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Martes, 19 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Año 1993, más recortes a la Armada española, nada nuevo bajo el sol

Ayer noticia

En el Boletín Oficial de la Defensa, número 40, de fecha 1 de marzo de 1993, salía publicado la baja simultánea del lote completo de los seis patrulleros tipo «Lazaga», P-01, a los que acompañaron en el triste camino del desguace los tres patrulleros, ex-dragaminas norteamericanos de casco de madera, del tipo «Nalón», P-51.

Una medida como esa evidencia, una vez más, que los reiterados recortes presupuestarios con los que el ejecutivo castiga a Ias Fuerzas Armadas, las ha llevado a un estado de postración que poco a poco nos devuelve al terrible periodo de ostracismo que siguió al fin de Ia SGM.

UNA ÉPOCA DE CONTRASENTIDOS

Y ello es así porque, centrándonos en Ia Armada Española (AE), Ia lista de sus unidades está cayendo en picado. Ya no se trata de que haya acabado por no haber ningún destructor en Ia Marina que les vio nacer (1), ni de que Ia polivalente fragata haya sustituido a este tipo de nave que continúa prodigándose bajo otros pabellones (2); el problema consiste en Ia permanencia de una política de bajas constantes y generalizadas, consecuencia directísima del constante recorte de fondos, sin que exista ni la más remota posibilidad de reemplazo en un futuro previsible. Ello es doblemente demencial por cuanto que el Gobierno español trata de integrarse en el grupo puntero de los países europeos y no se percata de que, en aspectos armamentísticos, entre otros, España quedará relegada al tan denostado grupo de segunda velocidad.., y gracias. No parece de recibo que se reduzcan constantemente los presupuestos de la Armada y se la obligue, al mismo tiempo, a mostrar su pabellón por todo el Mediterráneo, formando parte de cuantas Flotas lo surcan, desde Ia de la UEO a Ia de la OTAN, con la imperiosa necesidad de pasar de una a otra y viceversa, por falta material de unidades operativas.

(1) Recordar Ia indiscutible paternidad de Viilaamil en el nacimiento del “destructor”.

(2) A fines de 1992 existían en activo o construcción “sólo” 323 destructores, a saber: Argentina 6; Australia 3; Brasil 6; Canadá 4; Chile 6; China 21; Egipto 1; Estados Unidos 61; Francia 15; Alemania 6; Grecia 12; India 7; Irán 3; Italia 4; Japón 48; Corea del Sur 9; México 3; Paquistán 6; Perú 6; Polonia 1; Reino Unido 12; Rumania 1; Rusia 46; y Taiwán 12. Algunos de ellos, como puede verse, en Armadas de países de una teórica “segunda fila”, aunque si se mira bajo este aspecto España debería ser un país de “tercera regional’.

Y es que Ia AE, por lo que respecta a escoltas (fragatas, destructores y corbetas) de superficie y sólo en una década, es decir, de 1983-93 (3), ha pasado de tener 13 destructores (4 Lepanto, D-21; 1 Intrépido, D-38; 2 Roger de Launa, D-42; 1 Liniers, D-51; y 5 Churruca, D-61) y 9 fragatas en servicio (4 Descubierta, F-31 y 5 Baleares, F-71), más otras 7 en construcción (4 Descubierta, F-31 y 3 Santa María, F-81), es decir un total de 29 unidades posibles, al misérrimo número actual de 17 (o sea un 42 por cien menos) aun contando así mismo Ias otras dos F-81 en construcción (Navarra, F-85 y Canarias, F-86).

(3) “Weyers Flotten Taschenbuch” 1982-83.

Y a pesar de que la media de edad sea algo más favorable (16 años en el primer caso, contra 11 en el segundo) disponer sólo de un 58 por cien de buques es grave.

Patrulleros de la Armada Española.

