Con ocasión de la publicación y difusión del documento Armada 2050, en el que se establecen los futuros paradigmas de la estrategia naval española de las próximas décadas, se hizo mención pública de la posibilidad de orientar los intereses militares navales de España hacia la región del Indo-Pacífico. Ahora tenemos confirmación oficial de que la Armada ya tiene previsión en ese sentido y está apuntalando los planes, sobre todo en lo que a logística se refiere, para poder preparar una fuerza y enviarla a la zona.
La confirmación de ese objetivo la ha dado el capitán de navío Jaime Salvador Muñoz-Delgado Pérez, comandante de la fragata F-104 “Méndez Núñez”, que ahora se encuentra cerca de aguas japonesas y que, en su regreso a España, estimado para el próximo octubre, transitará por las de países como Malasia, Singapur, Filipinas o Tailandia.
Durante una entrevista que se le hizo a Muñoz-Delgado en Japón, concretó el gran interés que la Armada tiene en la región del Indo-Pacífico, aunque hay limitaciones inherentes para operar allí, como el hecho de que no se disponen instalaciones navales propias que puedan apoyar a los navíos que hasta allí transiten. Sí hay bases de países aliados y amigos, que podrían ser aprovechadas, y así lo confirmó en la mencionada entrevista, señalando que uno de los mayores retos sería el logístico.
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La presencia de fragatas españolas en la zona del Indo-Pacífico ya se ha iniciado y se espera se incremente durante los próximos años. (Octavio Díez Cámara)
En todo caso, apuntó que, en uno o dos años, más buques de la Armada visitarán la región del Indo-Pacífico para demostrar que se tiene potencial para llegar hasta allí y operar junto a navíos de otras naciones.
El objetivo, que ya concretó Muñoz-Delgado, es que la presencia no sea de un único navío integrado en un grupo de otro país, como ha sido el caso de fragata F-104 “Méndez Núñez” operando con los británicos, sino que la idea es que un Grupo de Combate (Task Group) de la Armada opere durante un tiempo en esa región.
Sería, previsiblemente, una formación en la que destacaría la presencia del Portaaeronaves L-61 Juan Carlos I, varias fragatas de escolta -dos o tres- y uno de los buques de aprovisionamiento de combate, aunque también podría integrarse en la formación un anfibio del tipo Galicia.
Lo relevante es que la Armada ya perfila un gran interés naval en la zona del Indo-Pacífico, pues es una región en la que a futuro se van a desarrollar distintas actividades navales militares. Los lazos ahora ya establecidos con la llegada de la F-104 a Japón, que confirma la primera visita de un navío de guerra español a esas islas en los últimos 131 años, ha servido como punto de inicio de unas relaciones que se buscarán expandir en un futuro a cooperaciones en lo que a despliegues se refiere y que también podrían evolucionar a acuerdos bilaterales para generar recursos militares avanzados que puedan interesar a la Armada española, a la de Japón y a las de otros países que así se considere. (Octavio Díez Cámara)
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