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Errores tecnológicos que casi terminan en la Tercera Guerra Mundial: de la Guerra Fría al Efecto 2038

CIBERSEGURIDAD

El 5 de octubre 1960 con el despliegue de los nuevos satélites artificiales para el control de los cielos el SAC (Comandancia Estratégica del Aire  de Estados Unidos) y el NORAD (Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial) detectaron una avalancha de misiles nucleares, la realidad es que el equipamiento de radar en Thule, Groenlandia confundió la luna con un ataque nuclear masivo.

El 24 de noviembre de 1961 en plena Guerra Fría el mundo conoció su primer falso positivo nuclear, ese día el SAC y el NORAD dejaron de recibir información en sus radares, además de esto las dos organizaciones perdieron la comunicación entre ellas lo que hizo que se desplegaran varios B-52 cargadas con bombas nucleares, cuando estas sobrevolaban Alaska camino a Rusia se descubrió que la centralita de teléfono que enviaba la información de los radares se había apagado debido al sobrecalentamiento de la misma.

Un año después, el 25 de octubre de 1962, se observó una sombra atravesando una alambrada en Duluth, Minnesota, la alarma de la Tercera Guerra Mundial empezó a sonar en medio de un DEFCON 3, finalmente se descubrió que la alarma de seguridad estaba cableada a la alarma de inicio de la tercera gran guerra y la sombra vista era un oso que andaba pululando por la zona.

La mañana del 9 de noviembre de 1979 en plena guerra de Afganistán, todas las bases estratégicas norteamericanas fueron alertadas por un ataque nuclear masivo proveniente de Rusia, Más tarde se descubrió que la falla fue provocada por un técnico despistado que había introducido un programa para testear los sistemas de alerta, poco después en junio de 1980 después de una reestructuración en los sistemas de alerta, un chip de 50 céntimos de dólar fallo y aviso del lanzamiento de 2 misiles nucleares que minutos más tarde se convirtieron en 200.

En septiembre de 1983 la Unión Soviética descubrió el lanzamiento de 5 misiles balísticos intercontinentales lanzados desde USA gracias a un nuevo sistema de detección extremadamente exacto. Gracias a que el Teniente Coronel Stanislav Petrov, que conocía las peculiaridades del sistema de defensa ruso, decidió esperar en vez de contraatacar salvo el mundo de una posible tercera guerra mundial, cuando le preguntaron por qué no había dado la alerta, contestó:  “La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles”. Más tarde se descubrió que el sistema había fallado por un raro fenómeno producido por la posición de la tierra, las nubes y la posición del sol.

En 1992 una firma Biotecnológica europea desarrollo una bacteria, la Klebsesella Planticola especialmente diseñada para transformar el residuo orgánico en etanol, cuando estaba lista para su uso agrícola, la universidad de Oregón liderada por Elaine Ingham descubrió que la bacteria podría transformar todos los nutrientes del suelo en alcohol, destruyendo toda vida vegetal a su paso.

Durante el enero de 1995 científicos noruegos trabajando en conjunto con científicos estadounidenses lanzaron un cohete para estudiar las luces del norte, supuestamente 23 países estaban avisados del despliegue, entre ellos Rusia, pero debido a un malentendido no se avisó al presidente Boris Yeltsin el cual estuvo en contacto con las autoridades militares del país durante 10 minutos, para determinar que finalmente el cohete iba a pasar de largo sobre el país.

En el año 1999 se evitó el efecto 2000, un problema que venían acarreando los equipos informáticos desde 1960, este consistía en que los equipos al llegar al año 2000, ya sea por fallos de programación o por poca capacidad de los equipos informáticos de la época, estos volvían al año 1900, los efectos de esto son catastróficos, el fallo de un único equipo podría desencadenar en un efecto domino que podía colapsar todas las redes informáticas del planeta en cuestión de segundos, además de pérdidas de dinero monumentales

Actualmente estamos a la espera del efecto 2038 que tendrá unos efectos similares a los que ya nos estamos preparando

Conclusión: los avances tecnológicos son clave en la vida moderna pero no tenemos que olvidar que las maquinas no son perfectas y debemos ser conscientes de sus fallas para evitar peligros mayores. Al fin y al cabo, la parte más importante de cualquier sistema mecánico, electrónico e informático suele ser el ser humano. (Gabriel Alexis Sierra Rodríguez, DLTCode)

Foto: Boeing B-52 "Stratofortress" (Robert Sullivan)

 

 


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