Especialmente si se piensa que las estadísticas dicen que, en condiciones de guerra, sólo suelen estar operativas un tercio de Ias disponibilidades habituales (por hallarse los otros dos restantes en mantenimiento/tránsito/descanso), o sea: 6 buques en el mejor de los casos. Si con únicamente este último número en constante disponibilidad debiésemos vernos un día en el brete de tener que mantener abiertas y seguras, y sin solución de continuidad, Ias líneas de comunicaciones con Ia España insular (Baleares y Canarias), escoltar al Príncipe de Asturias, R-11 (como integrantes de un Grupo de Combate) y, por si ello aún fuera poco, destacar algún otro buque a flotas OTAN/UEO, todo ello de forma simultánea, es seguro que tendríamos que inventar alguna revolucionaria praxis del sea naval power de Mahan.

Porque de uno u otro modo el problema más básico siempre acaba por ser el mismo: la falta de presupuesto. En este sentido debe reconocérsele a Ia AE una serie de urgencias, lo grave es el no poder solucionarlas simultáneamente. Porque Ia disposición de un grupo adecuado y suficientemente numeroso de buques de escolta resulta imprescindible. Recordemos que la constitución/escolta del Grupo Alfa absorbe tres fragatas como un minimum minimorum; Ia de los buques logísticos otros dos también como mínimo, a lo que deben añadirse otros cuatro (¡qué menos que dos para cada uno!) para los convoyes de suministros a Canarias y Baleares. Es decir, que en un determinado momento —y no de un par de días— podrían resultar angustiosamente necesarios entre 10 y 12 escoltas de uno u otro tipo.

Mal parecen cuadrar estos números con una Flota de únicamente 17. Y ello aún sin contar con Ia obligada escolta del Grupo Anfibio o Delta, que tampoco puede considerarse ande holgado de efectivos, amén de que los que dispone no están para muchos trotes. Eso siempre y cuando deseemos ser autosuficientes en materia de defensa naval. Aunque si tal no fuera el caso conviene pensar en que tal vez los intereses políticos de los países con los que haya que contar y los de España no sean, en momentos de crisis para nosotros, totalmente coincidentes.

BAJAS SIN NUEVAS CONSTRUCCIONES

Desencadenada Ia caída de los presupuestos —a partir de los sucesos del Golfo en el verano de 1990— hemos asistido a una serie de bajas —algunas programadas y otras un tanto sorpresivas— que no siempre se correspondieron con altas que Ias sustituyesen, siquiera fuese en una mínima proporción. Así por ejemplo, los 4 patrulleros de altura del tipo Atrevida, PA-61, buques con más de 40 años sobre sus cuadernas, fueron sustituidos por otros tantos equivalentes —bastante mejorados por cuanto, que pese a su limitado armamento, ofrecen mejores prestaciones y mayor rentabilidad— de Ia clase Serviola, P-71. Pero la reciente, comentada al principio, baja de 9 patrulleros de una sola tacada desnivelará del todo Ia estadística. Máxime habida cuenta de que si los 3 Nalón tenían asignados cometidos administrativo-pesqueros (algo que sí pueden asimilar los Serviola), no sucede lo mismo con los 6 Lazaga P-01 . Con respecto a estos conviene una explicación algo más detallada.

Los Lazaga son unos buques de proyecto alemán (Lürssen), incorporados a Ia AE merced a un acuerdo con el Ministerio de Comercio, que en 1972 acordó financiar la construcción de 9 patrulleros (3 pesados, Lazaga, y 6 ligeros, Barceló) que debían ser armados, mantenidos y equipados por Ia propia Marina de Guerra española, que iban a constituir el núcleo de Ias FUVIMAR (FUerzas de Vigilancia MARítima) con competencia sobre protección y vigilancia pesquera, control de caladeros y salvamento y auxilio de buques.

