El Ejército del Aire y del Espacio ha adquirido un radar de detección de aves a la compañía neerlandesa Robin Radar Systems por valor de 782.000 euros con el que aumentar la seguridad de las aeronaves, detectando aves que puedan interferir en las operaciones aéreas.
En concreto, la Dirección de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire y del Espacio adjudicó mediante un procedimiento negociado sin publicidad a la empresa neerlandesa Robin Radar Systems, la provisión de un radar aviario basado en su tecnología patentada Max que deberá estar listo a finales de año.
Como consta en la documentación que acompaña la licitación, Robin Radar Systems es propietaria de una tecnología radar patentada para la detección de aves, que será desplegado en la Base Aérea de los Llanos, sede del Ala 14 del Ejército del Aire y del Espacio. Con este sistema se pretende aumentar la seguridad de las operaciones, reduciendo la probabilidad de choques entre aviones y aves. El sistema contará con un sistema dinámico de zonas de alarma que reduzca las falsas alarmas y los tiempos de espera.
El radar Max desplegado en un aeropuerto (Robin Radar)
La tecnología radar Max de la empresa neerlandesa ofrece un radar con 360 grados de detección en azimut y 60 en elevación, ofrece rastreo continuo completo en 3D y gran alcance (entre 6 y 8 km. puede identificar el tipo de ave). Opera en banda X y está en servicio por ejemplo desde 2020 en la base aérea de la Royal Air Force en Lossiemouth donde apoya las operaciones de los aviones antisubmarino P-8A. Tras 18 meses de pruebas se adjudicó a la empresa neerlandesa un contrato de cinco años para un servicio de detección de aves en las instalaciones.
Este sistema permite detectar bandadas de pájaros, identificar el tamaño, velocidad, dirección y patrón de vuelo tanto de día como de noche y emitir alertas sobre posible sobrevuelo de las zonas a cubrir. (José Mª Navarro García)
La interfaz del sistema radar (Robin Radar)
Deje un comentario
Su e-mail no será publicado.
Los comentarios que no se atengan a las normas de participación podrán ser motivo de expulsión.