Irán entregó a la flota su destructor más avanzado, el Sahand, en el puerto de Bandar Abbas, con tecnología furtiva (stealth) y el doble de autonomía (unos cinco meses, según la propaganda oficial), que la clase anterior de destructores hechos en el país. De 1.300 ton., tardó seis años en terminarse. Dispone de cubierta para helicópteros, mide 96 m. de eslora y puede navegar a 25 nudos. Está equipado con misiles superficie-superficie y superficie-aire, así como baterías antiaéreas y sofisticadas capacidades de evasión de radar y de este tipo de sensores.
Irán integró el primer destructor de fabricación nacional a su flota en 2010, tipo de buque del que posee 5 unidades. También anunció la adquisición de 2 minisubmarinos diseñados para operar en aguas poco profundas, como el Golfo Pérsico, que corresponden a un nuevo ejemplar y uno reacondicionado. Es probable que los anuncios tengan la intención de mejorar la imagen militar de Irán en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos, que en noviembre restablecieron todas las sanciones que se habían levantado en virtud del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales.
Fotografía: El destructor iraní “Sahand”.