(defensa.com) Chuck Hagel, el secretario de Defensa de los Estados Unidos ha realizado una visita de diez días por varios países de la zona de Asia-Pacífico entre los que se encuentran Japón, China y Mongolia. Por un lado esta visita refuerza el compromiso con la zona y deja clara la importancia estratégica de la zona para Estados Unidos y por otro sirve para reducir tensiones y garantizar la transparencia de China.
Sobre todo destaca que el día 7, durante la visita a China, Hagel pudo realizar una visita al portaaviones chino Liaoming. Es de esta manera el primer visitante extranjero que entra en el portaaviones después de que en enero el gobierno estadounidense realizara una petición formal para visitarlo. La visita duró dos horas, durante las cuales Hagel quedó impresionado por las condiciones del buque y la profesionalidad de su tripulación, pudiendo visitar diversas estancias y la cubierta de vuelo.
El Liaoning se encontraba estacionado en la base naval de Yuchi, en Qingdao, al sudeste de Beijing y sede de la flota china del Mar del Norte en el Mar de China Oriental. Dos días antes se había reunido en Beijing con su equivalente chino, el general Fan Changlong y el día 9 con el Presidente chino Xi Jinping, al que agradeció personalmente la posibilidad de realizar la visita.
El primer portaaviones chino está basado en un portaaviones de la era soviética ucraniano que no se terminó de construir y que China compró de segunda mano y terminó de construir. El buque fue entregado en septiembre de 2012 y actualmente está realizando pruebas con aeronaves. El segundo portaaviones, de fabricación totalmente nacional, estará listo en 2018.
En noviembre el buque fue desplegado en el Mar de China Oriental, donde China ha establecido unilateralmente una zona de identificación aérea que es considerada una amenaza por Japón, ya que incluye las islas Senkaku en disputa por ambos países. En diciembre, durante dicho despliegue tuvo lugar un encuentro demasiado cercano con el crucero estadounidense USS Cowpens según medios chinos.
Antes de llegar a China, Hagel se reunió en Tokio con su equivalente japonés, Itsunori Onodera, donde confirmó el apoyo estadounidense a Japón si China aumentaba la tensión sobre las islas del mar de China Oriental, comparando esta situación con la anexión rusa de Crimea. En dicho discurso consideró a China un gran poder pero también afirmó que este nuevo poder debe de ir acompañado de una gran responsabilidad mayor. (J.N.G.)
