gafas de visión nocturna monoculares en las que se puede acoplar un módulo óptico de intensificación, para así localizar con más facilidad ese tipo de amenazas y hacerlo a más distancia. Los sistemas mostrados también incluían equipos autónomos submarinos (USV, Underwater Submarine Systems) del tipo Gladius MiniS que, con cuatro hélices entubadas y carenadas en su fuselaje, pueden moverse con precisión y agilidad bajo el agua para realizar revisiones de cascos u otras tareas asociadas a la seguridad submarina.
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Equipos como el Gladius MiniS son usados para vigilancias bajo el agua o para determinadas búsquedas submarinas. (Octavio Díez Cámara)
Mucho más numerosos son los sistemas aéreos UAS con los que está ya dotada la Guardia Civil. En su Grupo de RPAS hemos identificado equipos de diferente tamaño con los que realizar actividades complementarias y facilitar, a distancias especialmente próximas o lejanas, observaciones y seguimientos discretos.
Operan en la Guardia Civil con los multicópteros DJI Matrice 600 que incluyen seis hélices que les capacitan para despegar verticalmente. Es un UAS que pesa 15,1 kilogramos, puede volar a 72 kilómetros por hora, alcanza una altura de vuelo de 2.500 metros y con una carga útil de 6 kg puede estar 16” volando. Su distancia de transmisión es de hasta 5 km, capacidad que en el caso del cuadricóptero DJI Matrice 300 RTX que también vuelan se triplica hasta los 15, incluyendo este último modelo de UAS, que también es un sistema de tamaño grande, cámara térmica, foco para iluminar y un altavoz para transmitir mensajes a aquellos que se pretende capturar o a los que se busca salvar.
La Guardia Civil dispone de los muy pequeños Black Hornet 3 de la compañía Flir Systems que son especialmente discretos y transportables, lo que facilita su uso en determinadas operaciones tácticas o en vigilancias asociadas a dispositivos como los clásicos de la Unidad Central Operativa (UCO).
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Numerosos drones y sistemas antidrón como el Etrair forman parte de la dotación del Grupo de RPAS de la Guardia Civil. (Octavio Díez Cámara)
El Grupo de RPAS mostró otros UAS tipo cuadricóptero que tiene asignados. Vimos el DJI Mavic 2 Enterprise Advanced que puede controlarse desde 10 km y llega a volar a 6.000 m de altura, el DJI Mavic 3 Thermal que destaca por sus equipos para transmitir la información de su cámara fija Hasselblad o su cámara térmica 640x512px a nada menos que 30 km de distancia, o el Indago 3T en el que sobresalen capacidades como sus 45 minutos de vuelo, la cámara de 33 aumentos para observaciones de día y la Noctis dual IR para la noche, el poder transmitir sus datos a 10 km o el que sus sistemas de posicionamento emplean frecuencias militares.
La Guardia Civil está siendo provista con sistemas UAS, USV y otros diseños autónomos que, manejados a distancia por sus pilotos operadores, son medios ya comunes a muchos de los servicios que desarrolla en beneficio de la Seguridad de los españoles. (Octavio Díez Cámara)





