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Jueves, 28 de marzo de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Con el aterrizaje de aviones en las Spratly, China practica la política de hechos consumados en las islas del Mar de la China Meridional

El pasado 6 de enero se produjo el aterrizaje de dos aviones de pasajeros en la pista de 3.000 metros construida por China en el arrecife de Fiery Cross, en las islas Spratly. Este es el segundo aterrizaje de aviones comerciales, el 2  de enero tomaba el primer aparato en una de las islas o arrecifes que China está modificando en el Mar de la China Meridional, una zona donde mantiene fuertes disputas con sus vecinos por la titularidad de varios enclaves. La agencia de prensa china Xinhua mostró las primeras fotos y recogió las primeras declaraciones oficiales.

La pista de 3.000 metros es la primera que se ha terminado de las tres que está construyendo China desde el año pasado en el archipiélago Spratley. Usando gran número de dragas se han convertido arrecifes de coral en islas en las que se están construyendo puertos de abrigo, instalaciones para personal e incluso pistas de aterrizaje. La versión oficial china sobre las actividades en estas islas refiere la construcción de instalaciones de investigación, para estudios de las pesquerías o como base de la flota de guardacostas. El hecho de que se usaran aviones civiles para estas pruebas apoyan el argumento de que estas islas podrían servir de nodo de comunicaciones para rutas comerciales civiles de largo alcance. Sin embargo a nadie escapa que la utilidad de estos ismos artificiales está orientada a la expansión militar en la región, máxime si hay disponibles tanto puertos para los buques como pistas de suficiente tamaño como para operar aviones de gran tamaño.

Con el aterrizaje de estos aviones, China da un paso más en la política de hechos consumados en la región, donde mantiene varios conflictos con Taiwán, Filipinas, Vietnam o Japón por la titularidad de varias islas. China está convirtiendo en islas artificiales siete emplazamientos que originalmente eran arrecifes y atolones en el archipiélago Spratly. Precisamente Japón denunció en 2013 la creación por parte de China de una zona de identificación de defensa aérea (ADIZ por sus siglas en inglés) en el Mar de China Oriental que incluía las islas Senkaku/Diaoyu reclamadas por ambos países. En este sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino anunció que no hay planes para crear otra zona de este tipo en el Mar de China Meridional.

Bases militares en la región

Estados Unidos alerta desde hace años de la amenaza que supone para el tráfico naval y aéreo la expansión de China en la región aunque las medidas que ha tomado la administración Obama han sido bastante tibias, incluyendo el sobrevuelo de aviones o la navegación de embarcaciones militares dentro de las aguas internacionales próximas a algunas de estas islas. Estados Unidos considera que esta política supone una amenaza al tráfico internacional por la región, una de las de mayor densidad del mundo.

Entre las aeronaves que podrían operar están no solo aviones de combate, también bombarderos de largo alcance, los aviones de patrulla marítima o unidades aéreas o navales de guerra antisubmarina. Igualmente las islas podrían albergar equipos de comunicaciones y radares que aumentarán el radio de detección de las Fuerzas Armadas chinas. La instalación en estas bases de depósitos de combustible para buques y aeronaves permitirá aumentar el radio de acción de estos medios, aunque supongan un riesgo medioambiental para unos arrecifes ya arrasados por la acción de las dragas. Igualmente podrían operar aviones de transporte de gran tamaño, con lo que el ritmo al que se están modificando estas islas se acelerará previsiblemente.

La pista de 3.000 metros construida en el arrecife Fiery Cross es la mayor de las que se ha construido en la región. Según documenta la Asia Maritime Transparency Initiative, Vietnam dispone de una pista de 550 metros en la isla Spratly, Filipinas hizo lo propio en la isla Thitu construyendo una de 1.000 metros, Taiwán terminó en 2008 la construcción de una pista de 1.195 metros en la isla de Itu Aba y el arrecife Swallow malayo cuenta con una de 1.368 metros. (José Mª Navarro García)

Fotografías:
·Aviones comerciales chinos aterrizaron en el arrecife Fiery Cross el pasado 6 de enero (Agencia Xinhua)
·Imagen ilustrativa de los progresos realizados en el arrecife Fiery Cross entre febrero y marzo de 2015 (Airbus DS)


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