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Martes, 23 de abril de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Entrevistamos al teniente general José Rodríguez García, Jefe de la Fuerza Terrestre (FUTER) del Ejército de Tierra español

Al frente de la FUTER, desde noviembre del pasado año, la impronta legionaria ha marcado la carrera del teniente general Rodríguez García. Conversamos con él de ese fuerte espíritu de cuerpo, del diseño de la futura Fuerza 2035  y de los medios que dotan y dotarán al Ejército de Tierra

¿Cómo resumiría el papel que juega hoy La Legión en las Fuerzas Armadas y en la defensa de España? 

La Legión ha demostrado a lo largo de su existencia, entre otras muchas virtudes, su capacidad de adaptación a las exigencias de cada momento y de dar respuesta con garantías de éxito allá donde España lo ha necesitado. Nació en una etapa compleja de nuestra historia para hacer frente a un problema concreto al que nos enfrentábamos en el Norte de África. Su vocación fue siempre la de ser una unidad de choque, de primera línea, dispuesta a los más grandes sacrificios para alcanzar el objetivo marcado. Al poco tiempo de su fundación, por su bravura en combate se ganó el prestigio entre el resto de sus compañeros de armas y todos los jefes de columna, lo que hoy serían organizaciones operativas, en todo momento querían contar con una unidad, una bandera, de La Legión entre sus filas.

Pues hoy, 100 años después, esa misma vocación se mantiene viva en todas las unidades legionarias; con distinta organización, con distintos materiales, pero con los mismos valores, reforzados si cabe; conscientes de que al lado de otras unidades, con su necesaria colaboración, integrándose en organizaciones conjuntas o multinacionales, con un carácter claramente expedicionario, contribuyen a la eficacia de esa herramienta resolutiva, que es nuestro Ejército, para proporcionar espacios de libertad y seguridad, en cualquier lugar del mundo, donde los intereses de nuestro país lo precisen.

Usted fue teniente en la promoción de 1982 en el Tercio “Gran Capitán” en Melilla y volvió a años después como coronel al mando del Tercio “Don Juan de Austria”. ¿Qué ha significado a nivel personal La Legión en su trayectoria?

Creo que en el mundo militar, tal vez más que en otras actividades profesionales, el primer destino tiene una influencia importante a lo largo de la posterior carrera. En el Tercio Gran Capitán, en Melilla, ocupé puestos de jefe de Sección de Fusiles, de jefe de Sección de Morteros Pesados y de jefe de Compañía; al frente de legionarios veteranos, curtidos ya en la milicia, profesionales y muchos procedentes de distintos países. Juntos vivíamos intensamente los espíritus de nuestro Credo. Su actitud era motivo de estímulo para exigirnos estar siempre preparados, en las mejores condiciones, liderando con el ejemplo. De otro modo no es posible mandar estas unidades.

El día a día, suponía una vida militar plena, de guarnición. Era una Legión que acababa de regresar del Sáhara y que intentaba encontrar un puesto destacado en el conjunto de nuestros ejércitos. Y, a pesar de las dificultades de despliegue en un entorno tan reducido, la instrucción y adiestramiento diarios y la entrega de todos los legionarios, los siete días de la semana, nos permitía alcanzar un grado de operatividad muy elevado. Muchos años después, tras pasar por diferentes destinos entre los que se encontraban unidades mecanizadas y cuarteles generales, llegué al Tercio D. Juan de Austria, en Viator.  

Los años han pasado y nuestras Fuerzas Armadas se han transformado; de un reclutamiento forzoso a un ejército plenamente profesional y en el que la mujer se ha incorporado plenamente en nuestras unidades. En esos años las banderas del 3er Tercio han desplegado en Balcanes, en Irak, en Líbano, en Congo, en Afganistán….De nuevo se ha cumplido el sueño legionario de la vida en campaña y de espíritu aventurero, que nos empuja a todos a intentar ser los mejores. Es una unidad con vocación de ser fuerza de proyección, pero que comparte con aquellos veteranos que conocí en Melilla los mismos ideales y el mismo estilo legionario.

