El actual avión presidencial uruguayo hizo 135 vuelos desde enero del 2018 al 29 de febrero de este año, poco más de 400 horas de actividad. Apenas 14 de ellos fueron sanitarios (10%, incluyendo traslados de órganos), funcionalidad médica que se adujo reiteradamente para adquirirlo y que en su mayoría está realmente a cargo de aeronaves Airbus C212 y helicópteros Dauphin N2.
El costo del avión fue 1 millón de dólares y más de 1,6 millones se ha gastado ya en su mantenimiento. El monto total de su presencia en alas militares uruguayas fue hasta ahora USD 2.610.000 el mismo precio que, por la aeronave sola se llegó a solicitar al ex presidente Mujica originalmente, cuando comenzó la oferta, provocando entonces reacciones indignadas por lo abusivo de la misma, luego aceptada, tras una muy dudosa licitación con un sólo postulante, durante el gobierno de Tabaré Vázquez.
Su remate será el 15 de julio de este año y tendrá una base de USD 350.000 de la cual no se prevee que se aleje demasiado, lo obtenido será entregado para necesidades internas a la Fuerza Aérea, como lo comunicaron el ministro y el subsecretario de Defensa, Javier García y Rivera Elgue, hace unas horas en cumplimiento de una promesa de la entonces oposición ante la administración anterior.
La Asociación de Rematadores del Uruguay, encargada de la subasta, donará su comisión a favor de las actividades de combate al coronavirus. (Javier Bonilla)
