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Lunes, 29 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Defensa pone en marcha una reserva de munición para carros y blindados por valor de 94 millones de euros

Carro de combate Leopardo 2E abriendo fuego con su arma principal (Ejército de Tierra)

El Consejo de Ministros del pasado 27 de diciembre, autorizó al Ministerio de Defensa la celebración de un contrato para adquirir munición de carro de combate y vehículo blindado por valor de 94,1 millones de euros.

En una referencia ciertamente laxa, la nota habla de “refuerzo de las capacidades militares” de estos vehículos, eso sí, deja claro que se trata de una forma de “asegurar la existencia de stock de material y municiones para garantizar la ejecución de todo tipo de operaciones”.  Entre las operaciones se incluyen las misiones encomendadas al Ejército de Tierra, pero también los planes de instrucción y adiestramiento y las misiones internacionales a las que se ha comprometido España.

A la espera de la puesta en marcha de la licitación correspondiente, la adquisición se centraría previsiblemente en la adquisición como poco de munición de 120 mm. para carros de combate y de 30 mm. para vehículos de combate de infantería. Quedarían previsiblemente aparte otras como las de 105 mm. con que cuentan vehículos como el Centauro, o las de empleadas por las ametralladoras con que cuentan todos estos vehículos, tanto de 7,62 como de 12,70 mm.

Vehículo de combate de infantería Pizarro abriendo fuego con su cañón de 30 mm. (Ejército de Tierra)

Clara está la motivación del contrato, similar al adjudicado a NAMMO Palencia recientemente por valor de 7,7 millones de euros para la creación de una reserva estratégica de munición de 5,56x45 para los fusiles de asalto y ametralladoras ligeras en servicio en las Fuerzas Armadas españolas. Se trata de una de las lecciones extraídas de la guerra de Ucrania, de reforzar las existencias de municiones de todo tipo, tanto para cubrir las necesidades propias como para poder suministrar en plazo y forma ayuda militar a terceros países, como se ha hecho precisamente con Ucrania.

Como hemos explicado en numerosas ocasiones, los contratos de suministro de munición se gestionan con unos plazos y costes que a menudo son inasumibles por los proveedores, quedando estos en ocasiones desiertos. En época de guerra, con los socios de la OTAN y aliados europeos suministrando munición a Ucrania, es necesario poner en marcha con la mayor antelación los contratos de adquisición de estos equipos para reponer las existencias propias y garantizar la operatividad de las Fuerzas Armadas ante cualquier contingencia.

Además, al haber contratos de adquisición de nueva munición, se podrá dar salida a las existencias que llevan en los polvorines más tiempo, tanto en forma de maniobras o de la citada cooperación internacional de tal manera que la llegada de nueva munición permite disponer de reservas más duraderas, sin recurrir a los procesos de revisión habituales como los que se ponen en marcha por ejemplo con la munición de artillería.

En cualquier caso, es importante que no solo se compre munición en cantidad suficiente sino que se adquieran versiones avanzadas de ambas para poder combatir en las mejores condiciones, como analizábamos el pasado mes de agosto, para hacer frente a la complejidad creciente del campo de batalla a las que se enfrentan carros y el resto de vehículos blindados. (José Mª Navarro García)

 

 


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