La AE, con muy buen tino, acordó añadir otros tres Lazaga por su cuenta con el fin de obtener un grupo homogéneo suficientemente numeroso (dos patrulleros por Departamento Marítimo), adoptándose el tipo básico de patrullero misilístico Lürssen 57 (Alemania), suficientemente probado y del que existían numerosos representantes en diversas Marinas, similar a otros que en aquel momento se hallaban en su apogeo y cuyo armamento pesado se basa en un cargo de misiles antibuque (desde Exocet o Harpoon hasta Penguin) y un cañón de calibre medio y alta cadencia de fuego (un 76/62 OTO Melara compatto). Este tipo de naves se construyeron en grandes cantidades —alcanzando gran notoriedad gracias a determinadas circunstancias (4)— y aún están presentes en muchas Marinas.

(4) Al respecto cabe recordar el hecho de Ias patrulleras llamadas de Cherbourg, que acabaron finalmente en manos de los israelíes después de una azarosa y enigmática fuga de un puerto francés donde se hallaban embargadas.

Una vez en servicio se vio que esos patrulleros, si bien perfectamente diseñados y equipados para una específica misión de combate de superficie, resultaban muy poco adecuados para misiones de vigilancia pesquera, con dilatadas permanencias en la mar y obligatoriedad de navegación con aguas de todo tipo. Consecuentemente se negoció la construcción de otro lote mejor preparado para su específico cometido y que, dado que aquellos habían sido pagados por Comercio, en este caso serían íntegramente sufragados por la AE. Fueron los popularmente llamados tacañones, un lote de 10 buques cuyo mote resulta muy sugerente, técnicamente clase Anaga, P-21, de diseño y realización totalmente nacionales (EN Bazán).

El único «Lazaga» con un armamento distinto: el «Cadarso». . Lleva un anticuado cañón de 76 mm. canibalizado de otra unidad, sustituyendo al montaje «Meroka» que se le instaló para evaluación.

Ahora resulta que aquellos buques que en su momento se consideraron poco o nada adecuados para la vigilancia pesquera, se dan de baja, según noticias porque ya no resultan necesarios al habérsele reducido Ias misiones de este tipo a la Armada. Otras fuentes dicen que Ia baja fue debida a lo caro del mantenimiento de unas naves que jamás llegaron a montar misiles sin los cuales no eran más que una sombra de lo que debían haber sido y cuyo mantenimiento, en una época de penuria como la presente, es un lujo. Finalmente, hay quien dice que el motivo de Ia baja no es otro que el de utilizar sus equipos Signaal WM 22/41 para mantener operativos los de las Descubierta, F-31, buques muy bien logrados (asimismo de diseño español por Ia EN Bazán) y omnipresentes en todas y cada una de las misiones políticas que se le han encomendado a Ia Armada, pero faltos de repuestos. Al final y muy probablemente, lo más cierto será que todo es consecuencia directa de lo mismo, Ia falta de dinero, y no hay que hablar de causas sino de consecuencias.

LOS BUQUES DE GUERRA DE MINAS

A todo ello y por absoluta falta de sustitutos, habrán de seguir prestando sus servicios unos barcos que se hallan absolutamente al término de una vida, ya no militar sino simplemente activa, y que deberían haber causado baja hace tiempo. Nos referimos a los 12 buques de guerra de minas (4 cazaminas y 8 dragaminas todos con casco de madera) cuya media de edad es de más de 36 años. Según los estándares OTAN este parámetro en una unidad de guerra es de 20 años, o sea lo que están sobrepasando en sólo un 80 por cien. Los MCMV (Mine Counter Measures Vessel) son también los buques que más cambios han registrado en los últimos años pues de dragaminas pasaron a cazaminas y de construirse en madera a hacerlo mayoritariamente en GRP (Glass Reinforced Plastic) o fibra de vidrio.