Pues bien, creo que La Legión no deja a nadie indiferente, marca desde el primer instante. Desde que se toma contacto con sus legionarios, desde que se inicia una actividad de instrucción, una guardia o se comparte un momento en el mesón. Su espíritu de cuerpo nos envuelve, nos liga de por vida a una mística y a unas tradiciones que nos hacen sentirnos orgullosos protagonistas de su historia.  Y es que esa experiencia proporciona una manera de entender, a lo largo de la trayectoria, aspectos propios de la milicia, como la disciplina, el compañerismo, el compromiso, sentido del deber,… y lo mucho que se deriva de los espíritus de nuestro Credo, de una manera especial, diferente. Y es que, como tantas otras unidades de nuestro Ejército, La Legión es una escuela de líderes.

¿Cómo valora la elección de la BRILEG para ser la unidad experimental de la Fuerza 2035?

Sin duda, cualquiera de las brigadas de la Fuerza Terrestre (FUTER) podría haber liderado con gran eficacia el proceso necesario de la experimentación que concluya en la brigada tecnológicamente avanzada que será la Brigada 2035, esa unidad concebida como sistema de combate integral.  

No obstante, en la elección de la BRILEG como Brigada Experimental 2035 (BRIEX 35) es oportuno recordar que la capacidad de adaptación a las exigencias de cada tiempo y al empleo de nuevos materiales ha sido denominador común de todas las unidades de La Legión desde su creación y aporta una serie de ventajas al proceso de experimentación: desde la existencia de un campo de maniobras y tiro de las dimensiones y características del de la Base Álvarez de Sotomayor en Viator (Almería), donde se ubica el Cuartel General de la BRILEG (CGBRILEG) y la mayor parte de sus unidades subordinadas, hasta la proximidad del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), en la cercana ciudad de Granada, importante por todas las implicaciones de dicho Mando en los procesos de la experimentación. Además, no podemos olvidar que la futura plataforma VCR 8x8, Dragón, sustituirá en el futuro a unidades sobre BMR, vehículo en dotación en esta Brigada. No obstante hay que señalar que, en mayor o menor medida, y siempre en el ámbito de sus capacidades, todas las unidades de FUTER están participando activamente en la experimentación, complementando la de la BRILEG en alguna función de combate o colaborando con ella en determinados experimentos.

¿De qué forma apoya la FUTER a La Legión en dicho proceso?

El general jefe de FUTER ejerce la dirección y coordinación del proceso de experimentación, que es ejecutado, preferentemente, por la BRILEG. El Cuartel General de FUTER (CGFUTER) canaliza las necesidades para llevar a cabo un experimento dentro del Grupo de Trabajo (GT) de Experimentación con los mandos de primer nivel en él representados. De esta manera es posible desde obtener materiales para experimentar, que en la actualidad no son de dotación en nuestras unidades, hasta elaborar documentos conceptuales que, tras el proceso en su conjunto, se puedan actualizar con las lecciones aprendidas obtenidas. En el CGFUTER se reciben propuestas de experimentación de materiales del Mando de Apoyo Logístico (MALE), que se van asignando a la BRILEG en coordinación con el cuadro semestral de experimentos y actividades asignadas a dicha unidad. De igual forma, las demostraciones de empresas se realizan en la Base Álvarez de Sotomayor y el material que éstas ceden para su uso se pone a disposición de la Brigada para el manejo y posterior informe respecto al mismo.

¿Cómo coordina la FUTER esa labor experimental de La Legión con el MALE, el MADOC, la industria…?

El MALE, el MADOC, y otros Mandos de Primer Nivel tienen la misión de apoyar a la FUTER en todos los procesos del desarrollo del Plan de Experimentación. Así, en el CGFUTER se tiene organizado el GT, ya citado, para la elaboración y coordinación del Plan de Experimentación y para la elaboración de los informes de los diferentes experimentos. En dicho GT se integra un representante de los mandos de primer nivel, entre ellos el MALE, el MADOC, la Inspección General de Ejército (IGE), La Jefatura CIS y de Apoyo Técnico, etc.

