La Artillería de Campaña (ACA), por algunos olvidada durante muchas décadas, se postula hoy como una necesidad básica para fuegos potentes, precisos y lejanos que acompañen las acciones militares en conflictos futuros, una realidad que conocen bien en el Ejército de Tierra español.
Dentro de los planes a futuro, aun no concretados con compras directas, se encuentra la voluntad de incorporar desde piezas autopropulsadas sobre chasis de ruedas y cadenas hasta lanzacohetes de campaña, estos últimos agrupados en el Proyecto SILAM. Se busca así incidir en capacidades de largo alcance.
Entretanto, en la actual estructura del Mando de Artillería de Campaña del Ejército de Tierra se ha definido que el generador de fuegos de largo alcance -en profundidad- será el Regimiento de Artillería de Campaña (RACA) nº63, que desde finales de 2022 está al Mando del coronel David Cotorruelo Sánchez, y dentro del mismo le corresponde, de momento y en espera de que se concrete la llegada del material SILAM, ese cometido al Grupo de Artillería Lanzacohetes de Campaña I/63 que tiene su sede en un acuartelamiento “Santocildes” localizado entre Astorga y León.
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El Ejército de Tierra apuesta por las piezas de 155/52mm en espera de la llegada de los lanzacohetes SILAM. (Ejército de Tierra)
En el GALCA I/63 se han venido realizando actuaciones que beneficiarán sus capacidades para fuegos en profundidad. Se ha iniciado, a finales de 2022, el camino de modernización de sus obuses remolcados SB 155/52 SIAC (Sistema de Artillería de Campaña) a través de la realización de un completo y complejo proceso de overhaul que, liderado por el Ejército de Tierra, repasa completamente las piezas, sustituye elementos gastados e incide en comprobar que tanto sus tubos como sus órganos elásticos están en las condiciones deseadas.
Otras actuaciones
Esas actuaciones que se realizan en los obuses de 155/52mm del GALCA I/63 están dirigidas a poder llegar a disparar municiones a distancias de nada menos que 50 kilómetros, o incluso más allá. En esa búsqueda se ha realizado ya el primer paso al validar el potencial de los proyectiles nacionales EXPAL ER02A1 ER (Extended Range) que, por su diseño y su culote base bleed, pueden llegar a impactar a 40 km del punto donde se disparen; además, aporta una mayor capacidad de destrucción por su mejor fragmentación de su vaso más delgado y tener más cantidad de explosivo.
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La llegada de nuevas municiones capacita para alcances de 40 km pronto podrán superarse los 50. (Ejército de Tierra)
Este año 2023 se van a suceder más mejoras. La más relevante se centra en la llegada de la munición estadounidense Excalibur y su puesta en servicio, proyecto que requiere la adopción de la versión ASCA (7) del Sistema de Mando y Control TALOS 5.6. Está previsto ya que este mismo año se realicen los cursos específicos para la munición Excalibur que dotará al GALCA I/63 en su rol de fuegos de largo alcance, primero en Estados Unidos donde se trasladará un pequeño núcleo de oficiales y suboficiales, y posteriormente en Astorga; la preparación será liderada por el GALCA I/63 y, como le corresponde como Grupo de Largo Alcance dentro del Plan de Disponibilidad del Ejército de Tierra, será básica para afrontar los primeros disparos en España que estarían previstos para finales de 2023 o principios de 2024 para validar su alcance superior a los 50 km y la posibilidad de guiarlo, buscando más precisión, en la fase terminal de su vuelo. (Octavio Díez Cámara)