En el plan Alta Mar de 1989 se contemplaba como una de las prioridades la provisión de 8 cazaminas y 4 dragaminas, fabricados en GRP y de tipo Sundown británico modificado, cuya puesta en servicio fue programada para 1993, 94, 95 (2), 96, 97 y 98 (2) los cazaminas y para más allá del 2000 (2002 —2-- y 2003/04) los 4 dragaminas. A pesar de que el proyecto está completamente definido y ultimado en estos momentos y de que ya se llevan invertidos más de 2.000 millones de pesetas (unos 700 por Ia EN Bazán, otros 1.136 por el Gobierno Autónomo de Murcia y 589 por Ia Administración central, algo que parece garantizar su materialización, aún no se ha cursado Ia preceptiva orden de ejecución de Ias únicas 4 unidades a que se vieron reducidas, autorizada en Consejo de Ministros, por lo que no es de prever, que se disponga del primero antes del filo del año 2000.

Pero el tema merece algo más de atención, porque el número de unidades (8 más 4) programadas en el Alta Mar, cantidad que hubiera permitido mantener abiertos simultáneamente suficientes puertos en el hipotético caso de una confrontación armada, fue drásticamente reducido a tan sólo 4. Y habida cuenta de que Ia limpieza de un canal de acceso y de un puerto es tarea que puede ocupar a varios buques durante algunos días, caso de un minado simultáneo y selectivo de sólo tres puertos (uno mediterráneo, otro cantábrico y otro atlántico) habría que efectuar prelaciones que acarrearían Ia inoperancia de algunos de ellos durante un plazo de tiempo más o menos dilatado (5).

(5) EI tiempo invertido para limpiar de minas una determinada zona es algo variable, dependiendo de Ia superficie de Ia zona, profundidad de sus aguas, tipo de minas, porcentaje de certeza de Ia limpieza y, primordialmente, número de unidades disponibles, no pareciendo exagerado suponer plazos de dos/tres semanas para puertos de tamaño medio y respectivos canales de acceso, con 2-3 buques modernos.

Patrullero «Cadarso».

Y aún hay más. La construcción de estos buques fue trasladada de Ferrol a Cartagena por problemas de crisis industrial en la zona murciana, por cuyo motivo aquella Comunidad Autónoma contribuyó con la cantidad citada. Así, retrasar los trabajos prolonga la agonía de una zona industrialmente deprimida, al tiempo que genera cuantiosas pérdidas a Ia empresa por cuanto que debe mantener improductiva parte de Ia nómina. Máxime si se tiene presente que la construcción de estos buques mereció mayores niveles de consideración por lo que conlleva el alivio laboral (6), que no por las necesidades propias de la defensa nacional.

(6) En ‘ABC” del 19/04/9 1 se publicaba Ia noticia de que 2.500 trabajadores de Bazán/Cartagena esperaban Ia orden de ejecución de estos buques —como medida que les asegurase sus empleos— antes del 6 de mayo siguiente, en que reanudarían Ias movilizaciones y manifestaciones. En el mismo acto citado el secretario de Estado de Defensa aseguró que dicha orden era casi inmediata. Es muy probable que el adelanto de elecciones —con la consiguiente necesidad de asegurarse una paz social tan amplia como fuese posible— influyese poderosamente en tal decisión.

En este sentido es menester destacar que en abril pasado (7) trascendió que Ia EN Bazán había presentado en 1992 un balance con pérdidas (8.014 millones), eliminación de 625 puestos de trabajo, y, pendientes con el Ministerio de Defensa, 23.800 millones. La noticia también indicaba que, en el citado año, los gastos financieros de Bazán aumentaron, ascendiendo a 4.367 millones. Aún sin poseer profundos conocimientos de economía ni de organización de empresas se nos ocurre pensar que, a lo mejor, estos 4.367 millones (que al final acabaremos pagando todos los españoles, junto a lo que suponga el subsidio de paro de 625 trabajadores altamente cualificados), podrían haberse visto muy reducidos, o simplemente volatilizados, de haberse logrado cobrar, a su debido tiempo, los débitos con el Estado.

(7) “La Vanguardia”, 7 de abril.

