A finales del año pasado, la Armada abordaba el plan de incorporación de sistemas no tripulados especializados en operaciones navales. En ese marco, se firmó con la española Seadrone, del grupo Zelenza, a través de la JAL (Jefatura de Apoyo Logístico), la compra de un Sead 23, un vehículo marítimo no tripulado de superficie o USV (Unmanned Surface Vehicle), por un importe de 1,1 millones de euros.
En el stand de FEINDEF de Zelenza pudimos ver unos de los espectaculares Sead 23, a la vez, su futuro operador, la Armada española, mostraba otro. Estamos ante un moderno diseño de USV, con una eslora de 6,95 metro, una manga de 2,3 metros y un calado de 1,2 metros. Cuenta con un motor de 240 cv diésel, que alimenta un sistema de propulsión de chorro de agua o waterjet, lo que les permite alcanzar una velocidad máxima de 33 nudos.
Su aerodinámico diseño y los waterjet le otorgan una alta maniobrabilidad, muy útil en zonas costeras de difícil acceso. Su versatilidad permite la integración de diferentes sistemas o cartas de pago, dependiendo de la misión que tenga asignada la embarcación. Así, además de sensores, radares y altavoces con un alcance de hasta dos millas, en la feria tambien se pudo ver cómo el USV integraba estaciones de armas a control remoto o RCWS (Remotely Controlled Weapons Station), como la Lionfish de la firma italiana Leonardo, aunque como nos explican fuentes de la empresa, se puede integrar cualquier tipo de armamento.
En la popa del navío presentado en el ferial por Zelenza también llevaba el sistema MILVUS de munición merodeadora, con una capacidad de cabeza de guerra rompedora de hasta 1,4 kg, diseñado y producido por la Swarming Technologies & Solutions, también del grupo Zelenza, y la zaragozana Instalaza, que aporta las cabezas de combate.
Más significativa, ya que en otras ocasiones la empresa lo ha mostrado, era la presencia de otro Sead 23 en el stand de la Armada, en el que la Institución mostraba todas las novedades que está en vías de incorporación, donde figuraban medios no tripulados de los tres ámbitos, tierra, mar y aire.
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Según fuentes castrenses, este mismo año se recibirá este primer Sead 23, que podría abrir la vía a más futuras adquisiciones, la idea es que en el futuro los navíos de escolta, o los grandes patrulleros como los BAM (Buque de Acción Marítima), que actualmente portan lanchas RHIB en ambas bandas, en el futuro solo llevan una de esas embarcaciones, sustituyendo la otra por un USV, como sería el Sead 23.
El contrato de adquisición tendría un plazo de entrega de 12 meses para el suministro del USV, tal y como recoge el plazo de ejecución de la licitación. La resolución también fija que el Sead 23 sea entregado en la gaditana base naval de Rota, en concreto en la sede del CEVENTA (Centro de Experimentación y Vehículo no Tripulados de la Armada), que tiene la misión principal de evaluar todo tipo de sistema no tripulados, y así mismo desarrollar la doctrina de uso y los procedimientos necesarios para su uso operativo.
En los últimos años, Zelenza ha probado este USV en colaboración con la Armada, embarcándolo y operándolo desde cinco de sus buques, los de asalto anfibio “Juan Carlos I”, “Castilla”, la fragata “Santa María”, y los BAM “Audaz” y “Furor”, en los que ha participado en una decena de ejercicios de la Armada, como anual Flotex; y también en las maniobras de la OTAN Dynamic Messenger y Repmus, que están especializadas en el empleo de estos medios no tripulados.
El Sead 23 es muy medio muy polivalente, por lo que puede operar en un amplio elenco de misiones, desde las habituales de inteligencia, vigilancia y reconocimiento ISR (Intelligence, Surveillance and Reconnaissance), pasando por las reconocimiento de litoral y las de obtener lecturas de fondo en desembarcos, batimetrías, escolta de buques, localización y seguimiento de blancos, y lucha antisubmarina o antisuperficie, usando varios sistemas de armas como las referidas RCWS o otros sistemas como torpedos o misiles ligeros. (Julio Maíz)







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