El pasado 14 y 15 de diciembre se celebró en Berlín una ronda de reuniones a puerta cerrada entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y representantes de la OTAN, Estados Unidos y líderes de la Unión Europea. El encuentro tuvo lugar en un escenario de creciente desgaste en el frente político occidental. Mientras el debate sobre el uso de los activos rusos congelados para financiar el apoyo a Ucrania genera nuevas brechas entre los Estados miembros de la Unión Europea, el presidente Donald Trump continúa señalando la falta de liderazgo y determinación de la Unión frente al conflicto en el frente del este.
Durante las diversas reuniones celebradas en la capital alemana, los principales actores implicados han discutido la propuesta de paz de veintiocho puntos presentada por la administración Trump, analizando su viabilidad política, sus implicaciones en materia de seguridad y su encaje en el marco del apoyo occidental a Kiev. Entre los puntos más controvertidos se encuentra la obligación de Ucrania de renunciar a su entrada en la OTAN, el compromiso de reducir el número de efectivos de su ejército a 600.000, así como la cesión y el reconocimiento de los territorios de Crimea, Luhansk y Donetsk como parte legítima de Rusia.
Aunque Ucrania mostró inicialmente su desacuerdo con la propuesta estadounidense, el plan se encuentra en proceso de negociación desde finales de noviembre. El representante ucraniano, Rustem Umerov, afirmó que las reuniones celebradas en Berlín han sido “provechosas” y que se han logrado avances significativos en el marco de las negociaciones de paz. Sin embargo, Volodímir Zelenski resaltó la necesidad de garantías de seguridad claras para Ucrania antes de alcanzar ninguna propuesta de paz definitiva.
Dentro de estas conversaciones destaca el plan paralelo presentado por Alemania, articulado en torno a diez puntos centrados en la cooperación industrial, la inversión económica y la investigación conjunta en materia de defensa germano-ucraniana. Independientemente del resultado final del plan de paz estadounidense, el Gobierno alemán ha reafirmado su compromiso con Ucrania y con el refuerzo de establecer a Europa como un actor relevante en la región.
Volodímir Zelenski ha continuado su agenda diplomática en los Países Bajos, España, Polonia y Portugal, donde se ha reunido con los líderes políticos para abordar el apoyo militar y económico a Ucrania de cara a 2026. (Wenceslao Martinez)





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