¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Miércoles, 1 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Entrevistamos al comandante de la Fuerza de Protección de la Armada española

El general de brigada de Infantería de Marina Manuel García (foto CG FUPRO).

El general de brigada de Infantería de Marina Manuel García Ortiz es el nuevo comandante de la Fuerza de Protección de la Armada (FUPRO) de la Infantería de Marina española, que reúne a más de 1.500 profesionales y tiene como principal cometido proporcionar seguridad a sus intereses, tanto en territorio nacional como en el exterior.

¿Qué aporta la Fuerza de Protección a la Armada?

La Fuerza de Protección de la Armada es una de las tres que componen la Fuerza de Infantería de Marina, junto a nuestra Brigada en San Fernando y la Fuerza de Guerra Naval Especial en Cartagena. Nuestro cometido principal es contribuir a la seguridad física de la Armada, con la finalidad de proteger a su personal, unidades, instalaciones y material. Y lo hacemos con el añadido que supone los valores y aptitudes fundamentales del infante de Marina, fieles a nuestro Código de Conducta, de forma discreta y efectiva.

Es, en realidad, una operación que desarrollamos de forma permanente durante todos los días del año; un cometido que tiene una especial relevancia, porque en el ámbito de las amenazas a la seguridad física, nos enfrentamos cada vez más a la gestión de riesgos provocados por innovaciones tecnológicas, tales como los vehículos pilotados remotamente, tanto en el espacio marítimo como aéreo.

Además, contribuimos a los cometidos genéricos de la Flota, en particular a las operaciones de seguridad marítima y protección de la fuerza en el ámbito naval. Actualmente tenemos compañeros de la FUPRO embarcados en las fragatas Numancia, Almirante Juan de Borbón y Cristóbal Colón, el patrullero Infanta Cristina y el Buque de Acción Marítima (BAM) Relámpago, realizando vigilancia de los espacios de soberanía y de interés y contribuyendo con los compromisos internacionales asumidos por nuestro país.

Se trata de equipos operativos de seguridad (EOS) especializados en misiones de protección de buques y abordaje a buques, que pueden ser reforzados con unidades caninas, como acabamos de hacer recientemente en la Operación Sea Guardian en el Mediterráneo.      

Asimismo, estamos permanentemente alistados para asumir cualquier otro cometido relacionado con nuestras capacidades específicas, tanto en la mar como en tierra, en misiones en territorio nacional o expedicionarias. En este sentido, estamos preparados para reforzar con nuestras capacidades, tanto a la Brigada de Infantería Tercio de Armada como a la Fuerza de Guerra Naval Especial.

Este refuerzo podría materializarse con unidades de policía naval o con equipos cinológicos de una amplia variedad de aptitudes, que van desde los equipos caninos de seguridad y combate hasta los de detección de explosivos, con la especialización de detección de artefactos explosivos improvisados. Una muestra más de las opciones que proporcionan nuestras capacidades es nuestra participación, desde hace casi diez años, en la Operación Centinela Gallego, en los montes gallegos con la finalidad de prevenir los incendios forestales.

¿Qué colaboración realiza la FUPRO con fuerzas similares de Tierra, Aire y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

En el marco de nuestros cometidos, la colaboración con las unidades de otros ejércitos es constante y muy fluida. Participamos en ejercicios de adiestramiento, bien organizados por otros ejércitos, caso del ejercicio Ángel Guardián del Ejército de Tierra, o invitando a unidades de otros ejércitos a nuestros ejercicios específicos. La colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también es continua y muy fructífera.

Es ya habitual su participación en nuestro ejercicio anual de unidades cinológicas Canex. También realizamos ejercicios de adiestramiento conjunto, tanto con la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, como con los grupos operativos especiales de seguridad (GOES) y las unidades de intervención policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía. Precisamente, este año hemos comenzado la participación de los mandos destinados en las compañías de Policía Naval en los cursos de Mando y Dirección, Coordinación y Mando y Ejecución de Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía.

Vehículos de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid (foto Julio Maíz).

¿Coopera la FUPRO con unidades de otros países?

