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La infantería de Marina soviética: Reducido tamaño pero efectiva

Ayer noticia

La parada del quincuagésimo aniversario de la Revolución leninista, que se celebró en la Plaza Roja de Moscú el 7 de noviembre de 1967, fue una notable exhibición de poderío militar socialista, y en el curso de ella se presentó al público la nueva versión de los soldados de infantería de Marina soviéticos cuya existencia, sin embargo, ya era un hecho conocido en Occidente tres años antes.

El proceso revolucionario que culminó en la citada parada comenzó durante los primeros años del régimen de Kruschev, cuando la estrategia militar soviética perdió gradualmente su tradicional sabor continental y comenzó a interesarse en áreas no directamente contiguas al mapa de la URSS. El nombramiento de S.G. Gorshkov como almirante de la Flota Soviética, en 1956, habría de ser un factor importante en esta reorientación de la estrategia soviética.

Durante la SGM, Gorshkov había conducido más de 25 asaltos anfibios, una cuarta parte del total de los llevados a cabo por la URSS y fue un temprano defensor de una fuerza anfibia entrenada. Probablemente, como resultado de la influencia de Gorshkov, la URSS comenzó una limitada construcción de vehículos anfibios a mediados de los años dé 1950. A fines de aquella década y principios de la siguiente, en las publicaciones militares soviéticas aparecieron análisis detallados de operaciones anfibias de EE.UU. Estos análisis han continuado publicándose sometidos a una crítica agotadora, con énfasis especial en las lecciones aprendidas.

Los acontecimientos sucedidos a fines de los años cincuenta y principios de los sesenta reforzaron los puntos de vista de Gorshkov y de quienes, como él, estaban tratando de crear una fuerza anfibia permanente. La intervención americana en Líbano (1958) ilustró a los líderes soviéticos sobre la eficacia y flexibilidad de las fuerzas anfibias. La crisis de los misiles cubanos (1962) fue también un argumento a favor de la creación de fuerzas de intervención soviéticas al hacerse patentes las limitaciones de la diplomacia de los cohetes. Sin embargo, hasta 1964 no se impuso el argumento por una Infantería de Marina aunque, de entonces en adelante, los acontecimientos se movieron rápidamente.

Dos consideraciones principales hicieron que Ia URSS creara fuerzas de Infantería de Marina en los años sesenta. La primera era política —los soviéticos deseaban una capacidad para intervenir, y, hasta cierto punto, la fuerza de marines existente provee esta capacidad. La segunda consideración estaba relacionada con el punto de vista estratégico soviético de una futura guerra nuclear que incluiría operaciones convencionales para tomar puntos críticos.

En el verano de 1964, poco antes de la caída de Kruschev, aparecieron en Ia prensa soviética las primeras referencias a unidades de Infantería de Marina, y, al mismo tiempo, se comenzó la construcción del portahelicópteros Moskva, de guerra antisubmarina. En septiembre de 1964, Bulgaria, Rumania y la URSS llevaron a cabo maniobras conjuntas en Bulgaria, y por vez primera se reconoció en público Ia existencia de unidades de marines soviéticas.

Sobreestimó la significación de este acontecimiento la prensa occidental, que en julio de 1964 informó que los soviéticos habían creado un cuerpo anfibio de 80.000 hombres en el área del Báltico, y, que en 1965, aumentó esta cifra a 190.000.

El desarrollo inicial de las fuerzas de Infantería de Marina fue, de hecho, lento y sistemático. En diciembre de 1967, éstas tenían un efectivo calculado en 5.000 hombres y, en octubre de 1969, habían logrado uno de 8.000. A principios de 1970, las unidades de Infantería de Marina no presentaban ninguna amenaza militar para Occidente, pero su presencia sí indicaba un cambio en actitud, un cambio en el pensamiento militar.

