La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha identificado la desinformación como una de las grandes amenazas para la seguridad nacional en España. Lo ha hecho durante su intervención en un evento organizado por el diario La Razón. “La gestión de la desinformación se extiende por el mundo como uno de los métodos más florecientes en las guerras asimétricas que entablan los enemigos y los adversarios directos de nuestra democracia. Esta gestión de la desinformación la hacen tanto enemigos externos a nuestras democracias como internos a nuestras propias democracias. Saben aprovecharse de la naturaleza abierta, tolerante, plural y permisiva que tienen”, ha declarado.
Según la ministra, “la guerra de la información es un nuevo tipo de guerra que no va dirigida a la conquista, a la destrucción de la soberanía o de los espacios tradicionalmente considerados: el espacio aéreo, la tierra, el espacio marítimo. Sino que va dirigida a manipular las conciencias y las percepciones que tiene el propio titular de esa soberanía, en nuestro caso el pueblo español, a través de la información que se le envía. Por lo tanto, es una guerra que no va dirigida a atacar la soberanía territorial pero sí a atacar la conformación crítica de la voluntad de los ciudadanos que son los que encarnan esa soberanía. (…) Aún desconocemos si esta industria mediática yihadista quedará desmantelada como consecuencia del fracaso militar del DAESH en Siria e Irak en su ámbito militar. De la coalición que lucha contra el DAESH es partícipe España, pero lo que sí está claro ya es que el proselitismo virtual del DAESH ha supuesto un antes y un después en la larga historia del uso de la información como arma de combate”.
“La desinformación, la infoxicación, actúa como un auténtico caballo de Troya en nuestras sociedades. Es un enemigo escurridizo e inaprensible que trata de puentear el filtro de rigor que suponen los grandes medios de comunicación y se inocula de manera directa en la conciencia crítica de la opinión pública y trata de manipular sus decisiones cívicas, entre ellas la más importante de todas: el sentido y la decisión de votar. (…) Digámoslo con claridad: las llamadas fake news, las noticias falsas o noticias basura, son uno de los mayores retos a los que se van a enfrentar en los próximos tiempos los sistemas de defensa de nuestras democracias. No solo los gobiernos, también las instituciones y los medios de comunicación van a tener que jugar un papel activo”.
Respecto a la vigilancia en periodos electorales, Cospedal ha insistido en que “Minimizar este riesgo sería de una imprudencia temeraria. Lo hemos comprobado ya en distintos procesos electorales que han tenido lugar en Europa: Francia, Holanda y Alemania; se están discutiendo distintos casos en los Estados Unidos o los intentos destinados a desestabilizar la democracia española a cuenta de los sucesos ocurridos en Cataluña. En definitiva, nos encontramos en una estrategia que afecta de lleno a nuestros intereses nacionales, y sobre la que tenemos que estar muy vigilantes para que no se repita durante la próxima campaña electoral que comienza la semana que viene. O al menos, para que nos encuentre debidamente prevenidos”.
“Tengo la intención de proponer a la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados la creación de un grupo de trabajo que reúna a diputados y a editores de los principales medios de comunicación para que juntos estudiemos a fondo la amenaza de la desinformación contra nuestra democracia y busquemos soluciones que estén a la altura de este gran desafío de nuestro tiempo”.
