GMV ha sido seleccionada por la Comisión Europea y ENISA para formar parte de su ciberreserva europea, una iniciativa clave dentro de la Cyber Solidarity Act, que proporciona capacidad de respuesta inmediata y efectiva ante ciberataques, incluyendo los ataques de gran escala y alto impacto, que se dirijan a la Unión, los Estados miembro y sus entidades esenciales.
La Cyber Solidarity Act sienta las bases de un marco común para la detección, preparación y respuesta coordinada frente a ciberamenazas críticas. Entre sus pilares fundamentales destaca la creación de la Reserva de Ciberseguridad de la UE, compuesta por un grupo reducido de proveedores de servicios de ciberseguridad como GMV, empresas seleccionadas tras un proceso riguroso de acreditación. La Reserva de Ciberseguridad de la UE se concibe como un mecanismo de colaboración público-privada, que pone a disposición de las entidades públicas capacidades técnicas y humanas especializadas en gestión y respuesta a incidentes, que pueden ser necesarias para responder de manera efectiva, ágil y coordinada a incidentes de ciberseguridad relevantes o que requieran de cooperación transfronteriza.
La contribución de GMV será esencial para lograr la resiliencia digital de la UE y proteger las infraestructuras críticas en sectores estratégicos como la energía, el transporte, la sanidad y las telecomunicaciones.
Con más de 30 años de experiencia en ciberseguridad, GMV aporta un equipo multidisciplinar de expertos, centros de operaciones de seguridad (SOCs) de última generación y una amplia experiencia en gestión de incidentes de gran impacto. La multinacional de ingeniería trabaja estrechamente con organismos europeos, gobiernos y empresas de referencia en la implantación de servicios avanzados de monitorización, detección de amenazas, respuesta a incidentes y pruebas de resiliencia.






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