Los equipos operativos de seguridad embarcados en los buques de la Armada colaboran con las marinas de guerra amigas cada vez que surge la ocasión. Por ejemplo, los despliegues que se realizan en el Golfo de Guinea suelen incluir en su programa de actividades períodos de adiestramiento conjuntos con unidades similares de las marinas de guerra de los países visitados en materias como la seguridad marítima, con especial énfasis en las técnicas de asalto a buques, o la protección de los buques e instalaciones navales, en el marco del denominado Plan de Diplomacia de la Defensa. Este mismo tipo de colaboración se realiza, a petición del país anfitrión, de forma combinada con instructores de países aliados.

Así, durante el mes de mayo, instructores del Tercio del Sur, junto a otros estadounidenses e ingleses, proporcionaron adiestramiento en seguridad marítima a unidades de guardacostas tunecinas. Otro tipo de asistencia, más enfocada a la protección de instalaciones navales, es la que proporciona nuestra Policía Naval dentro del marco de colaboraciones bilaterales organizadas por el Mando de Operaciones, también en el marco del Plan de Diplomacia de Defensa.

En el último despliegue realizado, personal de la Unidad de Seguridad de Canarias se desplazó a Mauritania para ofrecer un programa de adiestramiento muy intenso para sus Fuerzas Armadas y de seguridad, demostrando una vez más la flexibilidad de los profesionales de la FUPRO.

¿Cuál es la actual situación de la FUPRO y sus objetivos más inmediatos?

Creo que el repaso que he realizado anteriormente a lo que aportamos a la Armada da una imagen de la situación de la Fuerza de Protección, una Fuerza dinámica que está inmersa en un ciclo de permanente análisis de las amenazas a la seguridad y de la necesaria adaptación a los nuevos escenarios y que intenta contribuir a transformar la concepción de la seguridad física para responder de forma más eficaz a la evolución de las nuevas amenazas, todo ello, buscando el empleo más eficiente de los recursos disponibles, tanto humanos como materiales. Para ello, mi Estado Mayor está centrado en tres líneas de trabajo muy concretas: En primer lugar, estamos inmersos en un proceso de homogenización de material y procedimientos de actuación, que comienza a dar sus frutos en nuestras unidades. En segundo lugar, avanzamos en el adiestramiento, impulsando, como ya comenté, la colaboración de expertos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En tercer lugar y también de forma permanente, nos mantenemos al día del análisis de las amenazas emergentes para minimizar su potencial impacto sobre la capacidad operativa de nuestras unidades y adaptar los sistemas de seguridad de las unidades de la Armada a los riesgos derivados.

Estas amenazas las podríamos conceptuar en dos tipos. En primer lugar, nuestra sociedad vive enfrentada a un fenómeno terrorista de carácter permanente y difuso, cuya amenaza nos obliga a mantener unos elevados niveles de alerta.  En segundo lugar, y en un ámbito más específico, ponemos nuestro esfuerzo en dos aspectos muy concretos. Por una parte, nos preocupa la seguridad de las grandes instalaciones. Una característica de las bases navales es precisamente su gran dimensión.

A modo de ejemplo, para visualizar el reto que supone la gestión de la seguridad en nuestras instalaciones, simplemente hay que recordar que en la Base Naval de Rota coexisten un aeropuerto y un puerto de forma simultánea. Por otra parte, estamos trabajando en las respuestas al empleo delincuencial de los sistemas aéreos remotamente tripulados o Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS), un elemento que presenta tantas ventajas para las sociedades modernas, como reto a la gestión de la seguridad física.

Al mismo tiempo evaluamos regularmente tanto el nivel de respuesta de las unidades de la Armada, como el potencial impacto de amenazas a la seguridad física. Esta evaluación la realizamos a través de inspecciones periódicas que realizan nuestros expertos en seguridad y mediante el desarrollo de una serie de ejercicios, que denominamos Cancerbero.

En este se implementan escenarios muy complejos, contemplando las amenazas que consideramos de una mayor probabilidad de ocurrencia, haciendo incluso que se desarrollen de forma simultánea, para evaluar la respuesta de las unidades, así como nuestros planes de contingencia ante situaciones sobrevenidas. Además, colaboramos en el proyecto de la Armada, liderado por la Jefatura de Apoyo Logística (JAL), en el diseño y puesta en funcionamiento de una red de seguridad a nivel nacional en la que estarán conectadas todas las unidades de la Armada y las unidades de la FUPRO.