Allí se aprueban los experimentos se forma semestral, incluyéndose, junto con experimentos propuestos por las unidades y por el GT, la experimentación con material cedido por empresas bajo la coordinación del MALE o demostraciones de dichas empresas en las instalaciones de la Base de la Legión. El MALE realiza el trabajo de prospectiva de materiales y coordina con las empresas civiles y la industria en general la puesta a disposición de la BRIEX 35 y de otras unidades del material que solicite o necesite para llevar a cabo el proceso de experimentación. Es el Mando al que elevamos nuestras necesidades y que se relaciona con toda la empresa civil para resolver una necesidad de material. A través de su representante en el GT, el MADOC contribuye en la propuesta de experimentos, así como en los criterios o condiciones de validación previos a la ejecución de un experimento. Participa en el proceso de la extracción de lecciones aprendidas que inicia cada unidad tras la ejecución de un experimento y que tiene como objetivo final la elaboración o actualización de documentos doctrinales, conceptos derivados, etc.

¿Qué destacar de los nuevos sistemas, armamento y equipos que está probando La Legión?

Es evidente que, para hacer frente al entorno operativo futuro, deberemos incorporar medios tecnológicamente avanzados. De otra manera no podremos cumplir con nuestra misión. La BRILEG ha probado material relacionado con todas las funciones de combate, focalizando el esfuerzo principal en el de las nuevas tecnologías en sistemas de información y telecomunicaciones, ya que constituyen el troncal con el que unir todos los elementos de la brigada de combate y permiten al jefe de la misma ejercer el mando y control de sus unidades. Para ello, ha realizado pruebas operativas de diversos tipos de redes radios de nueva generación y alta capacidad, que mejoran enormemente las capacidades de las radios de las que actualmente se dispone. La red radio de combate es una necesidad esencial de nuestras brigadas.

Por otra parte, se están analizando en detalle las capacidades operativas que ofrecen los sistemas de información disponibles para los puestos de mando de brigada y para los grupos de combate, con la finalidad de incorporar en ellos las mejoras necesarias para optimizar el proceso de toma de decisiones y la consecuente conducción de las operaciones. Estos sistemas que ya emplean tecnologías de virtualización, se prevé que en un corto espacio de tiempo incorporen tecnologías de hiperconvergencia y Wifi securizados, permitiendo la entrada en servicio de los puestos de mando en tiempos mínimos e, incluso, poder trabajar en movimiento.

Pero, además, la BRILEG ha probado sistemas, materiales y equipos relacionados con el resto de funciones de combate: maniobra, inteligencia, fuegos, protección, logística, etc. Así, ha realizado pruebas técnicas y operativas con morteros instalados sobre vehículos de alta movilidad, ha probado vehículos terrestres no tripulados que en un futuro podrán portar sistemas de armas activados remotamente; ha analizado diferentes modelos de medios aéreos ligeros no tripulados. También se ha podido testear un sistema fuegos en red capaz de analizar la información procedente de diferentes sensores y seleccionar, proporcionándole datos de tiro, el elemento de fuego más eficaz para batir el objetivo.  En beneficio de la protección de la fuerza, se han probado nuevos medios para la desactivación de artefactos explosivos y, en el área logística, para facilitar el apoyo a las unidades desembarcadas se han examinado las capacidades que ofrecen diferentes vehículos terrestres no tripulados y, para reducir la huella logística, se han probado las capacidades que ofrecen sistemas de eficiencia energética

¿Qué supondrá para las unidades de la FUTER la incorporación de los VCR 8x8 “Dragón”?