El lento desarrollo de la Infantería de Marina fue acompañado por una rápida mejora de las fuerzas aerotransportadas soviéticas, y estos dos acontecimientos juntos indicaron un deseo de tener fuerzas expedicionarias disponibles a fin de inyectar rápidamente la potencia soviética en áreas distantes. Los acontecimientos les habían enseñado a los soviéticos que las fuerzas de intervención son una necesidad en la conducción de la política de una gran potencia y, de hecho, la presencia de estas fuerzas, ofensivas por naturaleza, le dieron a la URSS la capacidad de conducir una política exterior más agresiva.

VINCULOS HISTORICOS

La aparición de unidades de Infantería de Marina representaban una marcada innovación en la estructura militar soviética. Sin embargo, en la URSS se ha hecho un esfuerzo grande por determinar la descendencia de estas unidades de sus raíces históricas. Los historiadores militares soviéticos ven una continuidad histórica entre los primeros elementos de Infantería de Marina rusos y los del presente.

ESTRATEGIA

Las características de una guerra nuclear, según el pensamiento soviético, exigen el empleo de fuerzas convencionales como único medio eficaz de controlar la población y territorios después de un intercambio nuclear. En una guerra futura, los pensadores militares soviéticos calculan que la presencia de las armas nucleares tácticas impedirá la concentración de fuerzas convencionales y pondrá énfasis en el secreto, por lo que la sorpresa en el empleo de fuerzas será de una mayor significación que en el pasado (la doctrina soviética siempre ha recalcado el principio de Ia sorpresa). Todos estos factores favorecen el empleo de unidades de desembarco altamente móviles, tanto aéreas como marítimas.

foto: La aparición de los primeros cruceros portahelicópteros le ofrecieron una oportunidad operativa privilegiada a los “marines” del Kremlin.

En una guerra nuclear limitada, al igual que en una convencional, estas fuerzas móviles tendrían utilidad, pero es en el nivel más bajo del espectro de las operaciones militares en donde estas unidades pueden desempeñar su papel realmente importante. En el contexto moderno, la intervención, y una creíble amenaza de intervención, es un prerrequisito para la conducción de la política de una gran potencia, pero en la estratégica soviética, las fuerzas móviles tienen su mayor utilidad en los extremos de una posible acción militar. Estas fuerzas son vistas por los soviéticos como básicas para la conducción de intervenciones militares y para la conducción de una guerra nuclear general.

DOCTRINA

La existencia de siete divisiones aerotransportadas en la URSS, y el paralelo mantenimiento de una capacidad anfibia relativamente pequeña, es un obvio indicador de que los soviéticos han considerado que los desembarcos aerotransportados y aéreos desempeñarán un papel principal en una guerra futura.

Sin embargo, el reconocimiento de que una operación aerotransportada no puede, por su naturaleza, tener la potencia de choque de un asalto por mar ha conducido a uno de los principios básicos del empleo anfibio soviético: en el futuro, el empleo conjunto de desembarcos marítimos y aéreos será la norma y el desembarco aéreo o marítimo sólo será la excepción. La actual literatura soviética y recientes maniobras documentan este principio.

Como resultado de un completo estudio de Ias operaciones anfibias de EE.UU. y otros países, los soviéticos han identificado cinco tipos de operaciones anfibias: estratégica, operacional, táctica, de reconocimiento y de demostración. Estos tipos son compatibles con la clasificación soviética de Ias operaciones terrestres, y comprendiéndolos no presentan ninguna dificultad para el occidental excepto en distinguir entre desembarcos estratégicos y operacionales.

El concepto de un empleo operacional de fuerzas no tiene ningún equivalente directo en la terminología occidental, y es difícil distinguir entre escala de operación y una operación estratégica a base de la definición solamente. Sin embargo, ilustraciones históricas muestran claramente la diferencia. La invasión de Normandía fue una operación anfibia estratégica, pues abrió un nuevo teatro de operaciones militares. El desembarco en Inchón (Corea) fue un asalto anfibio operacional ya que tuvo una mayor influencia en el resultado dentro de un teatro militar.

