Rusia desarrolla municiones merodeadoras autónomas

De la mano de la compañía Zala Aero, una subsidiaria del conglomerado empresarial Kalashnikov, parte de la Corporación Rostec, hemos conocido la existencia de una amplia gama de municiones merodeadoras autónomas que impulsarán la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas rusas y se propondrán también para la exportación.

Su obtención, impulsada por los trabajos liderados por Alexander Zakharov que es diseñador jefe de la firma que las ha diseñado y está desarrollando, busca proveer de una capacidad ahora especialmente en boga, sobre todo tras su utilización operacional en el conflicto del Nagorno Karabaj entre azerbainanos y armenios.

Hasta ahora había sido Israel el principal impulsor de este concepto de sistemas autónomos que se envían hacia un determinado punto o zona para que busque aquellos objetivos que se les han prefijado en sus sistemas internos de reconocimiento o para que ataquen a otros blancos que puedan surgir en el desempeño de sus vuelos.

Los rusos han seguido el ejemplo hebreo y ahora Zala Aero esta en disposición, y así lo acaba de presentar recientemente en “Army 21”, de ofrecer sistemas como las municiones Lancet que son realmente drones con capacidad de ataque, actuando a modo de kamikazes al lanzarse, de forma diligente y precisa, sobre aquellos objetivos que se busque destruir. Lo que han hecho con ese modelo y otros más que conforman la línea de producto de Zala Aero es ir más allá y generar una mayor capacidad en lo que a velocidad se refiere, pudiendo actuar, gracias a que alcanzan velocidades punta en caída de unos 300 kilómetros por hora, sobre otros drones que generalmente se desplazan más lentos; se cubre así una triple capacidad, pudiendo neutralizar objetivos terrestres y navales -una capacidad más clásica- y, ocasionalmente, también los aéreos.

Los Lancet se ubican en contenedores para su lanzamiento. Se pueden disparar desde plataformas terrestres o incluso desde buques de superficie, obteniendo en las pruebas realizadas hasta la fecha un nivel de eficiencia que su diseñador califica del 100%. Incorporan sistema de guía basados en una configuración de distintos elementos electro ópticos que trabajan de forma coordinada y aprovechan medios de posicionamiento de alta precisión, cualidades a las que hay que añadir su cámara y sistema de envío de imágenes en tiempo real para la identificación positiva de determinados blancos y pode comprobar su impacto en ellos dentro de su alcance eficaz de unos cuarenta kilómetros.

Junto a los anteriores proponen soluciones como los KYB UAV (Unmanneed Aerial Vehicle) que tienen una capacidad de carga útil de 3 kg y se impulsan por una hélice trasera, los quadricópteros Zala 421-22 con capacidad de realizar cometidos de vigilancia y con potencial ocasional de neutralización de determinados blancos, o la familia de los Zala 421 que pueden emplearse a modo de enjambre para dirigirse e impactar en objetivos de alto valor; por cierto, para estos sistemas están disponibles módulos de observación, de detección de gas, de toma de muestras de emisiones gamma y otras explosivas sobre las que pocos datos se dan. (Octavio Díez Cámara)

Fotografía: Los Lancet de Zala Aero son unas avanzadas municiones merodeadoras que van a impulsar las capacidades de ataque rusas.  (Octavio Díez Cámara)

Proponen el quadricóptero tipo 421 que puede equiparse con una pequeña carga explosiva para neutralizar determinados objetivos. (Octavio Díez Cámara)

Los drones rusos tipo KYB son compactos y producen muy poco ruido al volar, lo que dificulta su localización y que el objetivo evada a su ataque.  (Octavio Díez Cámara)

Los diseños de Zala Aero, del Grupo Kalashnikov, son varios y están focalizados en drones que tienen capacidad merodeadora y de ataque terminal.  (Octavio Díez Cámara)

Con este tipo de municiones podrían realizarse ataques masivos sobre determinados objetivos de alto valor.  (Octavio Díez Cámara)