Y finalmente, aunque en mi opinión es lo más importante, contribuimos al esfuerzo didáctico a lo largo y ancho de toda la Armada para concienciar a todo el personal de que la seguridad es cosa de todos y se manifiesta en innumerables acciones diarias.

Los EOS se refuerzan con Equipos Cinológicos (foto Julio Maíz).

Respecto a los EOS, ¿se van a potenciar o crear más?

El número de EOS está bastante equilibrado y dimensionado conforme a las actuales necesidades operativas, de modo que permite una adecuada distribución del esfuerzo. Hay que tener en cuenta que un EOS pasa por un periodo de adiestramiento y certificación específico que tiene una duración de seis meses. Una vez el equipo alcanza su capacidad operativa, la mantiene durante dos años, con las consiguientes reválidas en una serie aspectos considerados esenciales, realizando una media de entre 250 a 300 días de despliegue durante ese período, a los que hay que sumar el adiestramiento específico que debe realizar para el mantenimiento de sus capacidades, que está establecido en 80 días al año.

¿Se estudiando alguna reorganización de la FUPRO?

Hace escasamente un año que entraron en vigor las instrucciones de organización tanto de la FUPRO como de cada una de sus unidades subordinadas. Sobre la base de estas Instrucciones, nuestra Comandancia General está finalizando la adecuación de las plantillas orgánicas a esa nueva organización, que incluye la determinación de la cualificación necesaria de cada miembro de la Fuerza de Protección. Ahora es necesario un período de asentamiento de esta nueva estructura y de observación para detectar posibles ajustes necesarios o mejoras para mantener esa permanente adaptación a la realidad que nos impone el entorno de seguridad.

¿Cómo debe evolucionar la FUPRO?

Necesariamente la FUPRO debe evolucionar, en primer lugar, hacia la integración de la digitalización en el marco de la seguridad física, un proceso ya en marcha y del que no podemos quedarnos descolgados. La transformación digital es un proceso poliédrico de múltiples caras que también afecta a la seguridad física. En segundo lugar, debe dotarse de los elementos de respuesta más adecuados para hacer frente a las nuevas amenazas. Finalmente, debe llevarse a cabo un permanente análisis de las amenazas emergentes y el riesgo que suponen para las instalaciones e intereses de la Armada, a través de las oficinas de seguridad física presentes en cada área de interés y mediante el quehacer diario de los oficiales y suboficiales especialistas de seguridad y protección.

Los EOS se entrenan muy intensamente antes de desplegarse (foto Julio Maíz).

¿Deberían incrementar sus efectivos?

El recurso humano siempre va a ser escaso en el ámbito de la seguridad física. Por ello están en marcha medidas para incrementar el número de efectivos de la Fuerza de Protección. En concreto, desde hace dos años las unidades de la Fuerza de Protección están recibiendo infantes de Marina desde la formación inicial en la Escuela de Infantería de Marina General Albacete y Fuster.

Esta incorporación temprana supone para nuestros comandantes de unidad un gran reto, puesto que no debemos olvidar que la actuación de estos infantes de marina se produce en un gran número de ocasiones de forma aislada, por lo que es necesario dotarles no solo del adiestramiento y conocimiento de las normas, sino, sobre todo, empoderarles con la confianza en sí mismos.

Sin embargo, no se trata sólo de alcanzar un número determinado de efectivos cualificados, sino de optimizar el empleo del recurso humano, sin duda el más valioso de todos los que tenemos, racionalizando su presencia en las instalaciones más prioritarias, mediante el uso de medios técnicos adecuados y el fomento de una cultura institucional de que la seguridad es cosa de todos en cada acción que se desarrolla.

¿Cómo se potenciará la capacidad de medios UAV y sistemas para contrarrestarlos?