En la terminología soviética, los asaltos tácticos son aquéllos que influyen en el resultado de una batalla, y la utilización soviética de tipos de asaltos de reconocimiento y demostración o diversión es completamente compatible con los conceptos navales de EE.UU.

La actual conducción de un asalto anfibio los soviéticos la dividen en cinco etapas distintas, siendo la primera etapa de preparación. A pesar del hecho de que 61 de un total de 114 desembarcos hechos por la URSS en la SGM fueron planeados y ejecutados en menos de 24 horas, los soviéticos tienen conciencia de la complejidad de un asalto anfibio moderno y exigen que el período de preparación sea tan largo como resulte posible.

La segunda etapa, el movimiento marítimo, incluye las operaciones de embarque, posiblemente porque todos los asaltos anfibios soviéticos en la SGM eran de la clase de playa a playa. Hoy día, los soviéticos continúan recalcando las operaciones de playa a playa. El embarque de las embarcaciones de asalto desde tierra se ha de hacer de noche y sobre la playa para ayudar a mantener el secreto.

Según la doctrina, la noche es el tiempo preferido para el movimiento, y, durante todo éste, recalca grademente la disciplina en las radiotransmisiones.

La tercera etapa es la batalla por desembarcar y el desembarco de las tropas. Aquí, la alta rapidez de las operaciones de desembarco y la conveniencia de hacerlo en un frente tan amplio como sea posible han sido incorporadas a la doctrina. La superioridad aérea local es reconocida como un prerrequisito y este reconocimiento significa una aceptación por los soviéticos de una limitación en el alcance de las operaciones, ya que todos los aviones de apoyo para un asalto anfibio tienen actualmente sus bases en tierra.

La cuarta etapa consiste en la batalla por una posición en tierra, y, cuando se ha ocupado suficiente terreno como para evitar fuegos observados en la playa de desembarco, la operación anfibia termina. En este punto, las tropas de infantería motorizadas han de ser desembarcadas y los soldados de Infantería de Marina retirados.

La quinta etapa del asalto anfibio soviético se aplica solamente en caso de un fracaso del asalto y envuelve la reducción de fuerzas y el reembarque de las mismas.

ORGANIZACION

La estructura básica de la Infantería de Marina soviética es el batallón, el cual está subdividido en compañías, pelotones y escuadras, siguiendo el conocido patrón del Ejército soviético. Los batallones de Infantería de Marina se organizan en brigadas más bien que en regimientos, como es también la práctica normal. En la terminología soviética, un regimiento tiene tres batallones mientras una brigada consta de tres o más batallones. Los soviéticos han adoptado esta última organización, más flexible en su estructura, a la de Infantería de Marina. Los oficiales y clases de la Infantería de Marina usan la insignia degrado del Ejército soviético más bien que la de la Armada.

La estructura de mando representa un enigma para cualquier observador que se limite a estudiar las fuentes de información no clasificadas. La prensa soviética se refiere con frecuencia a la Infantería de Marina como un arma de Ias fuerzas navales (rod voennomorskikh sil) lo cual indicaría que, orgánicamente, la Infantería de Marina está al mismo nivel que las otras cinco armas de la Armada. Sin embargo, cada una de las otras cinco Armas tiene un comandante identificable en Moscú, mientras la Infantería de Marina no, por lo menos según se deduce de la lectura de la prensa soviética.

foto: Los soviéticos han desarrollado poco a poco su capacidad para efectuar desembarcos anfibios. He aquí una presentación de vehículos blindados anfibios en el río Neva.

Parece, pues, probable que los soldados de Infantería de Marina no tienen una estructura de mando centralizada, si no que están subordinados operacionalmente al Mando naval en el que se hallan ubicados. Puede que exista una organización centralizada encargada de tales asuntos como entrenamiento y doctrina, lo que justificaría el título soviético de Arma sin permitirle a su comandante control operacional.

