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Jueves, 2 de mayo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El submarino S-81 realiza las últimas pruebas de mar previas a su próxima entrega a la Armada española

Imagen del submarino S-81 “Isaac Peral” en el muelle de armamento del Arsenal de Cartagena. (foto Julio Maíz Gutiérrez).

Las aguas cercanas Cartagena son testigo esta semana de las últimas pruebas de mar del submarino “Isaac Peral” (S-81) por parte de Navantia de cara a su prevista entrega a la Armada española el próximo mes noviembre.

El primer submarino de la serie S-80 Plus, tras la revisión del casco en el carenero, era trasladado la semana pasada al muelle de armamento donde comenzó el lunes 18 de septiembre la última fase de pruebas de inmersión a cargo de su todavía dotación de quilla y técnicos de las empresas implicadas en su construcción, que encabeza la española Navantia.

Según la Verdad de Murcia, el submarino “Isaac Peral” (S-81) ha sido preparado por Navantia durante las últimas semanas para afrontar esta última y decisiva tanda de pruebas de mar. Así, abandonó el 15 de septiembre las instalaciones del carenero, donde ha pasado gran parte del verano y donde se ha procedido a la revisión de su amplio casco y los elementos de seguridad.

El S-81 es un submarino que tiene una eslora (largo) de 80,81 metros. (foto Julio Maíz Gutiérrez).

A media tarde del día 15, tras inundar el tanque del carenero y quedar a flote, el S-81 fue remolcado con ayuda de los prácticos de la Autoridad Portuaria de Cartagena, dos remolcadores y una unidad de la Armada española.

Durante la última visita que realizó a Cartagena, el pasado mes de julio, para seguir unos ejercicios del submarino frente a Cabo de Palos, Margarita Robles aseguró, según el rotativo murciano, que Navantia la había trasladado el compromiso de entregar en noviembre esta primera unidad, el “Isaac Peral”, que dará nombre a su clase.

Durante estas últimas pruebas de mar, el último y definitivo hito por parte del proveedor, se testará que el S-81 puede navegar a cota máxima operativa, cifrada ligeramente por debajo de los 300 metros de profundidad. De manera paralela, siguen las comprobaciones de equipos de propulsión y de los sistemas de combate, así como de la firma acústica.(Julio Maíz)

 

 


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