Los futuros buques nodrizas LXX de la Armada, la respuesta al cambio de paradigma de las operaciones anfibias

Las operaciones anfibias clásicas, con gran volumen en fuerza y una aproximación notable a la costa, son ya historia. Hoy se propugna en la Armada, para evitar los efectos de las armas del adversario, acciones que se inicien a gran distancia, mucho más allá del horizonte (OTH, Over The Horizon) visual y radar, y que incluyan estrategias en las que intervengan diferentes tipos de navíos militares llevando tropas y material.Esta función será la que se encomendará a los futuros buques anfibios nodrizas LXX de la Armada.

Formarán parte de una Fuerza Anfibia que, operando en el marco del Concepto Operativo de Proyección Anfibia 2050 (CPA 2050), se tendrá que enfrentar a amenazas y misiones diferentes de las actuales. Se pretende construir, si los planes actuales no cambian, al menos dos ejemplares que podrían iniciarse ya antes de que finalice esta década y pasarían a engrosar las capacidades del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota (GRUPFLOT).

Para lograr la flexibilidad, velocidad y maniobrabilidad pretendida, el novedoso navío anfibio que la Armada contempla podrá trabajar en operaciones en las que los medios propios se distribuirán por una amplia zona para hacer que el adversario divida sus fuerzas y capacidades. Por ese nuevo concepto, será necesario que el buque anfibio nodriza LXX cuente con mejores capacidades para la guerra electrónica, la neutralización de aeronaves no tripuladas (UAS, Unmanned Aerial System) y hasta el potencial ofensivo que les puedan aportar lanzadores de misiles antibuque necesarios para el control del mar y alcanzar determinados objetivos en tierra.

Por esa peculiaridad, y porque trabajarán dentro de los Grupos de Combate Anfibios Expedicionarios con navíos LHD (Landing Helicopter Dock) y LPD (Landing Platform Dock), se ha definido que los buques anfibios nodriza LXX tendrán una menor eslora y desplazamiento que aquellos a los que acompañen de forma que puedan acercarse a la costa con gran rapidez desde una posición por debajo del horizonte.

Navíos compactos y rápidos podrán trasladar tropas anfibias a la costa, o a sus proximidades, para favorecer despliegues tácticos especialmente favorables. (Austal)

Serían similares a los del tipo LAW (Light Amphibious Warship) por lo que apuesta ya la Marina de Estados Unidos. Se estima desde la Armada que los buques anfibios nodriza LXX serán naves diseñadas para generar una baja firma radar, infrarroja y acústica y así dificultar su detección, y que tengan unas líneas y planta propulsora que les posibiliten velocidades punta del orden de treinta nudos.

Facilitarán el transporte de dos subgrupos tácticos de Infantes de Marina con sus medios y aprovisionamientos para combatir. Los proyectarán a la costa con helicópteros como los NH-90 MSPT de la Flotilla de Aeronaves (FLOAN) de la Armada gracias a que su pista de vuelo podrá acoger al menos uno y también con un dique que facilitará desplegar lanchas de asalto o vehículos anfibios de combate 8x8 de próxima generación de Infantería de Marina (VACIM). Por cierto, la pista podría servir para operaciones en las que intervengan UAS propios especializados en el transporte logístico para llevar municiones, combustible y otros avituallamientos al personal desembarcado para favorecer acciones de mayor autonomía y duración.

Con esas capacidades, lo usual sería que los LHD y LPD se quedasen en la zona más alejada de la costa y los buques anfibios nodriza LXX, que estaría planificado se diseñen y fabriquen para que la Armada los obtenga aproximadamente en la segunda mitad de la próxima década, se aproximen al objetivo para facilitar que medios y personal transportado inicien la última fase de la aproximación con diferentes medios. (Octavio Díez Cámara)