EL «ALERTA» A-111, UNA FLOR QUE NO HACE VERANO

1993 pasará a la historia por ser el año más nefasto del último medio siglo para Ia AE, ya que no cabe prever ninguna alta que compense una baja simultánea de 9 buques de importancia no ya equivalente, sino tan sólo similar. En este aspecto la última unidad recibida, el Alerta A-111, llegada a España el pasado año (*), y con alta efectiva en este, aunque no deje de ser un barco auxiliar de importancia militar menor, tanto por su procedencia como por su dedicación y/o condiciones en que se obtuvo, merece un comentario detallado.

(*)Los buques entrados en servicio en 1992 fueron los dos últimos patrulleros «Serviola»: ‘<Vigía’>, P-73 (24/03/92) y «Atalaya’, p-74 (29/06/92), junto con otro de procedencia también un tanto atípica: <‘Chilreu’< P-62 (ex-’<Pescalonso-2»’), recibido el 30/03/92, un pesquero de altura de construcción española (Naval Gijón, SA.) adquirido por la Subsecretaría de Pesca y cedido a la Armada como buque de apoyo a la flota pesquera, de 1.156 ton, de desplazamiento a plena carga (746,99 TRE), por cuyo motivo, caso de que Ia Armada acabe efectivamente perdiendo todas sus responsabilidades sobre pesca, podría verse nuevamente transferido al organismo que le correspondiese.

Con la integración/compra/absorción/fagocitación de la otrora República Democrática Alemana, Ia Alemania Federal se encontró con una superabundancia de material militar, algunas veces en deplorable estado, que le iba a ocasionar considerables problemas de mantenimiento por cuanto se trataba de un producto de procedencia mayoritariamente autóctona o rusa, del que resulta difícil obtener recambios. Por ello se desprendió de una gran cantidad de buques, aviones y otros tipos de armamento, vendiéndolo a precios de saldo (**) a diversos países y traspasándoles, aunque por el precio pagado tampoco podía pedirse más, el cúmulo de problemas logísticos correspondiente. Mediado 1992 se empezó a rumorear que se había ofertado uno o varios buques a España, trascendiendo el pasado verano que la AE incorporaría a sus listas el Jasmund, séptima unidad de la clase Darss.

(**)En «Warship International» se ofrecía, en marzo de 1993, un remolcador (tipo 414) construido para la Marina de la DOR, y que no llegó a estrenarse, por el que se pedían 1.750.000 marcos (cuando su precio se estimaba sobre los seis millones), a través de un intermediario belga.

Los Darss (Darss, E-441; Granitz, P-816; Kühlung, P-441; Mönchgut, E-111; Werdau, V-815 y Wittow, E-661) son buques logísticos construidos al comienzo de los 80, en los astilleros Peenewerft, en Wolgast y Neptun, en Rostock, con filosofía de proyecto de mercante y discutible capacidad logística (no poseen equipo de aprovisionamiento STREAM). La séptima unidad de la serie, el Jasmund, fue convertido en AGI(Auxiliary General Intelligence; auxiliar general de inteligencia), o recolector de inteligencia/ELINT (ELectronic INTelligence), distínguíéndose de sus gemelos por el voluminoso radomo de popa.

El «Marqués de Ia Ensenada» en una de sus últimas salidas de mar.

La AE lo recibió, evidentemente sin electrónica alguna, y carente de contraprestación monetaria, aunque sí hubo que realiza le alguna adaptación puntual para traerlo a España, pudiendo estimarse el costo total de dicha adaptación en unos 10 millones de pesetas. La Armada se hizo pues con un buque de 1.200 ton. al precio de unas 8.000 ptas/ ton., una verdadera ganga porque el buque es, al parecer, robusto y fuerte. En los primeros tiempos estuvo destinado al arsenal de Las Palmas, pues la constante presencia de buques semejantes facilitaba el acceso a los imprescindibles respetos, aunque posteriormente se destinó al de Cartagena. Su cometido en la AE sigue siendo el mismo que tuvo en la Marina alemana: buque de inteligencia electrónica, para lo cual se le montaron un conjunto de equipos electrónicos. Durante sus obras de adaptación fue provisto de un aparatoso mástil de celosía —con una no menos aparatosa antena de radar de exploración aérea— que recuerda los de las antiguas fragatas Legazpi F-41 y que le proporciona un aspecto exterior totalmente distinto del que ofrecía en su época alemana. Sustituirá el patrullero Alsedo, P-02, ELINT hasta la fecha, dado de baja junto con sus gemelos.

