El mortero, arma clásica revitalizada en España
ENFOQUE
Frontera avanzada, guerra híbrida, empleo de medios controlados a distancia o autónomos, ciberamenazas, enfrentamientos en la zona gris,…, son algunos conceptos que se han ido introduciendo últimamente en el lenguaje propio de lo militar. Pese a identificar amenazas emergentes y tipologías de enfrentamientos nada convencionales, perdura la necesidad de incidir de forma cinética contra los medios y despliegues del adversario. Los ejércitos terrestres lo hacen desplegando su potencia de fuego con misiles, cohetes, municiones y todo tipo de granadas disparadas desde distintas plataformas de fuego. En estas páginas les vamos a hablar de una de ellas: el mortero, sistema que, pese a haber quedado en los últimos tiempos relegado casi al olvido e incluso haberse dejado de usar por distintos países, ha vuelto a cobrar un inusitado interés, después de que en escenarios como el afgano, con enfrentamientos irregulares y con un adversario cuyo emplazamiento era poco conocido, se haya vuelto a considerar que su aportación es del todo positiva y necesaria.
Esa experiencia, por ejemplo, llevó al Ejército de Tierra (ET) español a una compra rápida que apoyase a las necesidades de los contingentes desplegados en Afganistán, optando en 2012 por una solución que conjugaba un mortero embarcado Cardom RMS (Recoil Mortar System) de 81 mm. de las israelíes Elbit-Soltan sustentado con aportaciones que incluían el sistema de control de fuegos Talos de la compañía española GMV y el vehículo 4x4 S-3 de Urovesa.
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La adquisición de 6 ejemplares a los que se sumaron 4 adicionales supuso la inversión de...
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