Tras varios años de polémica en torno al destino de algunas piezas del acorazado alemán Graf Spee hundido por su capitán en las proximidades del puerto de Montevideo en diciembre de 1939, tras la Batalla del Río de la Plata, contra buques de la Comunidad Britanica, una controvertida propuesta del presidente Lacalle dividió a la sociedad este fin de semana.
Lacalle ha propuesto fundir el aguila del mascarón de popa del navío y encomendar al escultor Pablo Atchugarry realizar una paloma de la paz, como forma de eludir las múltiples presiones recibidas por diversos gobiernos (especialmente de Alemania) para no vender esa y otras partes del barco, ni favorecer más prospecciones en torno al mismo .
La idea, planteada en conferencia de prensa junto al artista citado, produjo un mayoritario rechazo en la ciudadanía y en los expertos, e inclusive la viceministra de Educación y Cultura, la historiadora Ana Ribeiro, advirtió que su cartera no había sido informada al respecto. Además, el Estado aún no ha abonado, mediante la venta a terceros de las partes o la compra de piezas para museos locales, a los rescatistas privados por su labor, alguno de los cuales, el conocido buzo Héctor Bado, por ejemplo, han fallecido sin cobrar. El mandatario uruguayo , finalmente aceptó abandonar el proyecto.
Actualmente, existe un ancla ,exhibida en Punta del Este, un cañón y uniformes en el Museo Naval,y un telemetro en el puerto de Montevideo, aunque el problema y la presión mayor afectan al águila del acorazado alemán Graf Spee, que luce una esvástica. El equipo privado de rescate, inclusive, aceptaría, según ha declarado, que el producto de la venta o un supuesto "peaje" que pudiera pagar un interesado en mantener el bajo perfil de estas piezas, se utilice en beneficio de equipos para la Armada hoy en gravísima situación material, acordándose un pago a posteriori. Nunca hubo respuesta. (Javier Bonilla)
