La ciudad italiana de Roma acogerá, entre los días 4 y 6 del próximo mes de noviembre, el encuentro referente a nivel mundial en el ámbito de la aviación de combate, la International Fighter Conference, que reúne a Fuerzas Aéreas y expertos de la industria para discutir y dar forma al futuro de la superioridad aérea, un congreso internacional que abordará aspectos relacionados con la aviación de combate y el mercado internacional que permitirá a las Fuerzas Aéreas de diferentes países renovar sus flotas de cazabombarderos.
La organización de la International Fighter Conference -que celebra 25 años de actividad- ha preparado un análisis interactivo de lo que va a ser el sector de la aviación militar en lo que queda de década y de él se desprenden interesantes conclusiones. Una es que España, en su deseo de proveerse de cazabombarderos de la 4/4.5 generación y de la 6ª, va a realizar un importante esfuerzo inversor que gestionará partidas que suman unos 4.000 millones de dólares.
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Se detalla que para el Ejército del Aire y del Espacio español están programadas inversiones, en las que ya se señala serán suministradores tanto el consorcio Eurofighter como Dassault Aviation -se estima en esa herramienta que esta última como gestora del programa del caza de 6ª generación, el FCAS (Future Combat Air System)-, que suman 480 millones este 2025, 800 millones en 2026, y novecientos millones en los años 2027, 2028 y 2029, monto que, sumado, se aproxima a los 4.000 millones señalados en relación con España.
La herramienta interactiva permite hacer también un análisis general en una lista de naciones que suma un total de 34 países seleccionados por los organizadores del congreso. En los próximos 5 años se ha previsto gastar unos 230.000 millones de dólares en un total de sesenta y cinco programas relacionados con la compra de cazabombarderos, de forma que este año se plantee gastar 42.436 millones, 41.390 el próximo, 48.476 en 2027, 52.367 en 2028 y 56.702 en 2029.
Sobre los programas, el gasto más significativo realizado alrededor de los diversos modelos de cazabombarderos -pensamos que se refiere a todo el proceso de obtención a lo largo de los años en que esté activa su fabricación- está relacionado con los F-35 JSF (Joint Strike Fighter) que totalizaría cerca de 800.000 millones. Le siguen el F-47 NGAD (New Generation Air Dominance) para el que se han previsto 187.000 millones, el Rafale que supone nada menos que 117.000 millones, el Eurofighter con 80.790 millones o los F-15 más recientes en los que se prevé gastar 55.000 millones.
Por monto de compras, la lista de compañías que producirán esos cazabombarderos está liderada por Lockheed Martin a las que siguen Boeing y Dassault Aviation, el consorcio Eurofighter, BAE Systems, SAAB o Korean Aerospace. Varias de ellas, y otras como Boeing o Mitsubishi Heavy Industries, están focalizadas en lo que serán los cazabombarderos de 6ª generación que deberían llegar a partir de la próxima década a los ejércitos de cara a programas como FCAS, GCAP (Global Combat Air Program), NGAD o el F/A-XX de la United States Navy. (Octavio Díez Cámara)







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