EQUIPO

El uniforme del soldado de Infantería de Marina está ideado para que sea característico en apariencia y contribuya al sentimiento de élite, pero representa una combinación del uniforme usado por el soldado y el marinero soviéticos. El uniforme de campaña es un uniforme de campaña negro con una guerrera tipo jungla (similar en apariencia al uniforme de jungla del Ejército norteamericano). El calzado normal son botas de cuero negras hasta Ias pantorrillas, y cada marine lleva un cinturón de cuero negro, cuya hebilla luce Ia insignia de la flota a la cual está asignado.

En la izquierda ostenta un pequeño parche insignia con el emblema de un ancla. El cuello de la chaqueta de faena se lleva abierto, permitiendo que se vea la característica camisa en forma de T a rayas azules y blancas. El cubrecabezas normal es una boina negra con un anda en la izquierda y una estrella roja en el frente. El uniforme de parada es el mismo que el de campaña descrito, pero de mejor calidad. En días de gala los marines visten el mismo uniforme que los marineros soviéticos, distinguible solamente por las insignias.

Las fuerzas de Infantería de Marina soviéticas están equipadas con las mismas armas básicas en uso por las fuerzas terrestres. El arma individual básica del soldado de infantería de marina es el AKM de 7,62 mm. Cada escuadra está armada con una ametralladora ligera, la RFK Kalashnikov de 7,62 milímetros. Algunas fotografías han mostrado a soldados de Infantería de Marina cargando el AKM en una versión de caja plegable, pero esto no parece ser la norma. El arma anticarro básica, el RFG7V, se encuentra en todos los niveles, probablemente a base de uno para cada cinco hombres. La ametralladora PKS Kalashnikov de uso general, de 7,62 mm., se encuentra al nivel de compañía, así como en los vehículos de asalto.

Las afirmaciones soviéticas de que toda la artillería de la Infantería de Marina es autopropulsada no pueden ser aceptadas, puesto que se han publicado fotografías en las que aparecen soldados de Infantería de Marina desembarcando con las piezas de artillería de campañas normales, remolcadas por vehículos anfibios.

Las armas de apoyo de fuego de la Infantería de Marina es el lanzacohetes BM-14-17 de 140 milímetros, montado en el camión GAZ-63. Los morteros, montados en el transporte anfibio BTR-60P, también fueron fotografiados, y estas armas parecen ser el sostén del apoyo de fuego orgánico de la Infantería de Marina.

La movilidad para los soldados de Infantería de Marina está basada en una extensa utilización del PT-76 (Modelo II) y varias configuraciones del BTR-60P y el BTR-401’, los transportes de personal básicos de todas las fuerzas soviéticas. Tanto el BTR-6 OP como el BTR -4 OP aparentemente están siendo reemplazados por el más moderno BMP-76PB —un transporte blindado de personal montado en el chasis de un PT-76 modificado. Todos estos vehículos tienen una excelente movilidad en tierra y en el agua y aparecen en varias configuraciones como vehículos de reconocimiento, comunicaciones, reparaciones y abastecimiento. El BTR -60F lleva 14 soldados de Infantería de Marina completamente armados, y se cree que ocho de estos vehículos son utilizados por una compañía de Infantería de Marina en el asalto. El PT-76 aparece en la prensa soviética frecuentemente en grupo de tres, lo cual se ajustaría a Ia organización normal de un pelotón soviético. Dos pelotones de carros puede que sean el apoyo normal para la compañía en el ataque.

Las lanchas de desembarco probablemente no son orgánicas a las unidades de Infantería de Marina, pero presumiblemente son asignadas a la flota. Fuentes occidentales afirman que los soviéticos tienen unas 230 lanchas de desembarco (105 de las cuales son buques de desembarco).

Puesto que la división de Infantería de Marina norteamericana de 20.000 hombres tiene 97 buques de desembarco y 42 lanchas de desembarco, existe una obvia dificultad en definir exactamente lo que es una embarcación de desembarco. Los soviéticos no han publicado sus cifras, pero parece que poseen el número adecuado de embarcaciones para llevar a cabo operaciones de playa a playa.

