En un desarrollo estratégico para la industria de defensa marroquí, la turca Baykar, referente en el desarrollo de drones para las Fuerzas Armadas, ha establecido una filial denominada Atlas Defense en Rabat, Marruecos. Este proyecto corona la creciente alianza militar entre Marruecos y Turquía, iniciada en 2021 con la entrega de un primer pedido de drones Bayraktar TB2, que evolucionó hacia una cooperación industrial.
Dirigida por los hermanos Lutfi Bayraktar (CEO de Baykar) y Selçuk Bayraktar (presidente del consejo de administración), la nueva filial se centrará en el diseño, fabricación, desarrollo y mantenimiento de drones, así como en sistemas tecnológicos de defensa, electrónica, software y soluciones mecánicas. Esta iniciativa refuerza la visión de Marruecos de construir una base industrial de defensa nacional, reduciendo su dependencia de importaciones y aspirando a exportar a mercados africanos.
En abril de 2021, Marruecos firmó un contrato de 70 millones de dólares con Baykar para adquirir 13 drones Bayraktar TB2, complementado con dos pedidos adicionales que elevan el total a más de 20 drones, todos entregados en 2024. El reino también planea adquirir el modelo Akıncı, un dron de alta tecnología con capacidades de reconocimiento avanzado y una carga útil superior, cuyas entregas comenzarían este año.
Esta alianza refleja un realineamiento geoestratégico en la región, consolidando a Turquía como un actor clave en la defensa marroquí y afirmando su ambición de expandir su influencia tecno-militar en África. La fábrica permitirá a Marruecos localizar la producción de drones armados, reforzando la vigilancia de sus fronteras del sur y su respuesta ante amenazas de seguridad. Para Ankara, el proyecto consolida su liderazgo global (65% de las exportaciones de drones) y sus vínculos con 35 países clientes.
En paralelo, Marruecos acelera su soberanía tecnológica, con el objetivo de crear una cadena de suministro local que integre a pymes especializadas en componentes electrónicos y mecánicos. Este salto industrial posiciona al país entre las pocas naciones capaces de producir drones de combate con tecnología local, transformando los equilibrios militares en el norte de África.
Finalmente, el proyecto subraya el compromiso turco de transferir conocimiento y tecnología, allanando el camino para una colaboración ampliada en defensa, incluyendo a otros actores como ASELSAN. Una etapa clave para Marruecos, que aspira a ser pionero africano en la industria de drones, y para Turquía, que consolida su estatus como socio indispensable en el continente. (Alex Ribeiro)






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