La versatilidad y el aumento de capacidades del VCR Dragón 8x8 son las principales diferencias con las plataformas actualmente en las unidades, lo que les proporcionará una mayor potencia de combate, alta movilidad y elevada protección, permitiendo el despliegue en un corto plazo de tiempo en cualquier zona de operaciones, en cualquier escenario, ya sea de alta, media o baja intensidad. En nuestro proyecto Fuerza 35, el Dragón está llamado a ser la columna vertebral, el músculo de esas futuras brigadas de combate.

Lo que necesitamos se ha intentado es plasmar en un VCR 8x8 medio, adaptable a diferentes roles para su uso en una variedad de conflictos, desde operaciones de paz a otras de gran intensidad, y que dispondrá de las siguientes capacidades: Alto nivel de protección; volumen interno suficiente y gran capacidad de carga útil para las diferentes variantes y misiones, permitiendo una autonomía de 48/72 horas; alto nivel de movilidad, así como elevada capacidad de despliegue estratégico, operacional y táctico; reducida necesidad de recursos logísticos y bajos costes de servicio. Será un sistema modular, abierto y con capacidad de crecimiento; facilitará la interconexión con el sistema de mando y control del combatiente a pie y la interoperabilidad con los aliados; y será capaz de combatir en un escenario digital altamente tecnificado.  En definitiva, que nos aporte superioridad ante un enemigo que, en los supuestos de planeamiento, debemos considerar, como poco, con medios similares a los nuestros. Ello obligará sin duda a un cambio de mentalidad en los combatientes y una adaptación profunda en los procedimientos de empleo.

¿Cómo se potenciará el MOE y que papel tendrá en la defensa de España?

El cambiante escenario estratégico y operativo ha obligado a un realizar un ejercicio de reflexión sobre el ajuste de capacidades necesarias dentro del Ejército. Dentro de esa revisión, las capacidades del Mando de Operaciones Especiales (MOE) van a experimentar un impulso, denominado MOE 35, en coherencia con el conocido plan de mayor envergadura, Fuerza 35. Este refuerzo de capacidades de operaciones especiales forma parte de la fórmula de compromiso de adaptación y transformación constante del Ejército para poder asumir el nivel de responsabilidad (nacional e internacional descrito para nuestras Fuerzas Armadas en la nueva Directiva de Defensa Nacional 2020. La potenciación consiste en más cantidad y más calidad de personal, materiales y tecnologías de últimas generaciones. Aumentará sensiblemente el personal diplomado en operaciones especiales, así como el experto en Inteligencia, comunicaciones y otras capacidades especiales. Igualmente, las capacidades logísticas se verán reforzadas, lo que proporcionará más libertad de acción para desplegar y operar. Este incremento es de gran utilidad para hacer frente a todo tipo de amenazas en un entorno de competición estratégica entre potencias globales y regionales. La capacidad del MOE de realizar operaciones muy sensibles, de disponer de una huella logística reducida, mantener muy baja visibilidad, proporcionar reducidos costes en sus despliegues, aspecto que permite mantener compromisos internacionales incluso durante escenarios financiero restrictivos, lo convierten en una alternativa estratégica de empleo de la fuerza.

¿Con respecto a las FAMET, además de recibir más NH90 y modernizar los “Chinook”, qué necesidades se generarán?

Ya no resulta creíble imaginar cualquier escenario sin su presencia. Afortunadamente para las Fuerzas Armadas españolas, nuestro Ejército dispone de unas Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) que proporcionan unas capacidades únicas e irremplazables para la fuerza conjunta, que ninguna otra unidad puede aportar. Su existencia, como unidad terrestre que opera desde el aire, responde a la necesidad de disponer de unidades capaces de integrarse perfectamente con las unidades de superficie, con quienes comparte la misma mentalidad.

En mi opinión, disponemos de unas excepcionales FAMET, con una flota moderna, la más grande en estos materiales en nuestras Fuerzas Armadas, unos pilotos preparados y altamente especializados y unos profesionales a cargo del sostenimiento conocedores de los materiales y de la tecnología de estos sistemas plenamente empeñados en su función. El actual despliegue de Irak y la integración de nuestras unidades de vuelo con las del resto de la coalición son muestra de todo ello, en un escenario tan exigente y un espacio aéreo saturado como es el cielo de Bagdad y sus alrededores y en el que las medidas de coordinación son tan importantes. Nuestro sistema de enseñanza y de simulación contribuye de manera especial a formar, mantener y mejorar las condiciones de las tripulaciones.