El caballo de carga de Ia flota anfibia soviética es el transporte anfibio oruga PTS, con una capacidad de 50 hombres y de ocho a once toneladas de carga, que ha reemplazado al más antiguo K61. Numerosos buques y vehículos de la clase de la SGM aún están catalogados en el inventario, pero no han aparecido en los informes de la prensa desde que la Infantería de Marina fue reincorporada al servicio en 1964.

Fuentes occidentales frecuentemente asocian los dos relativamente nuevos portahelicópteros antisubmarinos, el Moskva y el Leningrad con las operaciones de la Infantería de Marina. Ambos desplazan 20.000 toneladas y llevan un complemento de 20 a 30 helicópteros Hormone.

foto: El almirante S. G. Gorshkov, viceministro de Defensa de la URSS y comandante de Ia flota soviética. A él se debe el desarrollo actual de la Armada soviética y, dentro de él, el de Ia Infanteria de Marina.

Teóricamente, estos helicópteros podrían transportar un batallón o más de Infantería de Marina en apoyo de un asalto anfibio, pero tal empleo lo considero improbable y sería solamente necesario en caso de un asalto anfibio soviético de largo alcance —un acontecimiento para el cual los soviéticos no están preparados por doctrina o entrenamiento. Tal utilización representaría una improvisación puesto que los buques no han sido diseñados, ni tampoco son adecuados, para este papel.

PREPARACION DEL INDIVIDUO

Las unidades de Infantería de Marina soviéticas son la élite. Todos los aspectos del soldado reflejan esto —desde las de signaciones de las unidades, el vestuario y equipo distribuidos hasta la intensidad del entrenamiento. En efecto, todas las unidades de Infantería de Marina soviéticas son unidades de La Guardia, una designación oficial de las unidades que poseen una ilustre historia de combate, y a las que se les imparte un sentido de lo más selecto.

El ingreso en las unidades de La Guardia está limitado por requisitos rígidos para asegurar una alta aptitud física y confiabilidad política. No todos los soldados de Infantería de Marina son voluntarios, puesto que un recluta que reúna los prerrequisitos normales puede ser asignado a una unidad de Infantería de Marina. Pero, probablemente, la mayoría son o verdaderos voluntarios o reclutas que se han ofrecido como voluntarios. Para todos, el servicio es de dos años.

El nuevo recluta es constantemente presionado con lemas ideados para hacerle consciente de su posición de élite, así como con la filosofía de la Infantería de Marina. EI lema más frecuentemente usado resume esta filosofía: “Para los soldados de Infantería de Marina no hay retirada. Sólo hacia adelante —allí está la victoria”. En cuanto desembarcan en la playa, todos dan su grito tradicional: “¡Polundra! “.

Estos lemas fueron ideados para inculcar en el soldado de Infantería de Marina un conocimiento del comportamiento que se espera de él a fin de mantener la tradición; tradición que es oficialmente definida como “la presencia de un alto espíritu militar, el espíritu de ataque, audacia en el combate, fuerza física y lealtad al partido, la madre patria y el pueblo’. Su entrenamiento está ideado para desarrollar estas cualidades.

Los marines reciben el entrenamiento propio de las unidades de infantería motorizadas, pero, además de esto, se le imparte otro de tipo naval. De este modo se les familiariza con los buques, la terminología y señales navales, y, aun cuando vive en tierra, permanece orientado hacia el mar.

El entrenamiento de Ia Infantería de Marina en la URSS es riguroso, habiéndose hecho conscientemente así a fin de contribuir al espíritu de las unidades de Infantería de Marina. Las unidades del Ejército soviético pueden efectuar el entrenamiento físico en uniforme militar, como en combate. La rutina diaria de los marines (domingo a viernes) comienza con ejercicios físicos a las 06.00 horas y a menudo incluye pasar por una carrera de obstáculos. El 40 por ciento del programa de entrenamiento físico se dedica al Sambo, Ia versión soviética de combate cuerpo a cuerpo, y a las técnicas de ataque con bayoneta.

foto: Helicópteros a bordo del “Moskva “. Este tipo de unidades, junto con los “marines’ encarnan un sensible cambio en Ia doctrina militar soviética.