Tenemos una incipiente capacidad C-UAS localizada en la Unidad de Seguridad de Rota (Cádiz). En estos momentos estamos trabajando en la definición de los medios de neutralización necesarios para hacer frente a esta creciente amenaza en las instalaciones y unidades de la Armada, una amenaza que, como ya he reseñado, después del conflicto en Ucrania seguro mutará alcanzando niveles que pondrán a prueba muchos de los conceptos y sistemas actualmente en dotación. Además, estamos trabajando en la posible integración de drones cautivos

¿Cómo van a ser potenciadas las unidades cinológicas?

Desde hace ya un tiempo, trabajamos integrando a las unidades cinológicas en todas nuestras actividades, desde las guardias de seguridad en las instalaciones críticas, hasta los dispositivos temporales que se establecen. Quizá la línea de trabajo más ambiciosa es la que hemos orientado hacia el embarque de unidades cinológicas a bordo de los buques de la Armada, reforzando a los equipos operativos de seguridad.

Esto conlleva cubrir a bordo todas las necesidades logísticas de estas unidades en periodos más o menos extensos, incluyendo retos importantes, como, por ejemplo, el apoyo veterinario desde territorio nacional a través del empleo del sistema de telemedicina.                                                                    

Estas unidades, además de constituir un elemento de seguridad más del equipo operativo en el momento del abordaje, también pueden desarrollar cometidos de detección de sustancias estupefacientes o explosivos. Es decir, buscamos un rendimiento multitarea de estas unidades. Con este objeto, estamos inmersos en un programa de adiestramiento, en colaboración con 2 instructores civiles de reconocido prestigio internacional, como Pedro Salas y Jesús Martín, con el que esperamos poder evaluar los resultados durante el mes de noviembre en el ejercicio de unidades caninas que organizamos a nivel nacional.

El reclutamiento del perro adecuado no es un asunto baladí. La adquisición de los canes está sujeta al cumplimiento de requisitos veterinarios y de actitud para el trabajo en unidades cinológicas militares, que conlleva una evaluación previa.

¿Qué armamento se incorporará?

Nuestro armamento individual es prácticamente el mismo del que dispone toda unidad de la Fuerza de Infantería de Marina, salvo alguna mínima diferenciación, consecuencia de la especificidad de alguno de nuestros cometidos.

La FUPRO reequipará sus fusiles de precisión con nuevos visores de última generación (foto Julio Maíz).

¿Planean potenciar los medios de los tiradores de precisión?

En este preciso momento estamos inmersos en la renovación de gran parte del material de dotación de nuestros tiradores de precisión. Se trata de estaciones balísticas, cronógrafos, telémetros de última generación integrados en el resto de complementos, trípodes para el tiro desde plataforma marítima o eslingas para el empleo por parte de los tiradores desde plataformas aérea. Una segunda fase, que pretendemos que se inicie durante el año 2023, tiene como objetivo la sustitución de todas las ópticas de los fusiles, tanto medios como pesados, por un mismo modelo de mejores prestaciones que las actuales; así como las ópticas que emplean los observadores de nuestros tiradores de precisión.

Todas estas renovaciones van orientadas a compatibilizar el exigente campo de actuación de estos tiradores, capaces de realizar con extrema eficacia no solo el tiro terrestre, sino también desde plataformas marítimas y aéreas sobre blancos en movimiento. La sustitución de nuestros fusiles de precisión se enmarca en un programa de armamento en el seno de la Fuerza de Infantería de Marina y, aunque es materia de estudio ahora mismo, nos encontramos cómodos con los sistemas que disponemos.

¿Qué otros sistemas modernizarán o incorporará la FUPRO y qué otros necesitarían a más largo plazo?

A corto plazo recibiremos embarcaciones que supondrán una mejora de las capacidades de nuestras unidades. Una capacidad necesaria a corto/medio plazo tiene que ver con la amenaza que representan los RPAS para la seguridad, un reto que será cada vez mayor con el paso del tiempo y que exigirá una gran capacidad de adaptación.

Esta capacidad tiene múltiples variantes, que van desde la protección de instalaciones fijas, la protección temporal de objetivos fijos y la protección de objetivos móviles. Finalmente, es necesario la integración de drones cautivos en los dispositivos de seguridad que realizamos y, también, en los sistemas de seguridad de las instalaciones.

 

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.