EL UMBRAL MÍNIMO DE LA EFICACIA

El «Boletín Informativo de Personal» (número extraordinario del mes de diciembre de 1992) publicó unas consideraciones —casi negros presagios— del ALFLOT (ALmirante de Ia FLOTa), almirante Regalado Aznar, que merecen ser conocidas: Las rigurosas e inesperadas minoraciones que se aplican sobre los menguados presupuestos de Defensa son episodios que a fuerza de repetirse pueden sumergir a Ia Armada bajo el umbral mínimo de Ia eficacia. Antes de llegar al límite inquietante quiero salir al paso con unas reflexiones en previsión de que motivos prosaicos y crematísticos puedan afligir la moral espiritual o influir en el adiestramiento de Ia Flota...

Estamos viviendo unos momentos en los que podría considerarse que este límite inquietante ya ha llegado. Por una parte diversos medios informativos anunciaron Ia próxima baja, con traspaso (8) a Ia Guardia Civil del Mar de casi todos los patrulleros que integran Ias FUVIMAR y realizan tareas de vigilancia administrativo-pesquera(9). Pero es que también estamos leyendo otras que atañen directamente al personal(10). Así se dice, por ejemplo, que se está ofreciendo a Ias dotaciones de los patrulleros citados .. eI que quiera puede pasarse a la Guardia Civil del Mar... y, por nuestra parte, creemos deba formularse Ia pregunta: ¿cuáles van a ser los buques que quedarán al mando de tenientes de navío?

(8) “Ya” y “Diario de Barcelona».

(9) Extremo desmentido personalmente por el propio secretario de Estado de Defensa en un seminario celebrado en Barcelona eI 23/04/93.

(10) “Tecnología Militar”, núm. 2/1993.

Porque tradicionalmente tales mandos correspondían a patrulleros (clase Anaga, P-21; Barceló, P-11; Lazaga, P-01; Nalón, P-51; etc.) y similares (dragaminas, etc.). Y éste es un tema más delicado y comprometido de lo que parece, por cuanto que un teniente de navío (el empleo en el que se suele permanecer por más tiempo y uno de los más numerosos) tiene muy complicado su ascenso a capitán de corbeta si no ha ejercido un mando de buque.

Pero existe otro punto importante que incide sobre el adiestramiento y grado de eficacia de una Flota: los días de mar por buque y año. Habitualmente estos días suelen ser del orden del centenar, pudiendo darse el caso de buques —en especial los de patrulla pesquera— que lleguen a alcanzar casi los 150/170 días/año. Parece que no merezca una mayor justificación el considerar que un bajo número de días de mar/año incida en un menor grado de adiestramiento ya que, por definición, sólo en Ia mar se aprende a navegar y participando en ejercicios se conocen las peculiaridades de los equipos. Pues bien, en este 1993, hay uni dades que no navegarán más que unos 30 días. Y ello es muy lógico porque un buque activo consume combustible y sufre un desgaste que precisa de un mantenimiento imposible de efectuar por falta manifiesta de dinero.

Transporte de tropas «Aragón».