Además, la decisión de crear la especialidad fundamental de Aviación de Ejército nos permitirá diseñar perfiles profesionales completos y motivadores. En el entorno operativo próximo, estas unidades son un multiplicador esencial de la capacidad de combate de la BRIEX 35. Por ello, en la nueva Organización Orientada a la Misión las capacidades aeromóviles serán esenciales en apoyo a las operaciones especiales y al asalto aéreo. Ese es el motivo por el que estamos realizando un gran esfuerzo de inversión y preparación que debe continuar, para estar a la altura de lo que la seguridad y la defensa exigen. Y pensando en el futuro, preparando un posible despliegue en el exterior con los NH 90 Caimán y deseando ver concluida la modernización de los HT.17 Chinook, es necesario completar la flota de aeronaves, adoptar las nuevas tecnologías, tanto para su empleo, como para su sostenimiento e integrar los sistemas aéreos en las estructuras orgánica y operativa de esta unidad. Todo ello, sin perder de vista la necesaria interoperabilidad con los países de nuestro entorno, mientras avanzamos en el estudio de nuevas capacidades.

¿Qué supondrá la integración del sistema de zapadores “Castor” en las unidades de la FUTER?

Disponer de un vehículo de combate específico para nuestros zapadores ha sido una de las asignaturas pendientes en nuestro Ejército. La incorporación del nuevo vehículo de combate de zapadores (VCZAP) Castor supondrá el salto de calidad necesario y largamente esperado, como elemento principal de esas unidades. Permitirá realizar de manera eficaz misiones de acompañamiento y apoyo a las unidades de maniobra acorazadas y mecanizadas, que ya disponen de los VCI Pizarro Fase I/II y los carros de combate Leopardo.

El vehículo proporcionará una integración inmediata con las unidades de maniobra, al disponer de la misma movilidad que los vehículos a los que acompañará, una protección balística similar a los VCI Pizarro Fase II, el mismo sistema mando y control y un elevado estándar de protección contra minas, que le permitirán un alto desempeño en operaciones C-IED. Permite el transporte completo de un pelotón de zapadores con todo su equipamiento y del material específico para el cumplimiento de las misiones que se les pueda encomendar. Mejora además la capacidad de protección al estar dotado con una torre remota Mini Samson de 12,7 mm., que permite realizar fuego desde dentro del vehículo con alta precisión y seguridad. El Castor, además, dispondrá de la capacidad de poder emplear en un mismo vehículo una variedad de implementos específicos de zapadores, en función de los requerimientos de la misión, y todo ello en un vehículo de cadenas de última generación

¿Cómo ve a La Legión española del futuro?

La Legión seguirá siendo un elemento fundamental e imprescindible en el futuro del conjunto de nuestro Ejército, de la misma forma que lo ha sido en el pasado y en el presente de nuestra historia. Mantendrá los mismos elementos diferenciales que la han destacado. Y la veo, al igual que el resto de nuestras unidades: organizadas en estructuras orientadas a la misión, con unos medios tecnológicamente más avanzados. Medios que nos van a permitir disponer de capacidades para cumplir con nuestros cometidos con las mayores garantías de éxito. Y con independencia de esos medios, con unos hombres y mujeres, motivados, verdaderos líderes ejemplares, formados en valores, los que emanan de nuestro Credo adornan al soldado español; con iniciativa y permanente disponibilidad. Preparados física, técnica y psicológicamente; con moral y cohesionados; conscientes y orgullosos al sentir que todos somos Ejército. Y es que, igual que el legionario fue para su fundador elemento esencial desde la creación del Tercio de Extranjeros, hoy y siempre, el factor humano es y será el centro de gravedad de nuestras unidades.

 


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