El énfasis se coloca en lograr altas normas de ejecución individual. Si el individuo no sabe nadar cuando entra en el servicio, éste es el primer entrenamiento que recibe, puesto que a todos los soldados de Infantería de Marina se les exige que naden una distancia no especificada con todo el equipo de combate, incluso el arma. El entrenamiento conjunto de las armas es normal, y cada soldado tiene que ser un experto en todas las armas orgánicas. También reciben un entrenamiento paracaidista. Se instruye en la lectura de los mapas, ya que la doctrina soviética presume que los soldados de Infantería de Marina serán empleados en áreas poco familiares.

El entrenamiento físico del oficial de Infantería de Marina es idéntico al del recluta, pero su entrenamiento profesional atravesó por algunos problemas. Hasta 1970, no habían escuelas para la preparación de oficiales de Infantería de Marina, y aún ahora el único entrenamiento formal que se da es un curso especial en el programa para cadetes del arma. Desde 1964 hasta ahora, los soviéticos dependieron de una versión bastante formal de entrenamiento práctico, el cual, debido al pequeño número de oficiales afectado, parece adecuado. Bajo este sistema, el comandante de un nuevo oficial de Infantería de Marina es responsable por su entrenamiento.

A los comandantes más antiguos se les estimula a que le presten atención especial al joven oficial, ya que llegan directamente de las Escuelas Militares generales y no tienen conocimiento de las operaciones de desembarco.

En la práctica, el nuevo oficial prepara un programa de estudio por sí mismo que tiene que ser aprobado por su comandante inmediato. Este programa tiene que incluir ciertas asignaturas requeridas (tecnología, armas, buques militares), y también incluye horas de estudios programadas, libros de texto especificados y exámenes. Al mismo tiempo, el nuevo oficial realiza un aprendizaje bajo la dirección de un oficial experimentado y, mediante estos procedimientos, adquiere el conocimiento profesional que necesita.

EMPLEO TACTICO

El reportaje periodístico de las maniobras soviéticas llevadas en los últimos años ha reflejado una compatibilidad entre la doctrina y la práctica y provee una excelente oportunidad para analizar los principios tácticos en operación, especialmente durante Ia ejecución del asalto.

Citemos, a modo de ejemplo, unos ejercicios conjuntos soviético-polacos en aguas del Báltico que incluyeron un asalto anfibio. Los informes de la prensa soviética sobre este desembarco dan una idea notablemente clara de los procedimientos tácticos, técnicas y secuencia de las etapas de un asalto anfibio.

La fuerza de desembarco era bastante pequeña, probablemente un batallón reforzado, y el asalto de la clase de playa a playa. Varias horas antes del desembarco, aviones a chorro con base en tierra bombardearon las defensas en tierra y, durante este tiempo, los dragaminas despejaron una serie de rutas hacia la playa. Luego barcos antisubmarinos lanzaron cargas de profundidad a fin de despejar las rutas de obstáculos submarinos. Entonces, helicópteros armados dejaron caer buzos en el agua para completar la tarea de despejar los obstáculos y también colocaron zapadores en tierra donde despejaron rutas a través de los obstáculos de las playas.

La primera ola del asalto desembarcó una hora después del amanecer y constaba de PT-76, un carro anfibio con capacidad para disparar mientras está en el agua, y BTR-60P, el transporte anfibio normal de las fuerzas soviéticas.

foto: Una hermosa fotografía del “Kiev” en plena navegación. Esta unidad cuenta con una dotación de infantes de Marina.

La segunda ola de asalto no pertenecía a la Infantería de Marina, sino que era una unidad de infantería motorizada cuyas tropas fueron transportadas a tierra en sus BTR6O mientras que los carros de apoyo se movieron a lo largo del fondo después de ser desembarcados de los buques transportes.

