La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, señaló durante el acto de clausura de la Asamblea de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), que “el triángulo innovación-defensa-industria ya es claramente una realidad”, toda vez que “la industria de defensa es algo más que un mero suministrador, es un capacitador de primer nivel, es un motor de nuevas tecnologías y proyectos y tiene un papel fundamental en dos elementos claves muy relacionados entre sí como son la autonomía y la capacidad de disuasión”.
La ministra destacó que “la industria es el actor imprescindible para traducir la necesidad operativa en soluciones tecnológicas y viables”, a la vez que “tiene un papel fundamental en el ámbito de la preparación porque provee los equipos y sistemas necesarios para que la defensa llegue a buen fin”. “Lo hace, desde mi humilde opinión, de una forma eficaz y de manera excelente”, ha añadido, puesto que todas estas ventajas se trasladan al progreso del conjunto de la sociedad.
Cospedal ha resaltado que “el Ministerio de Defensa se ha propuesto solventar los problemas generados a lo largo de los años, y lo va a hacer con transparencia y rigor tanto en la identificación de las necesidades operativas de nuestros ejércitos como también en la ejecución de los programas presupuestarios”, al mismo tiempo que ha puesto en valor “el esfuerzo del sector” durante los años de crisis económica. Así, la titular de Defensa ha calificado de “extraordinarias” unas cifras que sumaron 10.700 millones de euros en 2016, con un crecimiento del 10,2% en el volumen de negocio de los sectores que representa Tedae. Todo ello, con un notable impacto en el empleo, de hasta 55.000 profesionales, entre directos e indirectos, con una inmensa mayoría del personal de alta cualificación.
Esta realidad contradice a “los que critican todo gasto en defensa”, ha señalado Cospedal antes de apuntar que “las cifras constatan una evidencia: el sector está firmemente comprometido con el futuro de España y, por tanto, su desarrollo debe ser una apuesta estratégica”.
“España ha pasado de ser un usuario de sistemas a, en estos momentos, planear, desarrollar, ejecutar y operar sistemas de armas complejos, unas veces de manera autónoma, otras, en conjunción con nuestros socios europeos. Esta autonomía para decidir lo que necesitamos, dónde lo desplegamos y cómo lo hacemos, es fundamental, ya que crea también un tejido empresarial competitivo”, ha explicado la ministra.
Para finalizar, María Dolores de Cospedal ha indicado que hay que “trasladar un mensaje positivo y esperanzador, porque hay ambición, apuesta y objetivo común”. “La existencia de una base industrial y tecnológica asociada a la Defensa es un factor determinante, no sólo para la operatividad de las Fuerzas Armadas, sino para el bienestar de la sociedad en su conjunto”.