En otro punto de las reflexiones ya citadas, el almirante Regalado incide en el manido tema de dedicar el 2 por ciento del Producto Interior Bruto a Defensa: Un presupuesto de Defensa por debajo del 2 por ciento del PIB significa penuria; escasez de los bienes más precisos; desequilibrio que puede prolongarse en el tiempo o los Ejércitos languidecerán sin remedio. Algo en lo que también parecía estar de acuerdo el actual ministro de Defensa (11), poco después de asumir el cargo, pero de lo que se olvidó luego. Y todo esto sucede en unos momentos en los que países vecinos a España aumentan considerablemente sus efectivos como es el caso de Marruecos que adquirió dos de Ias novísimas corbetas/fragatas del tipo Assad construidas en Italia (Fincantieri) para Iraq. Y si hasta ahora Ia Flota marroquí sólo disponía de misiles Exocet MM 38 (con alcances de 42 km.), ahora dispondrá también de Otomat Teseo MK2 (un total de 12 misiles entre ambos buques) con alcances cuádrupies (12), lo que pone al alcance de Ias unidades marroquíes —navegando en aguas propias— a toda la costa andaluza, base naval de Rota incluída.

(11) Numerosos medios nacionales (‘ABC, Diario 16», «Epoca, «La Gaceta’, “La Nueva España, ‘La Nueva Verdad”, «El Observador», etc., se refirieron, a partir de mayo de 1991, a este tema a través de diversas declaraciones del propio Sr. ministro del ramo.

(12) Contando con un helicóptero-relé intermedio.

Consecuentemente, nada tiene de extraño que también se haya publicado (13) que el Ejército pide misiles adaptados a su uso desde costas, para cumplir los acuerdos de coordinación con Ia OTAN. Porque las baterías de costa de Ia zona dei¡l Estrecho (14) van a verse un tanto comprometidas en su seguridad y eficacia ya que, por si todo ello aún fuera poco, las Assad poseen velocidades máximas de 35/37 nudos.

(13) ABC del 11 de abril.

(14) Los principales cañones de costa, instalados en el Estrecho, son: II Vickers mod. 1926 de 381/45 mm., sencillos, en Punta Paloma Alta; IV Vickers mod. 1912 de 305/50 mm. dobles, taponados —desmontados al acorazado España embarrancado en Cabo Tres Forcas—, en Punta Paloma Baja; 11x305/50 mm. -esta vez del Jaime I— en Punta Camarinal, y otros 11x305/50 mm. en Cádiz/San Femando.

Algo de lo que, con Ia baja de los Lazaga, carecerá la AE. Y el argumento, usualmente esgrimido, de que el nivel de entrenamiento del soldado marroquí es muy menor al del español no nos parece suficientemente válido. En primer lugar nunca se debe menospreciar a un posible enemigo y, en segundo, la propia historia se encarga de refrescarnos la memoria sobre el resultado de las diversas confrontaciones habidas, Marcha Verde incluída.

Adjuntamos, para clarificar aún más lo dicho hasta aquí, dos cuadros en los que se contempla la evolución/disminución de los presupuestos de Defensa/Armada en base al año 1990 y sucesivos (Cuadro I), y otro que contiene diversos datos sobre el porcentaje del PIB (Producto Interior Bruto) comparado con los presupuestos generales (1982/1993) y el resto de los países europeos de la OTAN (Cuadro II).

CONCLUSIÓN

Los recortes a que están sometidas las Fuerzas Armadas españolas, y en concreto Ia Marina, pueden acarrear una cosecha de amargos y peligrosos frutos, desde un estado generalizado de desánimo hasta una degradación del material. Tal vez sería exagerado buscar paralelismos entre Ia situación existente hace un siglo, y que llevó a los dramas de Cuba y Filipinas, y Ia actual.

Pero hoy, aunque no con la amenaza de los EE.UU., como entonces, debemos contar con la del integrismo islámico. Si llega a extenderse por el Magreb y no puede ponérsele freno a tiempo, Ia península ibérica quedará en primerísima línea. Y de encontrarnos en la retaguardia de Europa pasaremos a formar parte de su vanguardia más avanzada. Esperemos —y roguemos—que no haya que acabar pagando una pesada factura. Pero, al fin y al cabo, «la única lección que se desprende de la Historia, es que los pueblos no aprenden con sus lecciones» (Hugh Thomas).

Revista Defensa nº 183/184, julio 1993, Camil Busquets


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