Tuvo lugar un asalto helitransportado en la retaguardia de las fuerzas defensoras mientras éstas estaban siendo sometidas a un asalto frontal desde el mar. Los informes publicados de otros ejercicios indican una idéntica secuencia de las operaciones, y virtualmente la única variación discernible es si la operación de apoyo es heliportada o aerotransportada. Estas operaciones de apoyo son generalmente conducidas por elementos con base en tierra. En el ejemplo que se acaba de citar, el asalto heliportado fue ejecutado por la Infantería de Marina, pero empleó helicópteros e instalaciones con base en tierra.

El general I. I. Yakubovsky resumió el concepto soviético cuando le dijo a un corresponsal que “los desembarcos contemporáneos presenta una buena combinación de desembarcos marítimos y aéreos, complementándose unos a otros”

CAPACIDADES Y LIMITACIONES

Al evaluar el posible empleo de fuerzas de Infantería de Marina, hay que tener en cuenta que la habilidad de los soviéticos para realizar operaciones prolongadas es mínima. Los ejercicios de Infantería de Marina, por lo normal, emplean unidades de infantería motorizada en la segunda y subsiguientes olas de asalto. Por lo tanto, la misión de la Infantería de Marina, por sí misma, parece bastante limitada, pero, al mismo tiempo, la capacidad de los soviéticos para asaltos anfibios la aumenta el empleo de fuerzas terrestres en un papel anfibio.

La falta de portaaviones en el inventario naval soviético es el más claro indicador de que las fuerzas de Infantería de Marina soviéticas son, y continuarán siendo, sólo eficaces dentro del alcance de aviones con base en tierra. Sin embargo, esto no es una limitación tan severa como pareciera ser. En el Báltico y en el Mediterráneo, los soviéticos ya poseen instalaciones adecuadas para aviones de apoyo.

En conclusión, se puede decir que:

• Las fuerzas de Infantería de Marina soviéticas creadas en los años sesenta indicaron la incorporación de un nuevo elemento en la estructura de fuerzas de uso general soviéticas. En la experiencia soviética no ha habido ninguna continuidad con la guerra anfibia, y los esfuerzos soviéticos por mostrar la continuidad son útiles para ellos sólo como instrumento en el desarrollo del espíritu en las unidades.

La doctrina anfibia soviética está basada principalmente en el estudio de las operaciones anfibias de los norteamericanos durante la SGM y difiere sólo en énfasis. La insistencia soviética sobre una operación de apoyo aerotransportada o heliportada es una parte integrante de la doctrina.

• Las fuerzas de Infantería de Marina soviéticas son relativamente pequeñas, pero bien equipadas, entrenadas y dirigidas.

• La práctica soviética de usar su Infantería de Marina sólo para asegurar la cabeza de playa inicial, y el uso de unidades de infantería motorizada en la guerra anfibia, le da a la URSS una capacidad anfibia mucho más grande de lo que parece de acuerdo con el tamaño de la fuerza de Infantería de Marina misma.

• La ausencia, por el momento, de un adecuado número de portaaviones y de suficiente capacidad de transporte de largo alcance limita el empleo de la Infantería de Marina soviética. La prelocalización de equipo anfibio y la dependencia de un apoyo aéreo táctico con base en tierra sólo proveen en parte una mejora de este problema.

• Una intervención anfibia soviética es actualmente posible en el área del Báltico, en las playas del Mar Negro y en el Mediterráneo. Un mayor empleo por los soviéticos en otras áreas sería claramente indicado por un redespliegue de fuerzas de Infantería de Marina.

• Según toda probabilidad, en un futuro previsible, los soviéticos mejorarán sus fuerzas de Infantería de Marina mas bien que expandirlas, ya que el actual nivel de fuerzas es adecuado para sus requisitos. 

Revista Defensa nº 31, noviembre 1980, Mayor John F. Meehan


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