La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, United States Air Force) ha completado la recepción de nuevas armas personales que se están distribuyendo entre los pilotos, especialmente entre aquellos asignados a los cazabombarderos de combate más avanzados.
El lote de 2.700 nuevos fusiles de asalto se acaba de completar en las instalaciones que la propia USAF tiene en la Base tejana de Lackland, lugar donde se encuentra un taller de transformación, el Air Force Gunsmith Shop que forma parte del Air Force Life Cycle Management Center’s Armament Directorate. Sus experimentados armeros han estado durante dos años trabajando para llevar adelante un interesante proyecto.
La decisión se materializó a principios de 2018 y el objetivo era producir entre ese momento y principios de 2020 todas las armas requeridas. Lo que producen es el sistema ASDW (Aircrew Self Defense Weapon), un fusil de asalto que oficialmente se designa como GAU-5A y que está designado para que los pilotos lo lleven consigo y dispongan de él si, por cualquier causa, tienen que eyectarse en territorio hostil.
La USAF, tras evaluar distintos conceptos y buscando un sistema similar al que emplea ya la propia institución -así se disminuyen los costes logísticos y de adiestramiento-, estableció un fondo de 2,6 millones de dólares para fabricar las armas -cerca de mil dólares por unidad-, seguramente partiendo de otras más antiguas convenientemente transformadas. Lo que han conseguido es un fusil de asalto ultra compacto que los pilotos llevan en una pequeña bolsa, junto a cuatro cargadores de aluminio con capacidad para treinta cartuchos, en la parte interior de sus asientos eyectables. El GAU-5A tiene capacidad para alcanzar el torso de una persona situada a doscientos metros de la posición propia.
Básicamente, esta transformación de un fusil de asalto tipo M4 incluye varios detalles novedosos. De un lado, el concepto de arma está constituía por dos piezas que se acoplan entre sí con gran rapidez para poder abrir fuego de inmediato. Incorpora culata extensible, pistolete plegable y un cañón de sólo 12’5 pulgadas situado dentro de un guardamanos con anclajes estandarizados y caracterizado por contar con un anclaje QRB (Quick Release Barrel) originario de Cry Havoc Tactical, lo que facilita su acople rápido y preciso.
En sólo treinta segundos el piloto puede montar el arma, situar un cargador en su alojamiento y realizar el movimiento manual que facilita la entrada de un cartucho en la recámara, pudiendo abrir fuego posteriormente en modo semiautomático o automático.
Buscando la ligereza del conjunto, buena parte de sus elementos, salvo el cañón y piecería menor de acero, son de aluminio y material plástico, lo que hace que el peso sea de unos 3 kilogramos, interesante solución para un fusil compacto del 5,56x45mm. La potencia de fuego y la precisión del GAU-5A, que carece de visor y usa un alza y punto de mira mecánicos, son idóneas para tripulaciones de aeronaves y especialmente para pilotos, pues llevar sólo un arma corta consigo puede dificultar la supervivencia personal en caso de que el rescate propio se dilate en el tiempo. (Octavio Díez Cámara)
Fotografía: Los propios armeros de la U.S.A.F. se han encargado de materializar 2.700 de los fusiles GAU-5A en un proceso que ha durado unos dos años. (U.S.A.F.)
.jpg)
El arma personal ASDW se transporta en una pequeña bolsa en la parte inferior del asiento eyectable de los pilotos de combate. Curiosos son los cargadores en tono marrón claro. (U.S.A.F.)
.jpg)
El personal que tiene que operar con los GAU-5A ha sido convenientemente instruido en su manejo para poder montar el fusil y operar con él en menos de treinta segundos. (U.S.A.F.)
.jpg)
Así es la configuración semiautomática del GAU-5A que ahora también está disponible para otros colectivos interesados en su obtención. (Midwest Industries)
.jpg)
Junto a un asiento eyectable vemos la bolsa que contiene parte del kit de supervivencia de los pilotos, conjunto que también incluye un fusil de asalto compacto. (U.S.A.F.)
