El Ejército de Estados Unidos va impulsar las capacidades de combate de sus soldados con avanzados visores térmicos que les ayudarán a ser más eficientes en situaciones con poca luz o en condiciones ambientales hostiles.
La información, difundida por el Departamento de Defensa, se refiere a la importante inversión de nada menos que 1.000 millones de dólares en distintos equipos que serán recibidos durante los próximos cinco o seis años. Los contratos se enmarcan dentro del programa que se conoce como Familia de Visores de Puntería (FWS, Family of Weapons Sights) que se lleva materializando desde el año 2014 y que ha contemplado inversiones en visores térmicos como el FWS-S para ser instalado en los rifles que manejan los tiradores de precisión o el FWS-CS que contempla un equipo ya usado en diferentes modelos de ametralladoras y en lanzagranadas automáticos.
Ambos equipos, y los que se recibirán, son de tipo térmico y han sido validados por la oficina PEO Soldier del Ejército de Estados Unidos para brindar a los soldados con medios más eficientes, capaces y actuales. La decisión del U.S. Army Contracting Command implica un contrato de 500 millones de dólares con FLIR Systems, que tiene sus instalaciones en Massachusetts, y otro de 577,2 millones de dólares adicionales con DRS Network & Imaging Systems LLC -del grupo Leonardo- que opera desde otras en Melbourne (Florida).
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Ya se han recibido equipos de la familia FWS a los que ahora se añadirán otros destinados a diferentes colectivos de combatientes.
Impuso importante
Ambas compañías van a producir los visores térmicos destinados a los combatientes individuales y que serán, principalmente, instalados en los fusiles de asalto tipo M4 que ahora se emplean de forma generalizada y también en los futuros M5 que se espera ir recibiendo durante los próximos años. En ellos, se instalarán los equipos de la familia FWS-I (Individual) que se irán recibiendo de forma que las decenas de miles de los ya solicitados sean entregados antes de abril de 2027; también podrán ser instalados en ametralladoras ligeras como la M249 y en la futura M250.
Sobre los visores térmicos en cuestión que recibirá el Ejército de Estados Unidos señalar que van a permitir que sus soldados puedan adquirir y actuar contra objetivos usando sus fusiles de asalto, y que también les capaciten para llevar a cabo cometidos de vigilancia y observación tanto de día como de noche o cuando las condiciones meteorológicas sean especialmente adversas. Usándolo los sistemas FWS-I podrán encarar sus referencias de puntería para conseguir blancos precisos y así neutralizar a los adversarios, acción que también podrán llevar a cabo en entornos donde se hayan lanzado botes de humo u otros artificios.
Ese potencial es posible dado que los equipos solicitados son visores térmicos y captan las diferencias de calor que emiten las personas o los objetos. Los sistemas FWS-I pesan unos 800 gramos, tienen un alcance efectivo superior a los 960 metros, presentan un campo de visión de 18 grados y ofrecen una autonomía de unas 7 horas gracias a sus tres baterías de litio.
