Los militares de Ucrania están logrando infringir graves daños a las fuerzas terrestres rusas empleando sistemas de misiles contracarro desarrollados por ellos y distintos tipos de misiles y lanzacohetes suministrados por diferentes países occidentales.
El conflicto en Ucrania, que se deriva de la invasión de Rusia, que intenta avanzar por diversos frentes para ocupar una porción del país o llegar a controlarlo en su totalidad, está demostrando al mundo que distintos sistemas de armas, que parecían muy avanzados, son también vulnerables.
En ese contexto, y se nos informa de ello de forma continuada a través de las redes sociales o informes gubernamentales de los atacados, parece que más de trescientos carros de combate y un millar de blindados de tracción oruga o de ruedas habrían resultado destruidos, alcanzados por misiles y lanzacohetes, o abandonados en los combates terrestres que se suceden desde el inicio de la invasión.
Seguramente, tendrán mucho que ver en ese esfuerzo las acciones generadas por las unidades del Ejército ucraniano que lucha preferiblemente en un entorno convencional contra el Ejército ruso. También, la participación de pequeños núcleos de resistencia que suelen moverse en grupos de seis u ocho efectivos y están equipados con todo tipo de armas contracarro ligeras, lo que les permite organizar emboscadas o ataques en los que dirigen desde diversos puntos de partida varias de ellas a un blanco para acabar con él de forma diligente.
Cientos y cientos de blindados y carros de combate rusos han resultado destruidos y alcanzados por las armas contracarro ucranianas. (Ukrinform)
Resultados muy satisfactorios
En ambos tipos de lucha, o en misiones que llevarían a algunos ciudadanos, deportistas, técnicos, …, de Ucrania a involucrarse también en las acciones ofensivas y defensivas con sistemas contracarro que hasta transportan en vehículos civiles para incidir en la máxima discreción de movimientos, se ha venido hablando de lo exitoso del empleo de los puestos de tiro del sistema estadounidense Javelin que se les han suministrado tanto desde Estados Unidos como desde Gran Bretaña.
A ese misil se le añadiría un sistema local que ha pasado más desapercibido. Se trata de desarrollos del Luch Design Bureau que incluyen tanto al Stugna-P como al Skif -han fabricado miles de ellos en los últimos años y ahora los tienen a su disposición-, sistemas sencillos de manejar, robustos y con capacidad para neutralizar en un rango de cuatro kilómetros carros de combate provistos con blindaje reactivo ERA.
Unos cinco mil cien lanzacohetes RGW 90 Matador de origen germano están siendo entregados a los ucranianos para luchar contra los rusos. (Dynamit Nobel Defence)
Esos misiles ATGM (Anti Tank Guided Missile) están siendo complementados con miles y miles de lanzacohetes contracarro obtenidos de todo tipo de fuentes previamente al conflicto y tras su inicio. A los conocidos NLAW entregados por los británicos, que se aprecian en algunas imágenes que llegan de los enfrentamientos, habría que añadir los Instalaza C90 enviados por España -hay imágenes de tubos vacíos que han llegado a manos rusas tras ser usados en la lucha- o hasta de los Apilas llegados desde Francia.
Se acaba de conocer que Ucrania ha recibido ya la mitad de los más de 5.000 lanzacohetes RGW 90 Matador adquiridos a la germana Dynamit Nobel dentro de un acuerdo valorado en 37,6 millones de euros. (Octavio Díez Cámara)
Fotografía portada: Los ucranianos están realizando un importante esfuerzo para obtener sistemas contracarro ligeros con los que frenar a sus invasores
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