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Viernes, 19 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La defensa aérea de España a prueba

El recientemente finalizado despliegue en Lituania de los cazas Eurofighter del Ala 14 pone de manifiesto la eficacia española para asumir la defensa aérea de un país foráneo. Una capacidad plenamente reconocida por la OTAN, que se lleva forjando hace décadas en la defensa del espacio aéreo nacional, misión cuyo principal responsable es desde su creación el Ejército del Aire, que ha puesto a prueba esta capacidad, como hemos podido ver in situ, en el ejercicio de defensa aérea “Eagle Eye”.

Bajo la autoridad del Comandante del Mando de Defensa y Operaciones Aéreas (CMDOA),  se acaban de realizar el ejercicio de defensa aérea “Eagle Eye” 2016-2, entre los días 11 y 12 de mayo, que ha contado con integración de medios del Ejército de Tierra (ET), la Armada y el Ejército del Aire. La principal finalidad de estos supuestos es contribuir a la seguridad y defensa del Espacio Aéreo español, misión permanente de la que es responsable el MDOA, y cuyo principal aporte material y humano lo realiza el Ejército del Aire, mediante la organización y planificación de su Mando de Combate (MACOM), que dedica sus principales medios aéreos, sensores y centros de mando y control a esta tarea las 24 horas los 365 días del año.
A la puesta en marcha y ejecución del “Eagle Eye” 2016-2 han contribuido, además del Ejército del Aire, unidades del ET y la Armada, en este caso, una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) formada por elementos del Mando de Artillería Antiaérea (MAAA) del Ejército de Tierra (ET), y la fragata Blas de Lezo, respectivamente.
Durante una jornada de prensa se pudo comprobar cómo actúan parte de los medios y personal aportados al “Eagle Eye”. La jornada comenzó con un briefing en la Base Aérea de Torrejón (Madrid) en la sede del MACOM, en la que su máximo responsable, el teniente general Eugenio Miguel Ferrer Pérez, explicó los pormenores del ejercicio, recalcando que era uno más de los continuos test a una labor que desarrolla un núcleo de unos 2.000 profesionales dedicados permanentemente a la misión, las 24 horas al día, 7 días a la semana (24/7).
Poco después, ya sobre los cielos de Andalucía,  pudimos ver como dos de los seis Eurofighter del Ala 11 asignados al ejercicio  reabastecían en vuelo de uno de los KC-130H Hercules del Ala 31, sistema táctico de transporte/reabastecimiento que debería de ser reforzada con un medio estratégico, si se quiere asegurar la proyección autónoma de las Fuerzas Armadas (FAS) españolas.
Igualmente, ya en la Bahía de Cádiz, comprobamos como la fragata Blas de Lezo aportaba la capacidad de su dotación y sus sensores, principalmente su radar Lockheed Martin SPY-1D, que con sus 475 kilómetros de alcance refuerza de una manera muy eficaz la capacidad de las estaciones de radar del Ejército del Aire, los denominados Escuadrones de Vigilancia Aérea (EVA). Posteriormente el citado navío, asignado a la 31ª Escuadrilla de Escoltas de la Armada, hizo frente al “ataque” de dos de los Eurofighter,  poniendo de manifiesto la alta capacidad de defensa antiaérea que incorporan esta clase de navíos diseñados y construidos por Navantia.
Finalmente visitamos el despliegue de la Unidad de Defensa Antiaérea en la base aeronaval de Rota (Cádiz), liderada por el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 (RAAA 73), aunque en el caso del asentamiento que visitamos estaba compuesto por personal y material (sistemas de misiles Hawk) del RAAA 74, que tiene sede en El Copero (Sevilla). La UDAA, formada por 430 efectivos, cuenta con un núcleo de Mando y Control con su radar RAC-3D, una Batería de cañones Skydor 35/90 mm, una Batería NASAMS, y una Batería Mistral, que aseguran las protección de su zona de responsabilidad mediante un sistema de defensa por capas.

 

(Texto y foto. Julio Maíz Sanz)


Foto: Dos Eurofighter reabasteciendose en el aire desde un KC-130H Hercules.  


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